1. ORIENTACIONES PARA EL VERANO
-Descubrir las características de los elementos del entorno: aprovechar cualquier situación para ver
tamaño, forma, cantidad, color, textura, etc de las cosas que nos rodean. Así como ampliar vocabulario de
cosas nuevas que no conocían.
-Potenciar la autonomía: que se vista y se desnude solo, que coma y se asee solo (en la medida de sus
posibilidades), aunque estemos delante y les ayudemos en aquellas tareas más difíciles. Que ayuden en casa
en pequeñas tareas como poner la mesa, recoger los juguetes, sacar la compra, etc.
-Ampliar y estimular el lenguaje: como adultos debemos darles un modelo adecuado de lenguaje para que
puedan aprenderlo correctamente.
Es importante aprovechar las situaciones cotidianas de cada día para estimular que los niños hablen y que
además cada vez lo hagan mejor. Por ejemplo no darles el agua si la señalan con el dedo y hacen un ruido,
pedirles la palabra e ir ayudándoles en ese proceso. Se puede trabajar el lenguaje en múltiples situaciones:
leyéndoles cuentos y haciendo que ellos nos los lean a nosotros, cantando canciones, enseñándoles rimas,
adivinanzas y trabalenguas, jugando al veo veo, cuando nos vamos a entornos diferentes de vacaciones por
ejemplo hablar sobre las cosas que vemos, qué son y cómo se llaman, haciendo juntos la lista de la compra,
escribiendo una postal a los abuelos, “leyendo” carteles de la calle, etc. También se puede aprovechar a ir a
la biblioteca, utilizar el servicio de préstamo, escribir el nombre o palabras si nos lo piden.
Para una correcta articulación del lenguaje también influye la respiración, para ello se puede jugar con
pompas de jabón, soplar una vela, hacer una carrera de bolitas de papel, soplar por una pajita, jugar con un
molinillo, un matasuegras, etc
-Que se relacionen con otros niños: es importante que se sigan relacionando con otros niños en la medida
de lo posible, en la playa, en la piscina, en el pueblo, en el parque, con los primos, amigos, etc
-Regulación emocional: en esta edad una parte fundamental del conocimiento de sí mismos el conocimiento
de sus sentimientos y emociones, así como progresivamente aprender a regularlas. Para ello es importante
que hablemos con ellos sobre cómo se sienten y ayudarles a gestionar por ejemplo miedos y rabietas,
ayudarles a relajarse cuando están nerviosos, etc.
-Motricidad fina y motricidad gruesa: poco a poco van desarrollando todas sus habilidades motrices, para
favorecer la motricidad gruesa podemos aprovechar actividades al aire libre: ir a la playa, la piscina,
excursiones al campo, el parque, ir en triciclo o bicicleta, correr, saltar, jugar a la pelota, etc
Para favorecer la motricidad fina: recortar con tijeras, jugar con plastilina, hacer collares con cuentas o
macarrones, hacer manualidades, dibujar, pegar, arrugar, rasgar y plegar papeles, jugar a construcciones…
-Normas y conducta: en verano tenemos más tiempo para poder dedicar a explicar con detenimiento las
normas tanto en casa como en lugares públicos, así como las fórmulas de cortesía: pedir por favor, dar las
gracias, saludar y despedirse… Es importante que los niños aprendan que el lloro y la rabieta no es la
manera de relacionarse ni de conseguir lo que quieren.
Y sobre todo pasar mucho tiempo en familia y disfrutar del verano
Un saludo
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