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KUTXABANK: MAXIMA SOLVENCIA PARA LA SOCIEDAD.
Manfred Nolte
Los resultados publicados ayer por el Banco Central Europeo (BCE), en relación
al estado de salud del sector financiero europeo, son críticos para restablecer los
niveles de transparencia y promover la futura disciplina del mercado así como la
confianza de los inversores en los Bancos. La doble evaluación de la calidad de
los activos bancar ios(‘AQR’) a diciembre de 2013 y la proyectada a 2016 bajo el
simulacro de los test de esfuerzo(‘stress test’) son coherentes con esos objetivos
y determinantes para su consecución. El BCE quiere tener inequívoca
constancia de que no hay disfrazados ni ineptos en la parrilla de salida de esta
que puede ser la carrera definit iva para restablecer tanto la honorabilidad como
la credibilidad del sector. No ahora que será suya la responsabilidad única y
total de la supervisión.
Evito abundar aquí en análisis y opiniones que ya quedan recogidas en otros
comentarios de este mismo diario. Pero no dejaré pasar mi admiración y respeto
por el campeón de la solvencia y de la fortaleza financiera, la entidad operante
en España que el BCE acaba de definir como la primera y mejor preparada para
resistir los exigentes escenarios adversos sometidos a valoración: nuestra
vasquísima Institución Kutxabank. Y ello por, al menos, tres razones que paso a
enumerar.
La primera, que liderar el ranking de las pruebas de esfuerzo publicadas ayer
resulta muy meritorio, pero que lo es más aun la sobresaliente perseverancia en
esa primera posición en el transcurso del tiempo, ratificando hoy los primeros
puestos obtenidos en los test de Junio de 2011 y también en Setiembre de 2012.
La segunda, que los niveles de exigencia de los test citados han ido
acrecentándose pero no por ello ha menguado la respuesta de la solvencia de
Kutxabank: Al contrario, los ratios de capital-Tier-1 (Capital de máxima
calidad), han pasado del 10,7% en Junio de 2011 al 11,8% en la evaluación de
ayer. Este último más que duplica el mínimo exigido.
Y en tercer lugar, aunque tengo la conciencia de eludir otras muchas buenas
razones, porque los resultados alcanzados son, sin duda alguna, no fruto de la
casualidad, del oportunismo, de la carambola o del pelotazo, sino el producto
inequívoco de un modelo de negocio orientado a la banca tradicional, sin
veleidades ni especulaciones, a la idéntica gestión prudente, eficiente,
responsable y de arraigo local que hizo prósperas y respetadas a las seis Cajas
vascas, alguna nacida tan atrás como 1850, que desde 1990 sentaron las bases
de lo que hoy es una sólida realidad llamada Kutxabank.
En la atmósfera nauseabunda que rodea la actuación temeraria y aun corrupta
de ciertas entidades –ya intervenidas- en otras latitudes de la geografía
española, Kutxabank progresa de la mano de un estilo muy nuestro: sin alardes,
con la gestión prudente y eficaz atesoradas en décadas, y con la fidelidad a su
misión y a sus raíces centenarias.