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DEUDA PUBLICA, ¿BOMBA PUBLICA?
Manfred Nolte
Las administraciones públicas, en el desempeño de su acción anticíclica y
beligerante, disponen de una serie de instrumentos de política económica para
paliar los daños de las fases recesivas del ciclo, entre los que destaca el
endeudamiento en los mercados financieros. La modalidad habitual en la que se
materializa este recursoes en forma de emisión de títulos de renta fija que según
los vencimientos se denominan letras del tesoro, bonos u obligaciones con plazos
que vandesde los seis mesesa los treinta años, respectivamente.Trasdos brutales
agresiones exógenas de los mercados, en forma de pandemia Covid y de la
invasión de Ucrania con el estallido de los precios energéticos, el importe total de
la deuda pública emitida en España a enero de 2022 es de 1,42 billones de euros.
¿Es 1,42 billones de euros un nivel de deuda seguro o peligroso? A abordar esta
pregunta dedicaremos las líneas que siguen.
El primer tema a dilucidar es la definición de ‘inseguro’ o ‘peligroso’. Podríamos
convenir en la siguiente: la deuda se torna un peligro cuando existe un riesgo
significativo de que el cociente de deuda a PIB aumente de forma continuada,
apuntando al impago en algún momento del futuro. Los ingredientes de
peligrosidad de la deuda se cuentan por cerca de una decena. Veamos algunos,
referidos básicamente a la economía española, adelantando la conclusión de que,
siendo manifiestamente mejorable, la situación de nuestro endeudamiento
soberano es tan solo, dadas las tendencias, moderadamente preocupante.
Comencemos con la valoración de la deuda en relación con el PIB y a la evolución
de este en el tiempo. Clasificando los países más significativos por su ratio
respecto al PIB, Japón ocuparía la primera posición con un 257% de deuda
respectoal PIB. Los siguientes serían Grecia (206,7%), Cabo Verde(161%) o Italia
(155%). En un siguiente nivel se hallaría España con una deuda/PIB del 121,8%.
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Por encima de España estarían Singapur (138%), Estados Unidos (133%) o
Portugal (131%). Ligeramente por debajo se colocarían Francia (116%), Bélgica
(113%),Chipre (111%) y Canadá (110%). Entre los países con menor deuda pública
relativaal PIB figurarían Hong Kong (2,1%),Kuwait (7,9%) y República del Congo
(12%). Ladeuda vivadeEuskadia31dediciembre de2019ascendía a10.988,6 millones de
euros, un 13,8% del PIB autonómico. Señalemos que la previsión de la ratio en España en
2024habría mejorado hasta el113,5%.
Un segundo indicador de vulnerabilidad de la deuda es la evolución del déficit fiscal de un
país -ingresos tributarios menos gastos presupuestarios- entre PIB. Si el déficit aumenta,
solo puede financiarse con endeudamiento. De ahíqueresulte crítico observarla trayectoria
de recuperación del déficit hacia niveles de moderación. Nuestra evolución del déficit es
decreciente como consecuencia de la reactivación económica por el avance del
proceso de vacunación loqueconstituye una excelenteseñal. Asídel10%en2020,hemos
pasado a6,9% en 2021 y conlaexpectativa,según FUNCAS dealcanzar el5,5%en2022.
La vulnerabilidad de la cartera de deuda pública depende igualmente de su titularidad.
Atendiendo a estecriterio, Japón, el país más endeudado del planeta no estaría en peligro
dado que la práctica totalidad de la deuda japonesa estáen manos de residentes en Japón.
En elcasodeEspaña, en2020,el44,2%estabaerapropiedad denoresidentes, alos quehay
queañadir un 29% en los libros delBanco Central europeo, quedando elresto, el15,22% de
titularidad delos Bancos Nacionales eInstituciones domesticas deinversión colectiva. Estas
cifras se han inclinado desfavorablemente hacia el sector no residente por la decidida
actuación de compra de nuestros títulos por parte del BCE. Sumando las compras de
corporaciones privadas en total, la dependencia de la economía española con la
institución presidida por Cristina Lagarde es de 861.000 millones de euros.
La estructura de la deuda sitúa a la española en un lugar favorable, de cómoda
gestión. Su vida media a marzo de este año es de 8,07 años y el tipo o coste
promedio del 1,54%, con la peculiaridad de cotizar tipos negativos para
vencimientos inferiores a tresaños, por lo que no hay lugar a sobresaltos. Aunque
el tesoro hubiera de enfrentarse a una recesión de los mercados y los tipos
subiesen drásticamente, el 1,54%señalado representaun colchón consistente. Sin
hacer mención a una época de alta inflación que afectase al servicio de la deuda
con recortes debidos a la acción de tipos de interés reales negativos. Obviamente,
tipos de interés reales negativos afectan favorablemente a la dinámica de nuestra
deuda publica.
Resumiendo, no es posible aventurar qué nivel objetivo de deuda es seguro y cual
no. La mala experiencia de la excesiva austeridad aplicada a los principios de
Maastricht y su regla dorada en 2008, agregan una buena dosis de escepticismo
a un número o fórmula única.