Situación y Perspectivas de la Economía Mundial (WESP) 2024-UN.pdf
Covid e incertidumbre
1. COVID E INCERTIDUMBRE.
Manfred Nolte
Aunque, como en muchos otros temas, se apunta a John Maynard Keynes como
el precursor del dilema económico al que nos vamos a referir, se atribuye al
economista estadounidense de la escuela de Chicago Frank Knight el estudio en
profundidad del debateteórico sobrela diferencia entre‘riesgo’ e ‘incertidumbre’,
referida de su obra central ‘Riesgo, Incertidumbrey Beneficio’ (1921).El riesgo es
un evento susceptible de medición. Es posible que no se conozca un resultado
preciso, pero siempre se puede calcular la probabilidad de algunos subeventos
constitutivos del riesgo. La incertidumbre, por el contrario, implica que no hay
información suficiente sobre un entorno o suceso para ni siquiera definir o
valorar la probabilidad de sus consecuencias. La academia asume que, cuando
una situación no es apta para la medición, nos hallamos ante un entorno de
‘incertidumbre de Knight’.
La distinción clásica de Knight entre riesgo e incertidumbre se basa en que
vincula la incertidumbre con situaciones en las que solo podemos formar
probabilidades subjetivas sobre los sucesos. Esta disyuntiva se utilizó luego para
identificar al empresario como alguien que estaba dispuesto a soportar tal
incertidumbre en circunstancias particulares. Mientras que los individuos y las
empresas se basaban en probabilidades objetivas, los empresarios podrían
soportar la incertidumbre asociada con las probabilidades subjetivas.
En general, el medio más común para distinguir la incertidumbre genérica de
Knight del riesgo específico es remitirse a la propia sugerencia de Knight con
2. respecto a la presencia de mercados o instrumentos de cobertura. Si uno puede
asegurarsecontra un resultado desconocido, estamos ante un riesgo; si no puede,
estamos inmersos en la incertidumbre. A medida que se han desarrollado
instrumentos de cobertura cada vez más sofisticados a lo largo de los años, el
riesgo ocupa más espacio y cada vez menos resultados son susceptibles de
clasificarse como ámbitos de incertidumbre. Pero aun con eso y con todo, existe
en el interior de toda persona un detector de situaciones confusas, indefinidas y
de complicada o contradictoria salida. Se vive entonces es una inconfundible y
tortuosa sensación de incertidumbre.
Ochenta y seis años después del innovador análisis de Knight, el investigador
libanés Nassim Taleb publicó la obra que lleva por título ‘El cisne negro’ (2007).
A partir de dicha fecha la economía ha incorporado a su jerga tal figura, portadora
de un triple atributo: se trata de una rareza, porque está fuera de las expectativas
normales; produce un impacto extraordinario; pese a su condición de
imprevisible los distintos agentes sociales ensayan explicaciones a su existencia
con la intención de convertir el suceso en explicable y predecible.
A todos debiera resultarnos familiar la cadena de condiciones referidas por el
sabio libanes, e identificarla con los tiempos inconmensurables que la pandemia
COVID19 y sus catastróficos resultados económicos nos han impuesto.
Verdaderamente el virus surgido en China y expandido por todo el globo
terráqueo se yergue ante nosotros como el último gran cisne negro.
Covid19 ha interrumpido todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas para
sumirlas en la incertidumbre. Resulta altamente complicado cuantificar el riesgo
de nuestras acciones, cómo acudir o no acudir al trabajo, cómo mantener una
determinada relación familiar o social, cómo aceptar o no el riego de entregar a
nuestros hijos a los centros de enseñanza. La incertidumbre abraza a la eficacia
de los tratamientos de la enfermedad y a la mayor o menor presteza en la
aparición de una vacuna.
Pero la incertidumbre derivada del entorno Covid19 ha atenazado a familias y
emprendedores, hasta el punto de modificar sus conductas, de tal manera que en
buen número de ocasiones la apreciación del riesgo se halla ampliamente
influenciada y condicionada por juicios y sentimientos afectivos que han
sustituido a la toma de decisiones racional. El riesgo individual percibido, al
hallarse sesgado, en gran parte por la torpe y sesgada información proporcionada
por los medios de comunicación conduce a una desviación de la toma de
decisiones racionales por parte de los agentes económicos, con su consiguiente
impacto negativo sobre la economía. La incertidumbre desata el pesimismo y
tiene como consecuencia inmediata retrasos en decisiones de compra por parte
de individuos y empresas, con la incidencia negativa directa en la producción
nacional y el empleo.
En no pocas ocasiones las dificultades financieras sobrevenidas, el miedo
exagerado al contagio y el mayor aislamiento provocado por el virus se están
cobrando su peaje en salud mental de los ciudadanos, lo que a su vez repercute
en nueva modificación de las conductas, alejamiento de la realidad y tomas de
decisiones irracionales nocivas para la marcha de la economía.
3. Una recienteencuesta de la Johns Hopkins University ha recogido datos referidos
a la población americana, acerca de la frecuencia con la que los afectados por la
pandemia han experimentado sentimientos de angustia, ansiedad, depresión o
desesperación, como consecuencia de la incertidumbre sistémica creada por
Covid19. Los resultados son significativos. Nuevamente la incertidumbre acarrea
diseconomías notables para el sistema.
Dado que en las circunstancias actuales no es posible protegerse por completo de
la incertidumbre, se hace necesario recurrir a otros criterios y valores personales.
Volver a los principios que sustentan la solidez de la vida personal, para resistir
los efectos nocivos de la incertidumbre, y racionalizar las expectativas adoptando
un tono de optimismo moderado, pero de éxito finalista.
El estado anticlico y beligerante juega en este escenario un papel decisivo de
estabilizador de la economía privada y de recurso de ultima instancia,
proponiendo convertir en riesgo con soluciones lo que ahora es, en gran medida,
incertidumbre, brindando ayuda de emergencia a las personas y los sectores
económicos más afectados.