TALLER DE DEMOCRACIA Y GOBIERNO ESCOLAR-COMPETENCIAS N°3.docx
Evaluacion educativa
1. Leocadia Rodriguez
Aspectos generales de la evaluación educativa
La evaluación es quizá uno de los temas con mayor protagonismo del ámbito educativo,
y no porque se trate de un tema nuevo, sino porque administradores, educadores, padres,
alumnos y toda la sociedad en su conjunto, son más conscientes que nunca de la
importancia y las repercusiones del hecho de evaluar o de ser evaluado.
La palabra es un término que se viene usando mucho en las últimas décadas y que en la
actualidad está cargado de nuevos significados. Esta apreciación nos debe permitir
flexibilizar nuestra mente para ser capaces de captar lo que hoy se entiende por
evaluación.
Antiguamente se entendía por evaluación, o se hablaba de ella en términos de corrección,
de examen, de “cambio de nivel”, del grado de ajuste a unas normas o criterios. En épocas
más recientes, la evaluación se ha ejercido como control; se ha aplicado más al producto
y a los resultados que a los procesos; ha sido más comprendida como medida y
cuantificación; se ha polarizado en exceso en el alumno y su rendimiento más que en
cualquier otro factor del proceso de enseñanza-aprendizaje y se ha usado para comparar
y clasificar.
Tradicionalmente, la evaluación se ha venido aplicando casi con exclusividad al
rendimiento de los alumnos, a los contenidos referidos a conceptos, hechos, principios,
etc., adquiridos por ellos en los procesos de enseñanza. A partir de los años sesenta, la
evaluación se ha extendido a otros ámbitos educativos: actitudes, destrezas, programas
educativos, materiales curriculares didácticos, la práctica docente, los centros escolares,
el sistema educativo en su conjunto y la propia evaluación.
2. Esta extensión de la evaluación a otros ámbitos tuvo lugar en los Estados Unidos a finales
de los años 50 debido a circunstancias tales como: la crítica a la eficacia de las escuelas
públicas, la gran inversión dedicada a la educación que exigía una rendición de cuentas
(Accountability), etc. Por tanto, el campo de aplicación de la evaluación se extiende a
alumnos, profesores, directivos, instituciones, la administración, etc. Y va a ser,
precisamente, a raíz de la extensión del ámbito evaluador cuando van a surgir una serie
de modelos de evaluación de gran relevancia.
En muchos momentos, la evaluación educativa es entendida como fuente de mejora.
Podemos afirmar con rotundidad que sin evaluación no hay mejora posible y que sólo
evaluando de continuo es como lograremos mejorar progresivamente. La evaluación nos
permite conocer lo que sucede en la escuela, valorarlo y actuar más eficazmente.
La evaluación es un proceso sistemático de reflexión sobre la práctica”(Rosales, 1989).
Es importante que la evaluación se base más en la práctica en lo que realmente acontece
y se da en el alumno y en la escuela a diario y que dicha reflexión y todo lo que ella
conlleva (recogida de datos, análisis y evaluación de los mismos) se haga procesal y
sistemáticamente. Progresiva y con criterio y no de forma puntual y desorganizada.
La Evaluación es un conjunto de actividades programadas para recoger información sobre
la que los profesores y alumnos reflexionan y toman decisiones para mejorar sus
estrategias de enseñanzas y aprendizaje e introducir en el proceso en curso las
correcciones necesarias.
Es un proceso sistemático de recogida de datos, incorporados al sistema general de
actuación educativa, que permite información válida y fiable para formar juicios de valor
acerca de una situación. Estos juicios a su vez, se utilizan en la toma de decisiones que
permita mejorar la actividad educativa valorada.
3. Según Flores R. (2003), Sostiene que la evaluación educativa, es una indagación aplicada
que se propone determinar el grado en que una organización o programa logra satisfacer
las necesidades y alcanzar sus objetivos, o la efectividad de una institución en aplicación
de los conocimientos científicos. Aunque pueden utilizarse metodologías científicas para
lograr conocimientos objetivos, válidos y confiables, su manejo deseable no se aíslan sino
que todas intervienen. No hay variables extrañas y por eso los conocimientos no son
generalizables; su criterio de éxito depende de su utilidad en la toma de decisiones para
el mejoramiento de la institución.
Por lado Castillo .S (2003) Ahora bien, en la base de la concepción actual, de la
evacuación, tanto en la que se asienta en la legislación educativa, como en las diferentes
definición por los distintos autores hay un caracteriza básica, sin cuya presencia no es
posible conseguir la autentica evaluación. En primer lugar, hay que considerar la
evaluación como un proceso dinámico abierto y contextualizado que se desarrolla a los
largo de un periodo de tiempo; no es una acción puntual o aislada. Es segundo lugar, se
ha de cumplir varios pasos durante dicho proceso para que puedan obtener información,
emitir juicio de valor y tomar decisiones.
Para Popham, (1990). La evaluación es una actividad inherente a toda actividad humana
intencional, por lo que debe ser sistemática, y que su objetivo es determinar el valor de
algo.
Mientras que García Ramos, (1989). Es una actividad o un proceso sistemático de
identificación, recogida o tratamiento de datos sobre elementos o hechos educativos, con
el objetivo de valorarlos primero y, sobre dicha valoración, tomar decisiones.
Según el MED (2007) Evaluación de los aprendizajes es un proceso, mediante el cual se
observa, recoge y analiza información relevante, respeto al proceso de aprendizaje de los
4. estudiantes con finalidad de reflexión, evitar juicio de valor y tomar decisiones pertinentes
para optimizarlo.
Según MED (2008) La evaluación de los aprendizajes en este ciclo, es un proceso
permanente que está ligado a la acción educativa y permite conocer el proceso de
aprendizaje de los niños para tomar decisiones acerca de la intervención educativa. La
evaluación debe ayudar al niño en el desarrollo de su autoestima. En este proceso
evaluamos competencias, según las capacidades y actitudes del ciclo.
Importancia de la evaluación
La evaluación es importante desde un enfoque curricular porque está centrado en la
formación integral de la forma mediante el desarrollo de capacidades, actitudes y
adquisición de conocimientos, validos para acceder al mundo laboral, a los estudios
superiores y al ejercicio pleno de la ciudadana.
Desde el enfoque humanista, es importante, porque respeta las diferencia individuales que
atienden las dimensiones afectivas y valorativa de los estudiantes y que se desarrolle en
su clima de familiaridad, sin presiones de ningún tipo.
Desde enfoque cognitivo, la evaluación es importante, porque servirá para determinar si
se está desarrollando o no los conocimientos, capacidades y actitudes. Esto permite poner
en claro la forma como se aprende y no únicamente en los resultados o en la reproducción
memorista del conocimiento.
Desde la perspectiva sociocultural es importante porque requiere la participación de todos
los involucrados en la actividad educativa, que los estudiantes sean protagonista activos
5. en el proceso de evaluación y que asumen responsabilidad, mediante la autoevaluación y
heteroevaluación.
Características de la evaluación educativa
La evaluación se caracteriza como un proceso que implica recogida de información con
una posterior interpretación en función del contraste con determinadas instancias de
referencia o patrones de deseabilidad, para hacer posible la emisión de un juicio de valor
que permita orientar la acción o la toma de decisiones. Algunos puntos estratégicos de la
evaluación nos hacen referencia a señalar que es un:
Proceso sistemático de reflexión sobre la práctica.
Recogida de datos para conocer y tomar decisiones.
Es continua.
Sirve de instrumento de diálogo, comprensión y mejora.
En la actualidad son muchos los autores que hablan de la evaluación como una
realidad colaborativa, ya que todos deben participar en todo el proceso evaluativo:
recogiendo datos, analizándolos, tomando decisiones y acometiendo
posteriormente las mejoras propuestas.
Toda acción evaluativa debe reunir una serie de características si desea responder a lo que
se propone.
Integral: Comprende e integra lo conceptual, lo procedimental, lo actitudinal; se ocupa
de todas las manifestaciones de la personalidad; atiende y da significación a todos los
factores, tanto internos como externos que condicionan la personalidad del educando y
determinan el rendimiento educativo; relaciona todos los aspectos de la formación de
rasgos personales, lo cual obliga a utilizar los más diversos medios, procedimientos y
técnicas.
6. Sistemática: Responde a un plan previamente elaborado, no se improvisa; forma parte
inseparable e importante del proceso educativo; obedece a unas normas y criterios
preestablecidos.
Continua: Es la característica que confiere a la evaluación su dimensión formativa o
retroalimenta dota, aporta en cualquiera de los ámbitos a los que se aplica un feedback,
para modificar aquellos aspectos, elementos o factores que sean susceptibles de mejora.
Acumulativa: Requiere el registro de todas las observaciones que se realicen en el
momento de calificar; las acciones más significativas de la conducta del alumno deben
relacionarse entre sí para determinar sus causas y efectos.
Científica: Atiende a la apreciación de los más diversos aprendizajes y a todas las
manifestaciones de la personalidad y de la conducta del individuo; requiere el uso de
técnicas, métodos y procedimientos debidamente garantizados como fiables y válidos; se
vale de métodos estadísticos.
Indirecta: Evalúa las manifestaciones externas a través de las observaciones de los
comportamientos observables.
Orientadora: Ayuda al alumno en su proceso de aprendizaje y al educador en lo que a
su capacidad de enseñar se refiere.
Crítica: Después de un estudio criterioso, se emite juicio objetivo e imparcial.
Funcional: La evaluación se hace en función a una programación y objetivo.
Cooperativa: Participan todos los que intervienen en el proceso de aprendizaje.
Educativa: Busca el perfeccionamiento de los alumnos.
Criterial: Valora el rendimiento del alumno, teniendo en cuenta sus progresos y con
referencia a objetivos preestablecidos.
Flexible: La evaluación debe adecuarse a la diversidad de capacidades. La flexibilidad se
basa en dos circunstancias, una en el ambiente en el que se desarrolla la vida del alumno,
la otra en el acontecimiento inesperado como enfermedades, desastres naturales, como
inundaciones y otros.
Tipos de evaluación educativa
7. Esta clasificación atiende a diferentes criterios. Por tanto, se emplean uno u otro en
función del propósito de la evaluación, a los impulsores o ejecutores de la misma, a cada
situación concreta, a los recursos con los que contemos, a los destinatarios del informe
evaluador y a otros factores.
Según su finalidad y función:
Función formativa: la evaluación se utiliza preferentemente como estrategia de
mejora y para ajustar sobre la marcha, los procesos educativos de cara a conseguir
las metas u objetivos previstos. Es la más apropiada para la evaluación de
procesos, aunque también es formativa la evaluación de productos educativos,
siempre que sus resultados se empleen para la mejor de los mismos. Suele
identificarse con la evaluación continua.
Función sumativa: suele aplicarse más en la evaluación de productos, es decir, de
procesos terminados, con realizaciones precisas y valorables. Con la evaluación
no se pretende modificar, ajustar o mejorar el objeto de la evaluación, sino
simplemente determinar su valía, en función del empleo que se desea hacer del
mismo posteriormente.
Según su extensión
Evaluación global: se pretende abarcar todos los componentes o dimensiones del
alumnos, del centro educativo, del programa, etc. Se considera el objeto de la
evaluación de un modo holístico, como una totalidad interactuante, en la que
cualquier modificación en uno de sus componentes o dimensiones tiene
consecuencias en el resto. Con este tipo de evaluación, la comprensión de la
realidad evaluada aumenta, pero no siempre es necesaria o posible. El modelo
más conocido es el CIPP de Stufflebeam.
Evaluación parcial: pretende el estudio o valoración de determinados
componentes o dimensiones de un centro, de un programa educativo, de
rendimiento de un alumno, etc.
8. Según los agentes evaluadores
Evaluación interna: es aquella que es llevada a cabo y promovida por los propios
integrantes de un centro, un programa educativo, etc. A su vez, la evaluación
interna ofrece diversas alternativas de realización: autoevaluación,
heteroevaluación y coevaluación. Autoevaluación: los evaluadores evalúan su
propio trabajo (un alumno su rendimiento, un centro o programa su propio
funcionamiento, etc).
El modelo de autoevaluación implica actividad colectiva y supera la consolidación que
atribuye todas las causas de los eventos a acciones individuales. En este sentido resulta
ser una clave fundamental en la reestructuración institucional, sustituyendo el control
burocrático y unidireccional por la autorregulación y autocontrol.
La participación en los procesos de autoevaluación no sólo es una exigencia técnica, sino
social. La participación de los usuarios de las instituciones aporta validez a las preguntas,
indicadores, criterios, etc. El problema no residirá en admitir esa participación sino en
delimitar la forma y el grado como se ha de desarrollar.
La autoevaluación como concreción de una reflexión permanente y compartida sobre la
acción educativa deja así de ser sentida como una amenaza, fiscalización o imposición
para convertirse en una excusa, medio para el intercambio, el encuentro o la ayuda.
Heteroeçvaluación: evalúan una actividad, objeto o producto, evaluadores distintos a las
personas evaluadas (el Consejo Escolar al Claustro de profesores, un profesor a sus
alumnos, etc.) Coevaluación: es aquella en la que unos sujetos o grupos se evalúan
mútuamente (alumnos y profesores mutuamente, unos y otros equipos docentes, el equipo
directivo al Consejo Escolar y viceversa).
Evaluadores y evaluados intercambian su papel alternativamente.
9. Evaluación externa: se da cuando agentes no integrantes de un centro escolar o
de un programa evalúan su funcionamiento. Suele ser el caso de la "evaluación
de expertos". Estos evaluadores pueden ser inspectores de evaluación, miembros
de la Administración, investigadores, equipos de apoyo a la escuela, etc.
Estos dos tipos de evaluación son muy necesarios y se complementan mutuamente. En el
caso de la evaluación de centro, sobre todo, se están extendiendo la figura del "asesor
externo", que permite que el propio centro o programa se evalúe a sí mismo, pero le ofrece
su asesoría técnica y cierta objetividad por su no implicación en la vida del centro.
Según el momento de aplicación
Evaluación inicial: se realiza al comienzo del curso académico, de la
implantación de un programa educativo, del funcionamiento de una institución
escolar, etc. Consiste en la recogida de datos en la situación de partida. Es
imprescindible para iniciar cualquier cambio educativo, para decidir los
objetivos que se pueden y deben conseguir y también para valorar si al final de
un proceso, los resultados son satisfactorios o insatisfactorios.
Evaluación procesual: consiste en la valoración a través de la recogida continua y
sistemática de datos, del funcionamiento de un centro, de un programa educativo,
del proceso de aprendizaje de un alumno, de la eficacia de un profesor, etc. a lo
largo del periodo de tiempo fijado para la consecución de unas metas u objetivos.
La evaluación procesual es de gran importancia dentro de una concepción
formativa de la evaluación, porque permite tomar decisiones de mejora sobre la
marcha.
Evaluación final: consiste en la recogida y valoración de unos datos al finalizar
un periodo de tiempo previsto para la realización de un aprendizaje, un programa,
un trabajo, un curso escolar, etc. o para la consecución de unos objetivos.
10. Finalidad de la evaluación educativa
La finalidad es valorar y criticar en función de los objetivos con el propósito de mejorar
la calidad educativa. Por ello podemos señalar los siguientes pasos:
1. Recoger información: En todo proceso evaluativo la recogida de datos es esencial.
Debemos desempeñar un difícil equilibrio que va entre no tener datos o muy escasamente
y el tener demasiados datos. Para esta recogida de la información hay que buscar los
momentos adecuados, usar los instrumentos y técnicas que mejor se ajusten a la
información que queremos obtener. Podemos y debemos registrar tanto datos cualitativos
como cuantitativos.
2. Analizarla: Una vez recopilada la información hay que analizarla. Valorar y contrastar
lo obtenido con lo proporcionado. Detectar en qué confluyen y en qué se distancian.
3. Informar: Es muy importante dar a conocer los resultados obtenidos a todos los
afectados e interesados en ellos.
4. Tomar decisiones: Recogidos los datos y analizados hay que tomar decisiones sobre a
qué se debe dar continuidad y qué hay que reconducir: programas, actuación docente,
métodos, selección de actividades, etc.
5. Actuar: Trazadas las posibles mejoras a abordar debemos ser responsables y abordarlas
con la finalidad de realizarlas.
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