1. RELATOS DEL BOSQUE
5º Curso de primaria
C.P. Arturo Dúo – Cuso 2006 - 2007
2. Por David Infante
EL CERVATILLLO ATRAPADO
Una mañana soleada de verano decidí ir al bosque a
observar animales.
Allí encontramos un cervatillo malherido por un
impacto de bala. El bosque dijo que vio como le
atacaban y juró vengarse al día siguiente cuando
volvieran a por él. Esa noche hizo un plan. Siete árboles
irían por la izquierda y nueve por la derecha, lentamente.
Por atrás irían las familias más numerosas de lobos y
zorros. Y, finalmente, el bosque restante penetraría por el centro.
Llegaron a por él y el bosque terminó con los pillos ilegales, sin papeles para
cazar.
Y así una vez más la ciencia vence a las fuerzas del mal.
FIN
3. LA PIEDRA MALDITA
por Marina Beraza
Hace tan solo cuatro o cinco años, una mujer avisó de que había
encontrado una extraña piedra. Científicos de todo el mundo
examinaron esa piedra, pero ninguno dio con su origen. Se dice
que era una de las siete piedras malditas de Tutancamon y que, si
las tenías todas, podías dominar el mundo. Todavía no se ha
descubierto su origen.
Y aquí comienza nuestra historia.
Era un día lluvioso de invierno en el que yo descansaba en mi casa tranquilamente
después de unas semanas de trabajo. Puse la televisión para ver las noticias. No
había pasado nada especial: que si el presidente dice una cosa, que si la oposición
se queja, que el Real Madrid quiere echar a un jugador del equipo porque van mal
etc… Ya iba a apagar la televisión cuando una noticia me llamó la atención:
Una mujer había muerto en su casa sin tener problemas del corazón, de los
pulmones…
Me di cuenta de que era mi vecina de enfrente la que había fallecido. Fui a
investigar, pero no me dejaron pasar hasta que dije que era Katrin Holmes.
Dentro de la casa había muchos policías y forenses. Le pregunte al doctor House, un
antiguo compañero de clase, si se había encontrado algo en la víctima, pero me dijo
que no. También le pregunté a un señor que me dijo:
4. - Esa señora se llevó de mi tienda, justo antes de fallecer, una piedra que no
encuentro. Y no se la pudo dar a nadie porque yo he estado con ella en esta casa.
Le hice unas cuantas preguntas más acerca de la piedra que me ayudaron mucho.
En cuanto llegué a casa llamé a Julia, una compañera de trabajo, y le dije que no iría
durante dos semanas al trabajo. Luego llamé a Jon y le expliqué lo que había
pasado y me dijo que se pondría en contacto con otras personas y que nos veríamos
el lunes, a las cinco de la mañana, en el aeropuerto.
Llegó el lunes y allí estábamos todos, los seis, como en los viejos tiempos. Oímos el
anuncio del despegue del avión y embarcamos.
Pasadas doce horas estábamos en el Himalaya. Nuestra misión era destruir la
piedra que había matado a Laura. Dejamos las cosas en el hotel y fuimos en busca
de la piedra.
Primero subimos al Son y no había nada. Al día siguiente fuimos al Groen y ahí
estaba. Solo había un problema, que estaba en manos de otra persona. Peleamos y
peleamos hasta conseguirla. Tuvimos que esperar hasta la noche para poder
destruirla. Así que, hasta entonces, fuimos a la policía a decir lo que había pasado y
nos dieron un premio. Cuando llegó la noche había mucha gente contemplando la
piedra. A las doce en punto todos se apartaron para dejarnos paso.
Al día siguiente volvimos a casa contentos de haber tenido otra aventura y que
hubiera salido bien.
Ahora estoy feliz con mi familia celebrando el gran éxito.
Fin
5. Por Andrea
EL BOSQUE
Érase una vez una familia de ciervos que vivían en un bosque
donde nadie había entrado jamás. Los días pasaban muy felices.
Los cervatillos jugaban mientras sus padres hablaban del invierno
que se acercaba.
Un día, no había amanecido aún, mientras sus padres buscaban
provisiones para el invierno, se empezaron a oír unas veces a lo lejos.
De pronto aparecieron los ciervos, que decían nerviosos:
– Nos tenemos que ir a otro lugar más seguro del bosque, pues los cazadores vienen
hacia aquí.
No terminó de decirlo cuando se oyeron disparos. Corrieron todo lo que pudieron
hasta que llegaron al otro lado del bosque. Ya empezaba a amanecer cuando un grupo
de ciervos observaron que salía humo de una casa, entonces se dieron cuenta que
estaban cerca del pueblo. Se acercaron con mucha cautela hacia la casa. De pronto
apareció un niño y le dice:
– ¿Qué os pasa? ¿Por qué estáis tan asustados?
Los ciervos le contaron la historia y el padre decidió que podría pasar el invierno
allí.
FIN
6. Por Andrea
Mamá, cómprame un perro
Érase una vez una madre que no quería tener animales en casa, y el
hijo le decía:
- Mamá, cómprame un perro.
-Hijo, no quiero tener un perro en casa porque mancha mucho.
El niño, cuando se iba a la cama, pensaba como podía convencer a su
madre.
Un día, cuando se levanto por la mañana y estaba desayunando, le dijo la madre:
-Si sacas buenas notas en el colegio y te portas bien…
- ¿Me comprarás el perro?
La madre le contesto:
- Lo tendré que consultar con tu padre. Además un perro no es un juguete, también hay que
bañarle, pasearle, etc.
Al día siguiente sus padres cambiaron de opinión y le compraron un perro, un cachorro
blanco y jugaba mucho con él.
Cuando salía del colegio hacía los deberes y sacaba a pasear todos los días a su perro.
Desde entonces sacaba muy buenas notas en el colegio y sus padres estaban muy contentos
con él y con el cachorro.
FIN
7. Por Belén Camuñez
EL BOSQUE LIMPIO
Un día, en la clase de Juan, la maestra dijo que iban a ir al
bosque a recoger la basura que había tirada. A Juan no le apetecía
recoger la basura que otras personas habían tirado y se enfadó
mucho. Si Juan iba al bosque era para jugar, buscar animales,
recoger frutos… pero no a recoger basura.
En la hora de comer se lo contó a sus padres, que se llamaban Sofia y Javier. A sus
padres les pareció bien la idea de limpiar el bosque y no contaminarlo.
Al día siguiente Juan se levantó, se puso un chándal y playeras, cogió unas cuántas
bolsas de basura, un par de guantes y se fue al colegio. Cuando llegaron todos los
niños se pusieron de marcha al bosque.
Juan y sus compañeros iban hablando de que como casi nunca iba nadie al bosque
habría poca basura y acabarían prontísimo. Pero cuando llegaron se quedaron con
la boca abierta. Había mucha basura tirada por el suelo, árboles caídos, vieron un río
contaminado con peces muertos porque había poquísima agua. Toda la clase
estaban asombrados, no podían creer que hubiera gente que ensuciara tanto el
medio ambiente.
Todos los niños empezaron a limpiar, estuvieron horas y horas limpiando y, cuando
se dieron cuenta, se había pasado la hora de clase pero decidieron volver al día
siguiente.
Volvieron y tampoco acabaron. Y así hasta el tercer día.
8. En los tres días limpiaron el río, recogieron el resto de basura, encontraron animales
heridos y los curaron, apagaron fogatas mal apagadas... Dejaron el bosque limpio.
Al fin y al cabo Juan se sentía orgulloso por haber ayudado. Antes de marcharse
pusieron carteles de no hacer fuego, cuidar a los animales, no tirar basura y no
contaminar los ríos.
Juan aprendió una lección:
” Qué es muy importante cuidar el medio ambiente “
FIN
9. PASADIZO EN EL BOSQUE
Por David Infante
Esta historia que voy a contar ocurrió en Madrid un día martes 13.
Estábamos unos amigos: Carlos Guillermo, Andresa, Alejandra y yo.
Decidimos ir al bosque a observar animales.
Vimos un conejo, una urraca, una ardilla... Cuando nos fuimos descubrimos otro
conejo que estaba corriendo y le teníamos al alcance de la mano para cogerle y
quedárnoslo como animal doméstico. Le seguimos y se metió en un seto pequeño
que daba a una pared. Manuel metió la mano y no tocó la piedra de la pared. Dijo
que después del seto no había pared. Metimos la mano todos y lo comprobamos.
Carlos tuvo la idea de que mañana viniéramos a explorar.²
- Mañana nos reunimos a las tres y media aquí - dijo Alejandra.
- Vale - acordamos todos.
Ese día comí rápido y, como mi casa no estaba lejos del bosque, llegué allí el
primero.
Nos costó encontrar el seto elegido ya que dimos vueltas y vueltas hasta las cinco.
Al fin lo encontramos. Llevábamos todo lo necesario. Apartamos el seto y vimos un
pasadizo que era lo suficientemente grande como para pasar a gatas. Pasamos todos
10. por el pasadizo durante un buen rato. Llegamos a una sala como de unos 25 m².
Encendimos las linternas y vimos alrededor de...
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Treinta conejos!!!!!!!!!!
Yo fui a mi casa corriendo a toda mecha a por cajas mientras mis amigos se
quedaban con las crías de conejo intentando bloquear la entrada para que no se nos
fueran. Cogí dos jaulas y tres cajas para poder transportar los conejos que cada uno
quería. Cada uno de nosotros se cogió 2 conejos.
¡¡Ya veis por que los martes 13 no siempre son malos!!
FIN
