El documento describe el síndrome de inmovilización, que se define como una disminución de la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria debido al deterioro de las funciones motoras. Afecta principalmente a personas mayores de 65 años y su prevalencia aumenta con la edad. Los síntomas incluyen disminución de la fuerza muscular, osteoporosis, problemas digestivos e infecciones del tracto urinario. El tratamiento implica identificar y tratar la causa subyacente, utilizar ayudas como bastones o sillas de ruedas