1. UNIVERSIDAD YACAMBÚ
FACULTAD DE HUMANIDADES
LICENCIATURA EN PSICOLOGIA
LAPSO: 2022-1
EVALUACIÓN COMUNITARIA
Autores:
Mariela Yánez Díaz. HPS-203-00140V
Maria Andreina Aldana. HPS’172’00103V
Juan Carlos Vera HPS- 163-00065V
Tutora:
Rosanny Gabriela Córdoba Guillen
Barquisimeto, abril 2022
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Introducción
Antes de hablar de los aspectos trabajados en esta comunidad, es
importante saber que funciones tiene el psicólogo y en que se basa dicha
disciplina.
¿Qué hacen los psicólogos comunitarios y la psicología
comunitaria?
Va más allá de la salud mental, está interesada en el cambio social
y desea dirigir la intervención a muchos niveles para así conseguir el
cambio. Dichos niveles son el organizacional, institucional y comunitario.
Se debe ofrecer por tanto una guía de búsqueda para nuevas soluciones.
Esto se hace usando las ciencias sociales como el instrumento de cambio.
El desarrollo teórico y metodológico para la investigación es de
gran importancia en este proceso junto con la participación de los
psicólogos y la relevancia de las ciencias sociales. Un aspecto a destacar
es la acción participación ya que es esta la estrategia metodológica que
sigue la psicología comunitaria. Dentro de la acción participación se usa la
metodología experimental y la cualitativa. La investigación- acción es en
este proceso el nexo entre la teoría y la práctica característicos de esta
disciplina. Para conseguir los objetivos planteados el Psicólogo debe
promover la participación de la comunidad en el plan de desarrollo de la
intervención.
La psicología comunitaria realiza su análisis a nivel
supraindividual, es decir, aborda necesidades de los individuos desde el
contexto donde se desenvuelve. El psicólogo sitúa al individuo en el plano
social del que procede y le pide una participación activa. La intervención
por tanto está dirigida al análisis del contexto y las necesidades de los
individuos. Conseguir la participación, es conseguir comunidades
competentes esto supone un fuerte compromiso con la intervención.
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Como punto de partida para este trabajo tomamos como muestra a
la comunidad de “La Pintera”, comunidad ubicada en la ciudad de Maracay,
estado Aragua, de la cual describiremos a continuación la ubicación
geográfica, número de habitantes, la historia, métodos de evaluación que
aplicaremos a dicha comunidad y demás características.
Se trata de una comunidad pequeña donde sus habitantes,
actualmente, han logrado mejorar la calidad de vida tanto como de sus
viviendas como las áreas de la comunidad.
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Descripción de la Comunidad
Para el siguiente proyecto se ha considerado la Comunidad de La
Pintera, que se encuentra ubicada en La Morita 2, al noroeste de Maracay
del estado Aragua en Venezuela. En el municipio Francisco Linares
Alcántara, siendo el Parcelamiento # 35 del Sector Santa Inés.
Imagen recuperada de Google Maps
La Comunidad está formada actualmente por 86 familias, cuenta con
344 habitantes para febrero de 2022. Un 67 % son mujeres, predominando
como actividad económica trabajo en empresas de algunos padres cabezas
de hogar, economía informal y algunos comercios prestadores de servicios
en los hogares tales como barbería, costura, albañilería, refrigeración, entre
otros. Sus fundadores María Salazar (quien falleció por COVID-19 durante
el brote de la pandemia) y el Ing. José Pinto, de donde se origina el nombre
“La Pintera” se dedicaron a dividir el lote que en sus origines fue una parcela
de uso agrícola, hace aproximadamente unos 19 años, según cuentan los
propios vecinos. Una vez con los servicios básicos y en reunión de vecinos
se asignaron los nombres a cada una de las 2 calles principales (El
Encuentro y El Samán) así como a las transversales (Calles Simón
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Rodríguez, La Esperanza, Alí Primera y Negro Primero), donando la parte
posterior para la construcción de una escuela, que se construyó siendo
gobernador Rafael Isea y que fue inscrita en la secretaría de educación con
el mismo nombre del populoso conjunto residencial, la Unidad Educativa
Estadal “La Pintera” inaugurada hace unos 7 años.
La mayoría de los jóvenes han emigrado en busca de mejores
opciones de vida, apoyando económicamente a quienes quedaron en el
barrio. Constituida como consejo comunal La Pintera, es de admirar el
trabajo en pro de la comunidad, logrando la sustitución completa de
ranchos por casas dignas, servicio de aguas blancas, aguas servidas,
electricidad, TV por cable, actualmente con un tendido de fibra óptica para
servicio de internet, que se celebran como victoria en equipo de cada uno
de los habitantes. Religiosamente, la mayoría se declaran cristianos
evangélicos destacando que conviven 3 iglesias diferentes nacidas en el
sector y que apoyan con actividades culturales y recreativas. El nivel
promedio de estudios es el bachillerato completo, por la mayoría de las
amas de casa, destacando en la generación juvenil, estudiantes
universitarios que optan por carreras militares, de enfermería y educación.
Finalmente se conoce que el último proyecto que se emprende es el
de lograr el asfaltado en todas las calles, ya que solo se tiene en la calle
principal que da acceso a la escuela ya mencionada. Por coronavirus, se
reportaron unos 4 fallecimientos que permitieron estrechar lazos de
solidaridad entre los vecinos. Sectores como este representan un gran
potencial para un proyecto comunitario con énfasis en la Psicología
Comunitaria, siendo a la vez un importante desafío en este ámbito
profesional.
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Calle La Esperanza
Calle El Encuentro
Modelo teórico de intervención comunitaria. Comunidad “La
Pintera”.
El modelo teórico comunitario a través del cual se abordará la aludida
comunidad, es el denominado Empowerment, también conocido como el
Modelo de Competencia, Modelo de capacidades, entre otras
denominaciones, creado por Rappaport (citado en Estévez et al, 2011).
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Este modelo de intervención alternativo, se fundamenta en asumir que
los ciudadanos, tienen capacidades, habilidades, destrezas y
potencialidades sociales y emocionales, para lograr cambios importantes y
necesarios en sus vidas y en su entorno, cuyos recursos personológicos,
les van a permitir ser sujetos de salud, tener calidad de vida. Por tanto,
dicha intervención no se va a enfocar en la enfermedad o patologías, sino
más bien, en la promoción de conductas saludables (Costa y López, 1987).
En este orden de ideas, a decir de Ramiro (2018) El modelo teórico de
intervención comunitaria que nos ocupa, hace énfasis en la relevancia
psicológica, ya que considera que las personas son portadoras de recursos
y potencialidades, enmarcándose en el nivel mesosocial, donde se
encuentra la comunidad, sin ánimo de involucrarse en los sistemas del nivel
macrosocial, lo cual hace más útiles sus constructos.
Por otra parte, la autora en mención, considera que el modelo de marras,
promociona conductas sanas, a partir del conocimiento científico
compartido por profesionales y la comunidad y de esta manera, establecer
una relación interactiva que tiene como interés primordial en el desarrollo.
Justificación
Prima facie, la intervención comunitaria desde el Modelo de
Competencia, que se realizará por los profesionales de la psicología, parte
del hecho de que los ciudadanos de “La Pintera”, han obtenido una serie
de beneficios y mejoras de su comunidad, con el esfuerzo mancomunado
de sus integrantes, por lo que se evidencia claros indicios de su
organización, trabajo en equipo, espíritu colaborativo que les ha permitido
llevar a cabo una serie de iniciativas que se han convertido en punta de
lanza de quienes dirigen comunalmente dicho sector, objeto de ser
emulado por otras comunidades.
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De tal manera que, a través de nuestra intervención psicológica
propondremos a la comunidad en referencia, una serie de actividades
grupales, talleres psico-educativos, de crecimiento personal y cursos
formativos, con el propósito de potenciar sus recursos internos y que
puedan desplegarlos, así como también, reforzar y elevar la autoestima, el
ser resilientes, la libertad con responsabilidad, para afrontar los desafíos
que se presentan en la cotidianidad; toda vez que, debido a la situación de
pandemia, la cual tocó a buena parte de las comunidades, y por ende, la
Comunidad “La Pintera”, no fue la excepción, es imprescindible un abordaje
bio-psico-social y espiritual, para que, por medio de las actividades
formativas puedan capacitarse y de esta manera, prevenir y resolver
problemas propios, superar emocionalmente las experiencias vividas y
aprender de ellas, lo cual ha dejado secuelas, no solo a nivel orgánico, sino
también, en las otras dimensiones de la persona, como lo es la psicológica
y mediante las capacitaciones, brindar herramientas para el manejo del
estrés y otras enfermedades, de una manera adecuada.
Métodos de evaluación de necesidades
El método de evaluación aplicado a esta comunidad tiene como nombre
grupo focal o también conocido como focus groups, es una técnica de
investigación utilizada para recopilar datos a través de la interacción grupal.
El grupo está compuesto por un pequeño número de personas
cuidadosamente seleccionadas en función de un conjunto de criterios
predeterminados, como ubicación, edad, nivel socioeconómico, raza, etc.
Para Martínez-Miguelez, el grupo focal “es un método de investigación
colectivista, más que individualista, y se centra en la pluralidad y variedad
de las actitudes, experiencias y creencias de los participantes, y lo hace en
un espacio de tiempo relativamente corto”.
Mientras que para Krueger (1991), el grupo focal se define como una
discusión cuidadosamente diseñada para obtener las percepciones de los
participantes sobre un área particular de interés.
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REFERENCIAS
Costa M. y López E. (1987). Psicología social comunitaria. Papeles del
Psicólogo [Revista en línea]. Disponible:
https://www.papelesdelpsicologo.es/resumen?pii=29 [Consulta: 2022,
Abril 23].
Estévez E., Jiménez, T. y Musitu, G. (2011). Empowerment y desarrollo
comunitario. En I. Fernández, J. F. Morales y F. Molero (Coords.).
Psicología de la intervención comunitaria. Bilbao: Desclée De Brower.
[Libro en línea ] Disponible:
https://www.researchgate.net/publication/278775932_Apoyo_social_e_i
ntervencion_social_y_comunitaria [Consulta: 2022, Abril 23].
Musito, G., Buelga, S., Vera, A., Avila, M. y Arango, C. (2009). Psicología
social comunitaria. Editorial Trillas: México [Libro en línea ] Disponible:
https://es.scribd.com/doc/220609827/Psicologia-Social-Comunitaria-
musito-y-Buelga-2009?msclkid=f0eb7661ad5f11eca07d950b9da0a59c
[Consulta: 2022, Abril 23].
Ramiro Sánchez, Y. (2018). Los modelos teóricos en Psicología
Comunitaria. Psicología online. Disponible: https://www.psicologia-
online.com/los-modelos-teoricos-en-psicologia-comunitaria-1503.html
[Consulta: 2022, Abril 23].
