El documento habla sobre la importancia de la Eucaristía como un banquete donde los creyentes comparten el pan y el vino con Jesús, recibiendo vida eterna. La Eucaristía es un anticipo del cielo y una oportunidad para fortalecer los lazos entre los creyentes y con Dios cada domingo. El documento enfatiza que la Eucaristía es esencial para la vida espiritual y no debe ser vista como una obligación, sino como un regalo de Dios.
2. Jesús les dijo: Os
aseguro que si no
coméis la carne del
Hijo del hombre y no
bebéis su sangre no
tenéis vida en
vosotros.
El que come mi carne
y bebe mi sangre
tiene la vida eterna,
y yo lo resucitaré en
el último día.
Juan 6, 51-58.
3. Jesús nos invita a un ágape festivo. Él mismo es el alimento
que se nos ofrece: él es el pan del cielo. Quien lo coma
vivirá para siempre. ¿Qué significan estas palabras?
4. Cada domingo Dios nos invita a un encuentro con él. La
eucaristía no es un ritual accesorio en nuestra vida: es
fundamental para nuestra vida. Es el banquete donde
bebemos de la fuente de nuestra vida espiritual.
5. El pan, la carne, significa la vida. Con el sacramento del pan
y del vino Jesús se hace presente en el mundo, y accesible a
cada persona. Tomándolo, nos invita a gozar de una vida en
plenitud, ya en esta tierra y también en la eternidad.
6. La eucaristía es una antesala del cielo. En ella degustamos
un preludio de lo que será la vida resucitada, el encuentro
definitivo y gozoso con Dios. Es un encuentro entre Dios y
su criatura y también un ágape fraterno.
7. Venir a misa nunca debería ser una obligación ni una
rutina. Es un regalo de Dios que nos hace madurar como
hijos suyos. Cada domingo tenemos la ocasión de vivir un
encuentro místico y trascendental: somos invitados a
saborear el cielo en la tierra.
8. Comer con los demás es importante. Fomenta la relación
interpersonal y la amistad. Humanamente hablando es
necesario, y también en el plano religioso y cristiano. En la
misa Cristo es el anfitrión que nos invita y nos acoge,
¿cómo podemos negarnos a venir?
9. La eucaristía es el momento central de la celebración de
nuestra fe. Cada domingo es una fiesta, pero no son menos
importantes las otras celebraciones de precepto. La Iglesia
es sabia cuando nos exhorta a guardar estas fiestas…
10. De la misma manera que necesitamos el pan material y el pan
emocional para vivir, también necesitamos el alimento
espiritual, que debe complementar los otros dos. Con la
eucaristía recibimos este pan que necesitamos: es la fiesta de
Dios con sus hijos. ¡No fallemos a este encuentro!
11. Textos: Joaquín Iglesias Aranda
Hoy con la colaboración del P. Michel Djaba, diócesis de Bafang, Camerún.
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