1ro Programación Anual D.P.C.C planificación anual del área para el desarroll...
Educación_en_valores
1. UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA
ESTUDIANTE: JAZMIN VIVANCO
DOCENTE: DR. BERNANDINO ACARO CAMACHO
CARRERA: DOCENCIA EN INICIAL
CURSO: PRIMER CICLO “A”
TEMA A TRATAR: LOS VALORES MORALES
FACULTAD DE EDUCACION, EL ARTE Y LA
COMUNICACIÓN
ABRIL-SEPTIEMBRE
2. LEALTAD
o Ser una persona leal es sin duda una de las cualidades
más respetables de un ser humano, en especial cuando
se trata de una relación de pareja o de una amistad ya
que ayuda a mantener un lazo fuerte y generar
confianza en el otro.
o Se trata en cumplir con lo que hemos prometido,
incluso cuando las circunstancias son adversas. La
lealtad es una virtud, y como tal debemos desarrollarla
desde nuestra conciencia. Ser leal con otra persona es
una obligación moral que tenemos con una pareja, un
amigo, un compañero de trabajo, un familiar
3. - ¿Sabéis quién fue El Cid y en qué época vivió?- preguntó la maestra a la clase.
Todos los niños callaron esperando escuchar una historia que sabían que sería
super interesante, como todas las que contaba la profe de historia.
Lo cierto es que el verdadero nombre de El Cid Campeador era Rodrigo Díaz de
Vivar. Es de hecho uno de los grandes héroes de la historia de España, un caballero
de Burgos que ayudó a los reyes castellanos y también a los musulmanes que
vivieron en Zaragoza. Nació a mediados del siglo XI, en el año 1048, en la provincia
de Burgos, en el pueblo de Vivar. Cuando era joven trabajó como ayudante del
infante Sancho, que luego sería el rey Sancho II de Castilla. Durante ese tiempo
aprendió a manejar varias armas, pero también a leer y a escribir. El Cid ayudó a
Sancho a unificar el reino que su padre le había dejado a él y a sus hermanos y que
estaba dividido. Por eso se le empezó a apodar Campeador. Porque quiere decir
“guerrero en batallas a campo abierto”.
Años más tarde de entrar a servir al rey Sancho II de Castilla, este sería asesinado y
El Cid pasaría a trabajar para su hermano, Alfonso VI. Con este segundo rey, El Cid
no se llevaba tan bien. Sobre todo porque siempre creyó que había tenido que ver
con la muerte de su hermano para conseguir el trono. Aunque no eran amigos, el
rey permitió a El Cid casarse con su sobrina. Se llamaba Jimena. De todos modos, la
relación nunca terminó de ser amistosa y el rey Alfonso VI acabó desterrando a
Rodrigo Díaz de Vivar. Entonces, El Cid empezó a busca a un nuevo señor al que
servir, como hacían los caballeros en esa época. Al final se puso al servicio de los
reyes musulmanes que vivían en Zaragoza. Eran Al-Muqtadir y su hijo Al-Mutamán.
Tras ganar varias batallas para esos reyes
El Cid
Emperador
4. Rodrigo Díaz volvió a Zaragoza gritando “sidi sidi”. Quiere decir “mi
señor” en árabe andalusí y por eso desde ese momento se le empezó a
llamar El Cid.
Años más tarde, Alfonso VI le perdonó y le regaló muchas tierras en
Castilla. En realidad, la razón de ese perdón era que el rey necesitaba
la ayuda del mejor guerrero de España para echar a los musulmanes
de Albarracín y Valencia. Después, El Cid tomó la decisión de que
seguiría luchando, pero no al servicio de nadie, sino por su cuenta.
Protegió la ciudad de Valencia y se convirtió en el hombre más
poderoso de la zona oriental de la península ibérica. Murió en Valencia
en 1099.
Años más tarde de entrar a servir al rey Sancho II de Castilla,
este sería asesinado y El Cid pasaría a trabajar para su
hermano, Alfonso VI. Con este segundo rey, El Cid no se llevaba
tan bien. Sobre todo porque siempre creyó que había tenido
que ver con la muerte de su hermano para conseguir el trono.
Aunque no eran amigos, el rey permitió a El Cid casarse con su
sobrina. Se llamaba Jimena. De todos modos, la relación nunca
terminó de ser amistosa y el rey Alfonso VI acabó desterrando a
Rodrigo Díaz de Vivar. Entonces, El Cid empezó a busca a un
nuevo señor al que servir, como hacían los caballeros en esa
época. Al final se puso al servicio de los reyes musulmanes que
vivían en Zaragoza. Eran Al-Muqtadir y su hijo Al-Mutamán. Tras
ganar varias batallas para esos reyes,
5. AMISTAD
La amistad es una relación afectiva que se puede
establecer entre dos o más individuos, a la cual
están asociados valores fundamentales como el
amor, la lealtad, la solidaridad, la incondicionalidad,
la sinceridad y el compromiso, y que se cultiva con
el trato asiduo y el interés recíproco a lo largo del
tiempo.
Relaciones de amistad pueden nacer en los más
diversos contextos y situaciones: el lugar donde
vivimos, el sitio donde trabajamos, la escuela, la
universidad, fiestas, reuniones, el café que
frecuentamos, a través de otros amigos, redes
sociales, etc.
6. Había una vez una princesa que vivía en un lujoso castillo, rodeada de riqueza. La princesa
tenía una mona de la que nunca se separaba.
La princesa soñaba con salir del castillo y recorrer el mundo a lomos de su yegua. Pero el rey,
su padre, no le permitía salir, para que no le pasase nada.
Un día la mona le dijo a la princesa:
-Disfrázate de paje. Yo me pondré uno de tus vestidos y me quedaré mirando por la ventana.
A la princesa le pareció una idea estupenda y eso hizo. Cuando regresó, le dijo a la mona:
-Ha sido fabuloso. Me gustaría repetirlo otra vez.
A la mona le pareció bien y, al día siguiente, volvieron a disfrazarse: la mona de princesa y la
princesa de paje.
Pero ese día la princesa tuvo una visita. Era su padre, el rey, que quería presentarle a un joven
príncipe que deseaba conocerla. La mona se puso muy nerviosa y se puso a toser para
disimular.
El rey y el joven príncipe se fueron para no molestar.
Cuando la princesa regresó, la mona le contó lo que había pasado. Juntas decidieron gastarle
una broma al rey y al joven príncipe.
Al día siguiente la princesa fue a ver a su padre y a conocer al invitado. Tras una breve charla,
la princesa sugirió al príncipe que se vieran en el establo al anochecer.
El príncipe acudió a la cita. Lo que no sabía él es que era la mona quien le estaba esperando
mirando por la ventana, con la princesa escondida a sus pies, tras un montón de paja.
-Cierra los ojos y te daré un beso -dijo la mona.
El príncipe se acercó y cerró los ojos. La mona se acercó y le dio un beso al príncipe. Este abrió
los ojos justo cuando la mona se retiraba y lanzó un chillido.
-¡Ah! ¡Qué horror! -gritó el príncipe.
Mientras la mona reía a carcajadas, la princesa salió de su escondite y, sin parar de reír, le dijo:
-¿De verdad pensaste que iba a ser tan fácil?
El príncipe, al ver la escena, con la mona vestida de princesa y la princesa llena de paja por
todas partes, también le entró la risa. Y allí se quedaron los tres, riendo a pierna suelta.
El buen humor del muchacho gustó tanto a la princesa como a su fiel amiga la mona y ahora
son los tres muy buenos amigos.
La princesa y
la mona
7. PAZ
La paz es la capacidad de los seres humanos de
vivir en calma, con una sana convivencia social.
También tiene que ver con un adecuado manejo de
los conflictos, para no llegar a situaciones más
problemáticas.
Todos y cada uno de nosotros debemos de entender
que para lograr la paz debemos de tomar decisiones
propias. No podemos esperar a que los demás
generen la paz para poder nosotros empezar a
generarla y buscarla.
Las relaciones entre las personas no siempre son
fáciles y con frecuencia tratamos con situaciones y
sentimientos contrarios a la paz. Es por eso que
para lograr comprender la paz es necesario que
podamos verla más como un valor social.
8. Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera
captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron. El rey
observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él
realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde
se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se
encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes
miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y
descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso
aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso
torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico.
Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, vio tras la cascada un delicado
arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un
nido. Allí, en medio del rugir del la violenta caída de agua, estaba sentado
plácidamente un pajarito en su nido...
- ¿Paz perfecta...?
- ¿Cuál crees que fue la pintura ganadora?
El Rey escogió la segunda.
- ¿Sabes por qué?
Explicó el rey: "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin
trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas
estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el
verdadero significado de la paz."
BUSCANDO LA PAZ