Javier Ceballos Jiménez - Una entre mis muchas carencias como lector es no haberme especializado aún en ninguna de las figuras del "Boom". Puede que se trate de una mera lejanía generacional, sí, será sobre todo eso el hecho de que no haya vivido en primera persona ese fenómeno literario en espectacular eclosión hace ya unas cuantas décadas.
2. Idioma original: español
Año de publicación: 1970
Valoración: muy
recomendable
Javier Ceballos Jiménez
Gabriel García Márquez: Relato de un Náufrago
3. Javier Ceballos Jiménez
Una entre mis muchas carencias como lector es no haberme
especializado aún en ninguna de las figuras del "Boom". Puede que se trate de una
mera lejanía generacional, sí, será sobre todo eso el hecho de que no haya vivido en
primera persona ese fenómeno literario en espectacular eclosión hace ya unas
cuantas décadas. Lejanía generacional, que no física. García Márquez firma en
Barcelona, 1970 (supongo que en su famoso piso en el barrio de Sarrià) el brillante,
por revelador y por muchas cosas, prólogo a este curioso relato, menos de 150
páginas, puede que parezca una obra menor, claro. Pero menos tenía El Coronel No
Tiene Quien le Escriba y menudo portento de novela. Aun así, quizás haya de
considerarse una obra de excepción, al margen de la florida imaginación del fallecido
autor colombiano, tratándose, la explicación en el prólogo representa todo un
"entrante" en calidad literaria, de una obra que había sido previamente publicada en
prensa, de hecho, de una especie de resumen de esos artículos, constituida,
celebridad obliga, en una obra redonda en lo literario pero más enmarcada en lo que
podríamos definir como escenificación de un eventual diario de a bordo, basado en
hechos reales y fruto de las diversas entrevistas mantuvo con el protagonista.
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Porque el título, curiosamente apoyado por un florido párrafo, el
horror de aquellos que temen el spoiler que subtitula de forma contundente y
que, él solito, ya representa una declaración política, un sutil y poderoso
puñetazo al poder público.
El náufrago es un marino, Luis Alejandro Velasco, un militar tripulante
de una embarcación de guerra, un destructor, que, en una rutinaria misión y bajo
diversas irregularidades, da un bandazo en el mar y pierde a varios de sus
tripulantes, todos ellos miembros de la Marina de Guerra de Colombia, todos
ellos menos Velasco fallecidos, Velasco entonces único superviviente, náufrago,
héroe de aquellos que merece distinciones, oropel, reconocimiento y placas
colgadas por doquier con políticos y gobernantes prestos a tirar de las
correspondientes cortinillas.
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Pero Colombia era una dictadura
entonces con un férreo control de medios de
comunicación y opinión pública. Y si todo es
política, hasta el acto más nimio, qué puede
ser un episodio de heroicidad en manos de un
escritor haciendo de periodista. A García
Márquez le fue imposible atajar la repercusión
de este escrito, que traspasó la barrera del
relato de aventuras para convertirse en sus
lecturas directas y en las indirectas más aún, en
un alegato que las autoridades se aprestaron
en silenciar (otra vez conviene leer el texto
subtítulo de la portada, apenas cuarenta líneas
que representan no solo la mejor sinopsis
producto del mismo autor, sino la precisa
descripción de lo sucedido sin un ápice de
añadido, pero así son las cosas, la realidad
desnuda duele).
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La narración carga también en lo psicológico, como si resonancias de
Melville y Kafka se asomaran a la balsa, como si el mar y las especies que
la habitan fueran criaturas de Lovecraft. Velasco en el agua diez días preso
de esperanza y liberado por alucinaciones, las aletas de los tiburones, la
evocación de los compañeros fallecidos, el leve tono de fantasía aportado
por el convencimiento de que esa aventura representará el fin de su
recorrido vital, la recepción cuando es rescatado en un pequeño pueblo
costero alejado de las cuitas de la centralidad política de las naciones.
Como simple relato, ya sería una crónica muy notable, sencilla y sincera. Si
empezamos a añadirle capas, podríamos llenar párrafos y párrafos.
Literatura peligrosa.
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