1) Ancylostoma duodenale y Necator americanus son parásitos que causan la enfermedad conocida como anquilostomiasis.
2) Se transmiten a través del contacto directo de la piel con suelos contaminados con heces y causan problemas como anemia y desnutrición al consumir la sangre y proteínas del huésped.
3) Es importante implementar medidas de prevención como una adecuada higiene personal y de los alimentos para evitar el contagio.
1. INTRODUCCIÓN
Ancylostoma duodenale y Necator americanus son dos parásitos presentes en muchas
partes del mundo, fundamentalmente en países en desarrollo, donde representan un problema
para la salud pública.
Se trata de dos nematodos que tienen varias diferencias en cuanto a la gravedad de la
infección que ocasionan y la respuesta al tratamiento, pero su biología, epidemiología y
manifestaciones clínicas son muy similares.
Estos parásitos se reproducen de forma sexual, son ovíparos, porque se reproducen
mediante huevos y presentan un desarrollo indirecto, puesto que debe atravesar varios
estadios larvarios hasta convertirse en adulto. Son parásitos hematófagos porque para poder
sobrevivir necesitan encontrarse en el interior de algún huésped alimentándose de su sangre.
Además son agentes patógenos porque se les considera causales de una enfermedad
denominada anquilostomiasis (Casarrubias Vásquez, Meza Arroyo, & Rea Flores, 2020).
DESARROLLO
Ancilostomídeos
Ancilostomídeos hace referencia a dos geohelmintos (Ancylostoma duodenale y
Necator americanus) que pertenecen a la familia de Ancylostomatoidea y que causan la
infección denominada como ancilostomidiasis.
Estos dos nematodos son parásitos intestinales cuyos cuerpos son redondos, cortos y
macizo. Se trasmite por contacto directo de la piel con suelos contaminados con heces de
personas infectadas. Son parásitos que se encuentran generalmente en casi todo el mundo con
gran predominio en regiones tropicales y subtropicales, causando una alta incidencia de
morbimortalidad especialmente en las poblaciones infantiles, convirtiéndose en un grave
problema de salud pública.
Características generales del parásito
Ancylostoma duodenale y Necator americanus son pequeños, cilíndricos, de color
blanquecino o rosado. Existen los dos sexos, en ambas especies el tamaño de los machos
suele ser más cortos que las hembras.
Los machos llegan a medir de 7 a 11 milímetros (mm) de longitud x 0.3 mm de
diámetro.
2. Las hembras su tamaño es de 10 a 13 mm de largo x 0.4 mm de diámetro.
Cuentan con una capsula bocal con dientes afilados o placas que les permiten
adherirse a la mucosa intestinal del hospedador, característica que permite diferenciar a estos
dos parásitos, ya que Ancylostoma posee dos pares de dientes y Necator tiene placas
cortantes. Viven fijos en la mucosa del duodeno y yeyuno principalmente, sin embargo, son
capaces de soltarse del sitio de la mucosa y fijarse en otro sitio.
Forma adulta: parásito adulto de Necator posee un cuerpo recto o curvo en forma de
S, puede vivir hasta 18 años, además de ser de menor tamaño que el Ancylostoma que puede
vivir hasta 5 años, su cuerpo es curvo en forma de C.
Huevos: los huevos en estas dos especies son de forma ovalada y alcanzan a medir
aproximadamente 60 micras (µm).
Larvas: rabditiformes
En esta etapa el parasito no es infectante para el hombre, son móviles y miden 250µm
de largo, su capsula bucal es larga y su esófago se encuentra dividido en 3 partes: cuerpo,
istmo y bulbo.
Larvas: filariformes
En este estadio ya son infectantes para el hombre, tiene una gran movilidad y miden
alrededor de 500 µm de longitud en ellas no se observa cápsula bucal y su esófago es recto y
sin divisiones.
Se requiere alrededor de 10 días para obtener una larva rabditiforme y alrededor de
dos semanas para obtener una larva filariforme.
Ciclo de vida
Los huevos del gusano suelen tener de 2 a 8 células cuando se eliminan en la materia
fecal de la persona infectada. Las condiciones más favorables para los embriones son los
suelos arenosos, húmedos, sombríos, cálidos y con material vegetal en descomposición. En
condiciones favorables, las larvas, de tipo rhabditoide, eclosionan al cabo de entre 24 y 48
horas. Entre el 5° y 8° día, la larva muda al estado filariforme a la vez que su boca se cierra y
el esófago se alarga.
Esta larva filariforme es ya infectante para el hombre, manteniéndose viable, en un
hábitat favorable, durante varias semanas.
3. La infección se produce cuando la larva filariforme penetra a través de las áreas.
interdigitales del pie humano. Se aloja primero en la epidermis, más tarde en regiones más
profundas (dermis y tejido subcutáneo). Desde allí alcanzan las vénulas. Un gran número de
estas larvas son fagocitadas por macrófagos. Aquellas que sobreviven llegan a la circulación
sistemática
De esta manera alcanzan las cavidades derechas del corazón y, desde ellas, llegan a
los pulmones, primero a los capilares pulmonares, más tarde hasta los alvéolos. Ascienden
por el árbol respiratorio hasta la epiglotis, desde donde pasan al aparato digestivo,
descendiendo hasta el estómago e intestino delgado. Durante su viaje las larvas desarrollan la
característica cavidad bucal que les permite adherirse a las vellosidades del tracto digestivo.
También maduran sexualmente.
El periodo de prepatencia (tempo desde la infección hasta la completa maduración del
parásito) oscila entre 5 y 8 semanas.
De no producirse reinfeccion, alrededor del 70% de los gusanos se eliminan en el
siguiente año a una prima-infección, pero se han notificado casos en que los gusanos
perviven hasta 9 años. Sin embargo, la reinfección es la causa más común de que la infección
se tome crónica en las áreas endémicas.
El hombre es el único hospedador definitivo. Los casos de infección an animales
salvajes o domésticos son esporádicos.
En mujeres infectadas con A. duodenale que dan a luz y amamantan, estas larvas
podrían infectar al recién nacido por vía lactogénica.
Patogenia y manifestaciones clínicas
Tanto los síntomas como la patogénesis dependen del sitio en donde se encuentre la larva o el
adulto del parásito. Según el orden del ciclo de vida:
1. Piel: Al entrar las larvas filariformes por la piel, pueden causar una dermatitis local
pruriginosa, que se acompaña de erupción papular o vesicular; esta habitualmente
desaparece de manera espontánea en 2 semanas. Si hay sobreinfección bacteriana el
cuadro es más severo.
2. Pulmón: Con la migración de las larvas desde los capilares al alvéolo, se producen
pequeñas hemorragias e infiltración de leucocitos. Esto raramente ocasiona síntomas,
4. excepto en infecciones muy intensas que puede acompañarse de tos, dolor de garganta y
fiebre.
3. Intestino: Los nemátodos se adhieren a la pared del intestino delgado, mediante sus
dientes quitinosos o placas cortantes, la traumatizan con el fin de succionar sangre del
huésped, es así como la cantidad de sangre perdida estará en dependencia de la especie
parasitaria y el número de parásitos presentes en el intestino. Tomando en cuenta que en
el caso de la infección por Ancylostoma duodenale cada parásito succiona de entre 0,16 y
0,34 ml de sangre y en el caso de la infección por Necator americanus de entre 0,03 y
0,05 ml por cada parasito.
Como consecuencia de esta pérdida de sangre aparecen diferentes tipos de
enfermedades negativas en todas las edades con síntomas como fatiga, disnea, entre otros.
Diagnóstico de laboratorio
1. Producto patológico: heces (frescas, recién emitidas o conservadas con formol al 5
%), donde se pueden observar huevos de Ancilostomídeos).
2. Examen macroscópico: observación directa o tamizaje para la identificación de los
parásitos adultos expulsados en las heces.
3. Examen microscópico directo:
4. Examen microscópico directo o frotis húmedo con solución salina, lugol o eosina.
5. Examen microscópico directo seco: tinción tricrómica y la hematoxilina férrica
(coloraciones permanentes).
6. Examen por concentración: técnica de Willis (por flotación) y técnica de
concentración por centrifugación (Ritchie).
7. Métodos cuantitativos: técnica de Kato-Katz: para conteo de huevos, facilitando la
medición de la intensidad de la infección.
8. Biopsia (método invasivo de empleo infrecuente) y cultivo como Harada-Mori, el
cual permite identificar las larvas filariformes de Necator americanus y
Ancylostoma duodenale, logrando así la diferenciación de especie.
9. Técnica de concentración de larvas: Baermann.
10. Exámenes de biometría hemática (presencia de eosinofilia y valores bajos de
hemoglobina) y radiológicos de tórax (puede mostrar infiltrados típicos del
síndrome de Löffler y de abdomen simple.
5. Epidemiología
La infección por Necator americanus y Ancylostoma duodenale representan un
importante problema a nivel mundial, especialmente en áreas en vías de desarrollo.
Afectan aproximadamente a 740 millones de personas. Los datos epidemiológicos
circunscriben su localización en regiones tropicales y subtropicales, con humedad-
temperatura determinada e inadecuadas condiciones socioeconómicas.
En Ecuador, se ha reportado la existencia de Ancylostoma duodenale en las
regiones de la costa del Pacífico y Amazonía. Según estudios se encontró un 25% de
personas infectadas en la región costera del pacífico pertenecientes a la provincia de
Esmeraldas y 24,1% de los indígenas Quichua en la región amazónica perteneciente a la
provincia de Napo.
El hombre constituye el reservorio de esta parasitosis siendo los niños en edades
preescolares y escolares los más afectados, pero también se pueden dar casos en adultos.
La vía de transmisión es la penetración de las larvas por la piel (pies y tobillos
fundamentalmente). La diseminación de esta enfermedad es favorecida por el trabajo
descalzo, la defecación al aire libre y la utilización de las heces como abono, factores que
aumentan considerablemente el riesgo de adquisición a este agente etiológico.
Medidas de prevención y control
La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de estrategias
encaminadas al tratamiento de la comunidad mediante medidas de prevención y control
(Izquierdo Cirer & Boucourt Rodríguez, 2022).
1. Evitar el fecalismo al aire libre.
2. Manipular y eliminar de forma adecuada los residuos, excretas y heces.
3. No utilizar las excretas como abono, en caso de hacerlo se debe cumplir la
legislación específica en relación con la utilización de estos.
4. Mantener adecuadas medidas de higiene en el puesto de trabajo y en la vida
cotidiana: no comer ni beber con las manos sucias; lavado frecuente de manos con
agua y jabón, después del contacto con animales o materiales contaminados, después
de quitarse los guantes, antes de las comidas y al final de la jornada. Utilizar ropa de
trabajo y equipos de protección individual.
5. Realizar de forma permanente la educación sanitaria a la población.
6. 6. Tratar adecuadamente a los individuos infectados, principalmente las que
acuden de zonas endémicas a otras con baja endemicidad.
7. Efectuar la evacuación sanitaria correcta de las heces.
CONCLUSIÓN
Por otra parte ancilostomideos va hacer referencia a un geohelmintos el cual se
va a transmitir por contacto directo de la piel con los suelos contaminados con
las heces de las personas contaminadas, este parásito transmite la
anquilotosmiasis, la cual es una parasitosis causada por nematodos.
El principal problema de la anquilotosmiasis es la anemia y la desnutrición,
porque el parasito consume sangre y proteínas, l principal problema de la
anquilostomiasis es la anemia y la desnutrición, porque el parásito consume
sangre y proteinas, además de que el parásito causa constante daño en el
duodeno, pudiendo provocar un sangrado interno crónico, poniendo en riesgo la
vida del huésped. En los niños, puede causar retraso en el crecimiento y
cambios en el desarrollo neurológico. En mujeres embarazadas, la desnutrición
y la anemia son más comunes, y el bebé generalmente nace con bajo peso.
Ancilostomideos duodenale, puede infectar no sólo el intestino, sino cualquier
órgano, debido a esto los síntomas de la anquilotosmiasis pueden variar
dependiendo de dónde se encuentre el parásito, pues transita por distintos
órganos y hace daño durante ese recorrido. La infección, incluso, podría
volverse crónica.
Debido a lo anterior, es importante tomar las medidas de precaución necesarias,
pues con tan sólo 5 minutos de contacto de la piel, es suficiente para que este
parásito penetre en nuestro organismo, aunque otra forma de contagio, es por la
propia ingestión de las larvas, por ello, se debe de tener una buena higiene al
preparar alimentos y seguir las medidas de prevención en la vida cotidiana, para
no contraer este parásito.