Este documento presenta una opinión en respuesta a un artículo publicado en el mismo diario que critica el uso del término "ingeniero" para referirse a los ingenieros marinos. El autor argumenta que los ingenieros marinos tienen estudios universitarios y responsabilidades técnicas a bordo similares a otros ingenieros. También acusa al Colegio de Ingenieros Navales de tratar de apropiarse de competencias que no les corresponden y de crear confusión intencionalmente con el cambio de nombre de su titulación.
1. DÁRSENA NÁUTICA
Página 5
®
INTER TRANSPORT
Revista Semanal
de Transporte
Internacional
y de Logística
NAUTIC PRESS
Revista
de Náutica Deportiva
PORT NEWSPAPER
Revista Internacional
del Transporte,
Logística y
Comercio Exterior
TRAVELPORT
Revista de
Viajes y Turismo
DIARIO
DEL PUERTO
DE BARCELONA,
LOGÍSTICA Y
TRANSPORTE
INTERNACIONAL
FUNDADO EN 1948
Depósito Legal: 9022.1958
Diario Marítimas, S.A.
Passeig de Colom, 24
Tels.: 93 301 57 49 - 93 301 55 16
Fax: 93 318 66 45
08002 BARCELONA
http://www.men-car.com
e-mail:maritimas@men-car.com
Suscripción anual: 286 cc
Precio: 1 cc
Viernes9DEMAYODE2014
Nueva Época. Año 38 nº 8.803
Página 12
Página 12
Página 4
Página 4
La I Jornada Aduanera de la Zona Franca
de Barcelona analizó las principales
novedades del comercio exterior
Moldtrans impulsa los servicios
de transporte terrestre con
Marruecos y Túnez
Estadounidenses,
españoles y
británicos, los
cruceristas que más
visitan Barcelona
Primer
aniversario
de Aegean
Marine
Petroleum
Network en
Barcelona
Página 3
El Grupo Raminatrans fue el único expositor español
en las tres fases de la Feria de Cantón Página 3
Opinión:
Página 2
¿Por qué
los llaman
ingenieros
marítimos
cuando
siempre
han sido
ingenieros
navales?
La Marina Vela de Barcelona
dispondrá de siete equipamientos
Germán de Melo Rodríguez,
jefe de Máquinas de la Marina
Mercante, doctor en Marina
Civil, vicepresidente primero
del COMME Chartered
Engineer
Barcelona, primer puerto de cruceros
Josep Herrero, José Luis Rodríguez y Ramón María Moreno
Valencia Terminal Europa y Friopuerto amplían sus concesiones en el puerto de Valencia
Unos
800 regatistas
competirán
en Barcelona
Simulacrodeincendio
deunaembarcaciónen
l’AmetlladeMar
La gabarra «Ios I» presta servicio de suministro de
combustible a buques para Aegean
2. Viernes, 9 de mayo de 2014 Página 2
DIARIO MARÍTIMAS: Editor: Juan Cardona Delclós. Director: David Simó. Coordinadora General: Esther Sánchez. Redacción: Ander Aguirregomezcorta, Cristina Estrada, Imma López y Juan Carlos Palau.
Maquetación: Olga Cañet, Ascensión Casado y Christian Galindo. Administrador/Gerente: Montserrat Coviella. Suscripciones: Laura Millat. Jefe Talleres: Manuel Pérez. Impresión: Francisco Mata.
Responsable de Logística: Fernando González. Delegaciones: Bilbao (Telf.: 670 01 23 42), Madrid (Telf.: 91 743 45 80) y Valencia (Telf.: 96 367 87 21).
En respuesta al artículo de opinión publicado en este
diario y firmado por el Colegio Oficial de Ingenieros Navales
(COIN), «Por qué lo llaman ingeniero cuando quieren decir
marino», quiero puntualizar varios aspectos.
Para aquellos que no sean conocedores de dónde surge
la actual polémica deseo hacer una breve introducción:
Tras los acuerdos de Bolonia el esquema de titulaciones
de Náutica y Máquinas y las de ingeniería naval quedó de la
siguiente manera:
Como se puede apreciar dos de las titulaciones,
Graduado en Ingeniería Marina y Graduado en Ingeniería
Marítima, tienen cierta similitud en su denominación, que no
en los contenidos. Lo lógico hubiera sido que los Ingenieros
Téc. Navales hubieran pasado a denominarse Graduados
en Ingeniería Naval, que es lo que son y han sido siempre;
pero no fue así; decidieron llamarse Ingenieros Marítimos,
para posteriormente alegar que puede llegar a crear confu-
sión con la titulación de Ingeniero Marino; situación que han
creado ellos y que en realidad tampoco es un problema, ya
que, al margen del nombre de la titulación, aquellos que
estén interesados en cursar una de esas carreras, se basará
en los contenidos del plan de estudios a la hora de hacer la
elección.
El dislate es que ese supuesto problema sea llevado por
el COIN a los tribunales y sea resuelto en sentencias con-
tradictorias; es decir unas veces a favor y otras en contra,
llegando al absurdo de que las sentencias no resuelven el
motivo del pleito presentado por el COIN (la similitud entre
ambas denominaciones) que era lo inicialmente alegado,
sino que sentencian en contra de que los Ingenieros Marinos
puedan seguir denominándose «ingenieros»; denominación
que hasta ese momento nadie había puesto en duda, aun-
que actualmente el COIN por lo que se ve, promueve que
así sea.
Es bien conocida la frase de que no ofende quien quiere
sino quien puede. En este caso el COIN no ofende, sino que
pone en evidencia su falta de conocimiento con la elección
del título de su artículo, ya que la ingeniería o ser ingeniero
no es incompatible con ser marino; eso sí, marino con titula-
ción superior universitaria; ya que marino se aplica en
general a todos los que trabajan a bordo de un buque en
cualquier puesto, incluidos los que no cuentan con ninguna
titulación.
Sería igual que decir «¿Por qué los llaman médicos si
son sanitarios?» En el sector sanitario hay Licenciados en
Medicina, auxiliares de clínica, etc. y su denominación
depende de la titulación universitaria que se posea y los
conocimientos exigidos según el trabajo a desarrollar.
Desde hace tiempo se está realizando una campaña de
desprestigio en la prensa contra los marinos mercantes titu-
lados superiores universitarios, mediante artículos como el
publicado en este diario por parte del Colegio Oficial de
Ingenieros Navales y Oceánicos (COIN) secundados, tal
vez, por una parte quiero pensar que minoritaria de colegia-
dos, ya que no puedo creer que sea la postura mayoritaria.
Esta campaña cobró fuerza tras alguna de las senten-
cias a favor (también las hay en contra) de los tribunales de
justicia a los que recurrieron alegando que se crea confu-
sión, exigiendo un cambio en la denominación de Ingenieros
Marinos; cuando es lo que les corresponde por los conoci-
mientos adquiridos, la función que ejercen y desarrollan a
bordo de los buques, y porque así se les denomina en el
resto del mundo.
Esa confusión, si realmente existe, viene provocada por
ellos mismos, ya que la denominación del título de Ingeniero
Naval, como ya he indicado más arriba, pasa a denominarse
inexplicablemente, tras el acuerdo de Bolonia, «Grado en
Ingeniería Marítima». No se entiende que el Colegio de
Ingenieros Navales no ponga reparos a esa denominación,
donde lo «naval» brilla por su ausencia, a no ser que sea por
su permanente afán de abarcar todas las áreas de conoci-
miento relacionadas con el mundo marino, que no es más
que una estrategia de carácter corporativista a ultranza.
No es la primera vez que el COIN realiza tales manio-
bras con ese fin y a tal efecto deseo recordar una anécdota
que hace referencia al cambio de denominación que durante
la reforma universitaria de principio de los años noventa
sufrió la titulación de Ingeniero Naval pasando a denomi-
narse Ingeniero Naval y Oceánico. Durante la reforma de
las titulaciones universitarias el Gobierno de España creó
dos comisiones para la reforma de las titulaciones navales y
náuticas; una por el COIN y otra por el Colegio de Oficiales
de la Marina Mercante Española (COMME).
Esta última, estaba presidida por el que suscribe y la del
COIN por el director de la Escuela Técnica Superior de
Ingenieros Navales de Madrid de la época. Durante las reu-
niones que se celebraron con el presidente del Consejo de
Universidades, el COIN se oponía a que los licenciados en
Náutica se denominasen «Licenciados en Náutica y
Transporte Marítimo», aduciendo, algo tan incongruente,
como que el transporte marítimo era una especialidad exclu-
sivamente de ellos. A su vez pretendían ampliar su título con
la denominación de «Oceánico» a la que el COMME tam-
bién se oponía, ya que la construcción naval no tiene
vinculación ni tradición con las ramas del conocimiento que
la denominación Oceánica implica.
Ante la falta de acuerdo en las denominaciones de
ambos títulos, y para desbloquear el tema con el objeto de
no perjudicar a los Licenciados en Náutica y Transporte
Marítimo, se propuso aceptar la ampliación de su título al de
«Ingeniero Naval y Oceánico» si ellos aceptaban que los
Licenciados en Náutica se llamasen «Licenciado en Náutica
y Transporte Marítimo». Aceptaron la propuesta inmediata-
mente, por lo ventajosa, ya que ampliaban el campo de
actuación de su título sin modificación del contenido de sus
planes de estudio a cambio de permitir que los Licenciados
en Náutica tuviesen la denominación que por derecho les
correspondía.
La anécdota anterior es un reflejo del comportamiento
permanente que el COIN tiene por acaparar atribuciones,
denominaciones y competencias que no les corresponden.
En el buque existen tres titulaciones universitarias de
grado medio y superior bien diferenciadas y con capacita-
ción, competencias y habilidades bien distintas, a las que el
COIN no hace referencia; probablemente por la carencia de
conocimiento que tienen sobre quienes tripulan el buque y
quienes lo operan.
Centrándonos en la titulación de Ingeniero Marino, éste
tiene la responsabilidad de la operación técnica y gestión de
toda la instalación propulsora y auxiliar del buque.
Recordaré que un buque, además de desplazarse entre
puertos es como una ciudad flotante, y por ello, debe tener
todos los servicios de una comunidad de esa entidad; como
es la generación y distribución de electricidad, agua, cale-
facción, aire acondicionado, equipos de hostelería, de
prevención de la contaminación, de eliminación de aguas
residuales. Todo ello es operado, mantenido y rediseñado
por los denominados en todo el mundo «Marine Engineer»,
o Ingenieros Marinos, o como denomina el convenio de
Formación Titulación y Guardias de Mar (STCW) de la
Organización Marítima Internacional (OMI) «Chief Engineer
Officer».
El COIN evita constantemente traducir la palabra
«Engineer» como ingeniero; particularmente en el caso del
Ingeniero Marino, llegando al absurdo de traducirlo como
«maquinista o perteneciente a la máquina»; basándose en
que procede de engine, de ahí la traducción arbitraria,
imprecisa, inadecuada, incompleta, errónea y probable-
mente intencionada de «Chief Engineer» como Jefe de
Máquinas. Es decir, «Engineer» sólo se traduce como
Ingeniero si se aplica a los Ingenieros Navales y Oceánicos
y como «de máquinas» si se aplica al «Chief Engineer».
Una traducción que proviene de una época, felizmente
superada (?), en que la Escuela de Ingenieros Navales de
Madrid, era la única en España, estaba dirigida por el «her-
manísimo» Nicolás Franco y la Subsecretaría de la Marina
Mercante subordinada por completo a las directrices de la
Marina de Guerra.
Las funciones anteriormente señaladas y que realizan
los Ingenieros Marinos a bordo de un buque (generación y
distribución de electricidad, agua, mantenimiento, etc.) son
igualmente desempeñadas en el ámbito de la industria
terrestre y, en sus respectivas especialidades, por ingenie-
ros y nadie les cuestiona su denominación, ¿Por qué en el
mar a bordo de un buque, que entraña más dificultades ha
de ser diferente?.
Todas esas funciones obligan a tener los conocimientos
que ello implica y que son de obligado cumplimiento para los
«Ingenieros Marinos» de acuerdo al mencionado convenio
internacional «STCW» firmado por más de 150 países y que
es el que fija los conocimientos mínimos que deben tener los
profesionales que ejerzan dichas funciones y que en España
y en la mayor parte del mundo, particularmente en los paí-
ses marítimos por excelencia, son titulados universitarios y
tienen la denominación profesional de Ingenieros Marinos.
Los Ingenieros Marinos, solo exigen que se les deno-
mine como en el resto del mundo, «Marine Engineer»
(Ingeniero Marino); como establece la OMI y como corres-
ponde a unos profesionales que han cursado un mismo nivel
de estudios universitarios que el resto de las ingenierías.
Los únicos que tienen una denominación que no se
ajusta a la realidad e invaden competencias que no les
corresponden son los Ingenieros Navales y Oceánicos y los
Graduados en Ingeniería Marítima, ya que en la mayoría de
los países se denominan Arquitectos Navales con unas atri-
buciones concretas. En el mundo, con la excepción de
España, existen dos titulaciones bien diferenciadas la de
Arquitecto Naval y la de Ingeniero Marino, en España los
Ingenieros Navales y Oceánicos y los, ahora, graduados en
Ingeniería Marítima se apropian indebidamente de las com-
petencias de ambas titulaciones, la suya y la de los
Ingenieros Marinos cuando solo poseen la de Arquitecto
Naval.
Hay que señalar que la formación de los titulados en
Ingeniería Marina está encuadrada, por el Consejo de
Universidades, dentro del área de las Ingenierías.
El diccionario de la Real Academia Española de la
Lengua, define ingeniería: estudio o aplicación, por especia-
listas, de las diversas ramas de la tecnología. Actividad
profesional del ingeniero.
INGENIERO (de ingenio, máquinas o artificios): persona
que profesa la ingeniería o alguna de sus ramas.
Si buscamos Ingeniería Naval como tal no existe y den-
tro de naval nos remite a Arquitectura Naval a la cual define
como: el arte de construir embarcaciones.
Que cada uno extraiga sus propias conclusiones, lo que
es evidente es que al COIN se les debe quedar pequeño lo
de construir embarcaciones y de ahí que no se llamen como
en el resto del mundo Arquitectos Navales y prefieran lla-
marse Ingenieros, añadir a su titulación de Ingenieros
Navales el «y Oceánicos» y recientemente la nueva deno-
minación Ingeniería Marítima.
Es comprensible que un colegio profesional luche e
intente conseguir lo mejor para sus colegiados, ahora bien,
lo que no es en absoluto ético es que para ello vaya en detri-
mento de los derechos e intereses de otros colectivos y que
les nieguen la denominación y atribuciones que legítima-
mente les corresponde y que ellos se han apropiado. Hasta
el momento nadie había realizado ningún comentario al res-
pecto de esas nuevas denominaciones y los sucesivos
cambios llevados a cabo por el colectivo de Ingenieros
Navales, y lo que implica, pero lo que no puede permitirse
desde el colectivo de los Ingenieros Marinos y los mal deno-
minados «Jefes de Máquinas» es que el COIN se dedique a
ir en contra de sus derechos y lo que no han conseguido en
el ámbito universitario lo quieran conseguir mediante denun-
cias en los tribunales. Y lo que es peor, que esos tribunales
(aunque no todos) hayan fallado a su favor.
Ningún Colegio profesional tiene ni debería tener, com-
petencias para apropiarse del sustantivo «ingeniero» ni aún
en defensa de los intereses corporativos de sus colegiados
con el pobre y falaz argumento de que se puede producir
confusión entre ambas titulaciones y la posible invasión de
sus competencias.
No hay que olvidarse que estas titulaciones han sido
aprobadas por quienes tienen esa competencia que son las
universidades y Gobierno, que evalúan las habilidades,
capacidades y conocimientos que han de poseer los inge-
nieros. Sin necesidad de que sean los tribunales quienes
tengan que pronunciarse sobre los niveles y competencias
de cada uno de ellas.
Germán de Melo Rodríguez,
Jefe de Máquinas de la Marina Mercante,
Doctor en Marina Civil,
Vicepresidente primero del COMME
Chartered Engineer
Opinión:
¿Por qué los llaman ingenieros marítimos cuando
siempre han sido ingenieros navales?
Denominación anterior: Denominación actual:
Diplom. en Náutica y Transp. Marít. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Graduado en Ing. Náutica y Transp. Marít.
Licenciado en Náutica y Transp. Marít. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Máster en Ing. Náutica y Transp. Marítimo
Diplomado en Máquinas Navales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Graduado en Ingeniería Marina
Licenciado en Máquinas Navales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Máster en Ingeniería Marina
Ingeniero Técn. Naval (dif. Especialidades) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Graduado en Ingeniería Marítima
Ingeniero Naval y Oceánico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Máster en Ingeniería Naval y Oceánica