El examen del estado mental se ha definido como una obtención sistemática de datos basada en la observación de la conducta del paciente, realizada tanto durante la entrevista, como en otras circunstancias (sala de espera, unidad de hospitalización). Puede ser considerada como algo análogo a la exploración física de los pacientes médicos.
1. EXAMEN DEL ESTADO MENTAL
El examen del estado mental se ha definido como una obtención
sistemática de datos basada en la observación de la conducta del paciente,
realizada tanto durante la entrevista, como en otras circunstancias (sala de
espera, unidad de hospitalización). Puede ser considerada como algo
análogo a la exploración física de los pacientes médicos.
Las respuestas del paciente a preguntas directas constituyen una parte muy
importante del examen del estado mental, especialmente para valorar el
funcionamiento cognitivo. La evaluación del estado mental debe incluir
diversos apartados que se recogen a continuación.
a. Descripción general. Se valorará:
- Aspecto general e higiene. Se observa la higiene personal, la forma de
vestir y el aspecto general del paciente, describiendo rasgos que pudieran
ser considerados como extravagantes.
- Psicomotricidad. Se recoge el aumento o la inhibición de la actividad
motora, la presencia de inquietud o agitación, perseveraciones motoras
(estereotipias motoras), ecopraxia (repetición mimética de gestos
realizados por el entrevistador) tics o movimientos involuntarios, que serán
descritos de la manera más precisa posible.
- Conducta y actitud general. Se recoge si el paciente se muestra
colaborador, si muestra interés por la entrevista o, por el contrario, está
distante, desinteresado o ausente; si está tranquilo y relajado o tenso,
angustiado, receloso, con una actitud defensiva o si realiza comentarios
sarcásticos. Es importante reseñar si las respuestas son adecuadas a las
preguntas, y si ha reaccionado especialmente hacia alguna pregunta
concreta. Asimismo, quedará reflejado en la evaluación si el paciente se
muestra hostil y amenazante, adopta actitudes de desafío, negativismo, o
muestra alguna conducta que pudiera ser considerada anormal o
excéntrica.
2. b. Nivel de conciencia. Fundamentalmente se examina el grado de
alerta o vigilancia que mantiene el paciente durante la entrevista, así como
sus posibles fluctuaciones. Cuando el nivel de conciencia está reducido se
dice que el paciente está obnubilado (obnubilación-estupor-coma); suele ir
asociado a otras alteraciones cognitivas, como desorientación y disminución
de la capacidad para fijar información. - Orientación personal (orientación
autopsíquica) y temporo-espacial (orientación alopsíquica), evaluadas
mediante la realización de las oportunas preguntas concretas.
c. Funcionamiento cognitivo. Realizar una evaluación del
funcionamiento cognitivo exige la administración de una compleja batería
neuropsicológica que habitualmente es administrada por un profesional
especializado en este campo, y cuya descripción desborda el objetivo de
este capítulo. Sin embargo, el examen psiquiátrico debe valorar, al menos
sucintamente, algunas funciones, como: - Concentración: capacidad para
mantener y centrar la atención durante la entrevista.
- Memoria: se valora la capacidad para recordar tres palabras al cabo unos
pocos minutos, y se indaga la capacidad para recordar actividades
concretas realizadas el día anterior.
- Habilidades apraxo-agnósicas: identificación de objetos comunes,
identificación de colores; repetición de posturas manuales previamente
realizadas por el entrevistador, copia de figuras sencillas tridimensionales,
realización de una secuencia de órdenes sencillas.
- Cálculo: realización de cálculos numéricos sencillos.
- Valoración de la capacidad de juicio y abstracción: establecimiento de
diferencias o semejanzas entre objetos, interpretación de refranes.
Actualmente se dispone de instrumentos como el Mini Examen Cognoscitivo
que permite evaluar todos los apartados anteriores de una manera rápida y
estructurada.
d. Estado de ánimo y afectividad. Incluye:
3. - Estado de ánimo, aspecto subjetivo. Descripción que realiza el paciente
sobre cómo se siente interiormente a nivel emocional (triste, angustiado,
desesperado, alegre, irritable).
- Estado de ánimo: aspecto objetivo. Emoción comunicada por el paciente
a través de su expresión facial, gestos, tono de voz.
- Afecto o grado de variabilidad emocional observada a lo largo de la
entrevista. Así, puede apreciarse una incapacidad para mostrar cualquier
tipo de cambio emocional o, por el contrario, un aumento de la reactividad
emocional. La observación de la expresión gestual o de las modificaciones
en las inflexiones de la voz proporciona información sobre este punto. Es
importante recoger si esta variabilidad emocional es adecuada, o si el
paciente presenta una respuesta emocional inadecuada al entorno
ambiental.
e. Lenguaje y aspectos formales del pensamiento. Este apartado
hace referencia a la producción verbal, no al contenido; es decir, a la
rapidez del habla, adecuada utilización del vocabulario, neologismos,
presencia de un lenguaje vago e impreciso, dificultad para mantener el hilo
argumental de forma que el tema del discurso cambia sin que exista una
relación lógica, presencia de respuestas tangenciales o no relacionadas con
la pregunta o, incluso, presencia de un lenguaje incoherente, donde apenas
existe relación entre dos frases consecutivas. También se incluye en este
apartado la presencia de mutismo, palilalia (repetición espontánea de
sílabas o palabras), ecolalia (repetición de la última frase o palabra) o
verbigeración (repetición sin sentido de una frase o palabra que se intercala
en un discurso).
f. Contenidos del pensamiento. En este apartado se recoge la
presencia de: - Ideas delirantes. Es indispensable describir de una forma
precisa el tema de las ideas delirantes, utilizando siempre que sea posible
expresiones utilizadas por el paciente. Asimismo, deberá especificarse el
nivel de sistematización del delirio, la presencia de rasgos bizarros y su
repercusión conductual.
4. - Ideas, sentimientos o impulsos autolesivos, precisando su consistencia,
grado de planificación y circunstancias ambientales relacionadas con su
presencia. En la tabla 3 se recogen aspectos específicos del examen del
paciente con conducta autolesiva.
- Preocupaciones, autorreproches e ideas o sentimientos de culpa, ideas o
sentimientos de infravaloración, contenidos obsesivos, temores, fobias,
realizando siempre una descripción detallada del contenido y de su
repercusión.
g. Alteraciones perceptivas. Las alucinaciones (percepción sin objeto) y
las ilusiones constituyen las alteraciones perceptivas más significativas,
pudiendo afectar a los distintos sentidos. Son evaluadas preguntando al
paciente de una manera más o menos directa sobre el tema; no obstante, a
partir de la observación se pueden encontrar indicadores conductuales que
sugieren su presencia (p. ej., presencia de soliloquios).
h. Capacidad de introspección y conciencia de enfermedad. Se
examina la conciencia y el grado de comprensión que el paciente muestra
sobre su trastorno psiquiátrico (insight). Asimismo, es importante valorar la
actitud y el grado de aceptación que muestra hacia los distintos
tratamientos.