El documento resume el imperialismo europeo en el siglo XIX y sus consecuencias. Explica las causas del colonialismo, como la búsqueda de nuevos mercados y recursos. Describe el reparto de África y Asia entre las potencias europeas y Estados Unidos. Finalmente, analiza los efectos de la colonización en las sociedades y economías indígenas, y sus repercusiones actuales como la destrucción de culturas y el subdesarrollo.
2. APARTADOS 1.- El imperialismo y sus causas 2.- Conquista, organización y explotación de las colonias 3.- El reparto del mundo 4.- Las consecuencias de la colonización 5.- Repercusiones a día de hoy 1.1.- La Europa dominante 1.2.- Las causas del colonialismo 2.1.- Exploración y conquista 2.2.- La organización colonial 3.1.- El reparto de África 3.2.- La ocupación de Asia 3.3.- El I. Británico 3.4.- El I. Francés y otros imperios 3.5.- EEUU y Japón 4.1.- La int. de avan. europ. en las colonias 4.2.- Las transformaciones económicas 4.3.- Los cambios sociales y culturales
4. 1.1.- La Europa dominante.- A finales del siglo XIX, con la 2ª Revolución Industrial, las principales potencias europeas (G. Bretaña, Francia…) consiguieron grandes mejoras económicas y técnicas, lo que las llevó a querer dominar el mundo, principalmente Asia y África, donde crearon imperios coloniales. 1.2.- Las causas del colonialismo.- - ECONÓMICAS: los países europeos querían buscar nuevos mercados, comprar materias primas al mejor precio y conseguir mano de obra barata. - DEMOGRÁFICAS: había un exceso de población, por lo que emigrar a otros lugares era una buena opción para mejorar las condiciones de vida. - POLÍTICAS: las fronteras europeas se habían estabilizado y sólo se podían conquistar zonas extraeuropeas, lo que llevó a una gran competencia. - IDEOLÓGICAS: se consideraba que Europa era superior y que debía civilizar a los pueblos “inferiores”.
18. “ Cuando supimos que un hombre de carne blanca venía por el Luaba nos quedamos atónitos. Permanecimos quietos. Durante toda la noche, el tam tam nos estuvo anunciando la noticia. Daremos una fiesta -ordené-; recibiremos solemnemente a nuestros hermanos y les acompañaremos al pueblo. Todos nosotros nos adornamos y reunimos las piraguas grandes. Nos pusimos en marcha; mi piragua a la cabeza, para darle la bienvenida. Pero al acercarnos a su embarcación se oyó: !paff!, !paff!, y los palos de hierro escupieron fuego contra nosotros. Nos quedamos rígidos de espanto. No llegaba un hermano, sino el peor enemigo de los que ha contemplado nuestro país,” P. Hermann. “Audacia y heroísmo de los descubrimientos modernos" . Relato del cacique Mojimba a un misionero.