1. MORFOLOGÍA
La morfología abarca el estudio de las formas, es decir, la estructura y las clases de morfemas
y palabras atendiendo a su constitución interna.
Clases de morfemas
1. Raíces: Aportan la significación central de la palabra, pues tienen significado léxico. Se
trata de un significado pleno que viene definido en el diccionario: sol, perr-ito, libr-ería.
Se denomina base léxica al segmento del que se parte en un proceso morfológico.
2. Morfemas flexivos: Se sitúan siempre en la parte final de la palabra e informan de los
significados gramaticales.
• Indican género y número en sustantivos, adjetivos y pronombres: gat-o-s, buen-a-s, tod-o-s.
Morfemas de género Masculino -o, - e
Femenino -a, -isa, -ina, -esa, -iz,
Morfemas de número Singular -----
Plural -es, - s
• Indican persona, número, tiempo, modo y aspecto en el verbo: amá-ba-mos. Los morfemas
flexivos del verbo se denominan desinencias.
Vocal temática
1ª conjugación a
2ª conjugación e, i, ie
3ª conjugación i, e, ie
Morfemas de persona y número
SINGULAR PLURAL
1ª Ø - mos
2ª -s / Ø - is
3ª Ø - n
3. Morfemas derivativos: Modifican el significado de la raíz en algún aspecto, añadiendo
información de muy diverso tipo, y permiten derivar (crear) nuevas palabras a partir de otras
previamente existentes.
Según su posición en la palabra, se distinguen los siguientes:
o Prefijos: aparecen delante de la raíz (pre-juicio, des-hacer).
o Sufijos: aparecen detrás de la raíz (zapat-ero, cabez-azo). Normalmente cambian la
categoría de la palabra. Dentro de los sufijos distinguimos los sufijos apreciativos. Se trata
de los diminutivos (hoj-ita, florec-illa), aumentativos (coch-azo, libr-ote) y despectivos (fe-
úcho, tip-ejo).
o Interfijos: son unidades sin significado que aparecen a veces entre la raíz y el sufijo (polv-ar-
eda) y, más raramente, entre el prefijo y la raíz (en-s-anchar). No hay que confundirlos con
los sufijos o los prefijos: el elemento –ar- en polvareda no es un sufijo, pues no existe la
palabra polvar, sino un interfijo que une la raíz polv- con el sufijo –eda; en cambio, en
nacion-al-ista, -al- sí que puede ser final de palabra: nacion-al, por tanto, es un sufijo.