El documento es una carta de los obispos católicos del Paraguay dirigida a las comunidades indígenas Pai y Mbya, expresando su compromiso con los problemas que enfrentan relacionados con la tenencia de tierras. Los obispos describen varios conflictos que incluyen la invasión de tierras ya mensuradas, el desplazamiento de comunidades que los ha forzado a abandonar sus tierras, y la expulsión y pérdida total o parcial de tierras. También mencionan la destrucción de los montes ind

1. Mensajes de los Obispos a los indígenas Pai y
Mbya
Nosotros, los Obispos Católicos del Paraguay, nos dirigimos a ustedes,
paisanos Pai y Mbya del Paraguay Oriental, para renovar nuestro
compromiso con todas sus comunidades que están sufriendo difíciles
problemas relacionados con la seguridad de la posesión de sus tierras.
Estos problemas son múltiples y muy variados. En algunas
comunidades que tienen sus tierras ya mensuradas y en trámite de
titulación, de repente sus tierras han sido invadidas por extraños. En
otras, sus miembros han sido poco a poco arrinconados tal que muchos
han tenido que abandonar su comunidad y buscar otras tierras. En
todavía otras, ha habido expulsiones de sus tierras y su pérdida total
o parcial. En casi todos estos conflictos, algunos de ustedes han sufrido
persecusiones, sus ranchos han sido quemados, han sido golpeados y sus
cultivos destruídos.
Sabemos que un problema que les preocupa, y que está muy
relacionado con la cuestión de la tierra, es la destrucción de sus montes.
Como ustedes siempre nos están contando, la destrucción de sus
montes no significa solamente la destrucción de sus recursos
forestales, la escasez de sus alimentos naturales y la introducción de
enfermedades nuevas y la agudización de otras como la tuberculosis;
significa también la destrucción de su modo de ser, de su vida
comunitaria, y de ustedes como personas. Ustedes saben esto muy bien.
Jesucristo nos ha enseñado que la persona es mucho más importante
que el dinero y el negocio, los grandes cultivos y el ganado.
Muchos de ustedes se fueron a Santa Teresita, Chaco, para encontrarse
con sus hermanos indígenas y con el Papa Juan Pablo II. En ese
encuentro el Papa les dijo:
"Conozco los graves problemas que os afectan; en particular lo que
se refiere a tenencia de tierras y títulos de propiedad. Por ello apelo
al sentido de justicia y humanidad de todos los responsables para que
se favorezca a los más desposeídos".
Nosotros hacemos nuestras estas palabras del Papa. Nos sentimos
unidos a ustedes en sus sufrimientos y dificultades. Queremos
alentarles a seguir firmes. Sabemos que ustedes comprenden mejor
que todos su situación y que tienen claro cual debe ser la solución
justa a sus apremiantes necesidades de seguridad y tranquilidad.
Les bendecimos con afecto.

2. Asunción, 21 de octubre de 1988
+ Jorge Livieres Banks
Secretario General
+ Ismael Rolón
Presidente de la CEP