municipales

1. Mensaje - Exhortación ante Elecciónes Municipales
de 1996
El 17 de noviembre la ciudadanía estará concurriendo a las urnas en
todo el país para elegir a las autoridades comunales. Este acto cívico
reviste la importancia de ser uno de los más expresivos de la
democracia del Paraguay de hoy.
En su oportunidad, cada Obispo lanzó un mensaje en su propia
diócesis, a fin de destacar que dicho evento debería ocupar la atención
de todos los ciudadanos y de motivarlos a emitir su voto libre y responsablemente.
Hoy, los Obispos del Paraguay queremos también animar a todos los
que sufragarán en los comicios municipales, a que lo hagan con pleno
conocimiento de poder constribuir al bien comun. Que elijan a aquellas
personas que, según su conciencia, tengan la idoneidad y la honestidad
para ejercer el cargo municipal con genuino espíritu de servicio a la comunidad.
Es fundamental que el libre ejercicio de la elección pueda ser motivado
por el sentido de corresposabilidad, a fin de que todos se sientan
partícipes en la gestión del bien común, que se expresa,
principalmente, en el bienestar de los ciudadanos.
Exhortamos para que este evento- que está en su etapa de preparación
próxima,en estos últimos días de las campañas electorales, se
caractericen por la cordura y la serenidad de ánimos.
Que las pasiones o entusiasmos del momento no se extralimiten al
punto de causar graves daños a los individuos, a las familias y a la
sociedad. La serenidad en el comportamiento en los días previos a
las elecciones, como en ese día, debe ser un valor muy apreciado por todos los
ciudadanos.
Queremos, finalmente, inspirar a todos para que abriguen la esperanza
porque los resultados electorales lleven a la consolidación de la
democracia que debe ser el fruto de la cooperación responable entre
las personas que libremente accionan para construir una comunidad más justa y
fraternal.
Acompañamos con nuestras oraciones todos los esfuerzos realizados
y a realizarse a fin de que veamos los frutos que todos anhelamos.
Bendecimos a todos con afecto paternal.
Asunción, 6 de noviembre de 1996