Cuando Mussolini declaró la guerra a los aliados el 10 de junio de 1940, se encontraba en la bahía de
Algeciras el buque tanque italiano Olterra, de 4.995 toneladas de registro bruto, perteneciente a un armador
genovés. El buque estaba pendiente de comenzar la descarga y ante la posibilidad de que cayera en manos
de los buques de guerra británicos , su capitán recibió desde Italia la orden de inutilizarlo, ya que en el
momento en que intentase salir a mar abierto con toda seguridad seria hundido o capturado por el enemigo.
Así fue embarrancado frente a la base naval de Gibraltar, en aguas españolas, y parcialmente volado. Su
tripulación regresó a Italia dejando en el buque un retén de cinco hombres.
2. Cuando Mussolini declaró la guerra a los aliados el 10 de junio de 1940, se encontraba en la bahía de Algeciras el
buque tanque italiano Olterra, de 4.995 toneladas de registro bruto, perteneciente a un armador genovés. El
buque estaba pendiente de comenzar la descarga y ante la posibilidad de que cayera en manos de los buques de
guerra británicos , su capitán recibió desde Italia la orden de inutilizarlo, ya que en el momento en que intentase
salir a mar abierto con toda seguridad seria hundido o capturado por el enemigo. Así fue embarrancado frente a la
base naval de Gibraltar, en aguas españolas, y parcialmente volado. Su tripulación regresó a Italia dejando en el
buque un retén de cinco hombres.
De esta manera permaneció el barco inmovilizado y encalladlo sin que se le prestase mucha atención hasta enero
de 1942. Pero la Regia Marina cayó en la cuenta de que la situación del barco constituía un excelente
observatorio de la base enemiga de Gibraltar desde el que podía observarse con toda comodidad el movimiento
naval enemigo sin esfuerzo alguno; utilizando unos prismáticos. Así el estado mayor de la marina de guerra
decidió que una nueva tripulación militar perteneciente a la 10ª Flotilla MAS (Motoscafo Armato Silurante)
sustituyese en secreto al retén de marinos civiles. Sus miembros eran oficiales y suboficiales especialistas en
ataques con los llamados medios sutiles (torpedos tripulados, lanchas torpederas, submarinos de bolsillo, etc).
Llegados a Algeciras a través de España como inocentes turistas, se incorporaron al Olterra iniciando las
gestiones oportunas para desplazar el buque a un lugar discreto donde pudieran hacerse los trabajos necesarios
para adaptarlo a su nuevo cometido.
El Caballo de Troya
3. La reparación del buque se inició bajo el pretexto de que había sido vendido a un armador español que, deseaba
poner la nave a navegar de nuevo. Remolcado a un malecón de escaso movimiento, se iniciaron las reparaciones
bajo la atenta vigilancia de los agentes británicos de la zona alarmados por los movimientos del Olterra, en el que
ya habían reparado.
Los militares italianos llegaron a la conclusión de que, además de un punto de observación, el barco bien podía ser
utilizado directamente para fines bélicos como base oculta de torpedos tripulados para atacar Gibraltar. Este era el
verdadero objetivo de los hombres de la 10ª Flotilla. El mando de toda la operación lo ostentaba el teniente de
navío Visintini, que ya había penetrado buceando en Gibraltar meses antes y hundido un petrolero escapando
después por tierra españolas
A partir de primeros de julio de 1942 , comenzaron a llegar a Algeciras grupos de buzos y especialistas italianos
que con apariencia de turistas terminaban incorporándose al Olterra.
,Una afortunada circunstancia vino a facilitar aún más las cosas: uno de los integrantes de la Osa Mayor, Antonio
Ramognino, contrajo matrimonio con una joven española, la cual fue incorporada al operativo. Fue así como, con
el pretexto de la enfermedad de la esposa, que necesitaba una cura de “baños de mar”, el matrimonio Ramognino
alquiló una casa de campo cerca de Puente Mayorga situada frente al mar junto a la playa. Desde ese momento el
chalet Villa Carmela, se convirtió en el lugar de observación de la Osa Mayor, así como en el lugar de reunión y
partida de los “Hombres Gamma”.
El domingo 14 de julio de 1942 los buzos salieron por primera vez nadando sigilosamente por el costado abierto
del Olterra. Y cerca ya del amanecer Gibraltar se convulsiona con la explosión casi simultánea de cuatro
mercantes fondeados en la rada de la base.
4. El domingo 15 de septiembre voló por los aires otro carguero británico., y a principios de diciembre ya se
encontraban operativos los torpedos tripulados por lo que se decidió atacar a los portaviones Formidable y
Victorious que se encontraban fondeados en Gibraltar. En plena oscuridad tres torpedos tripulados, salieron del
vientre del Olterra y se deslizaron sigilosamente hacia la roca.. Pero esa noche la suerte no acompañó a los
italianos: los dos tripulantes del primer torpedo murieron y los del segundo, fueron descubiertos y hechos
prisioneros. Los tripulantes del tercer torpedo decidieron hundirlo y escapar pero solo uno lo consiguió. Este fracaso
obligó a suspender las operaciones temporalmente.
El 18 de mayo de 1943 otro trío de torpedos tripulados por seis hombres salía silenciosamente. Horas después
tripulantes y torpedos estaban de vuelta. Casi al amanecer tres mercantes enemigos se hundían. Y aquí acabo la
inmóvil carrera militar del Olterra, que sin navegar una sola milla hundió más de 30.000 toneladas de buques
enemigos., probablemente un caso único en la historia..
Hasta después del armisticio, cuando los propios italianos revelaron el misterio a sus antiguos enemigos, el asunto
del Olterra permaneció en el más absoluto de los secretos.
En 1975 se rodó una película sobre el Olterra cuyo título era la Donna Che Venne del Mare, interpretada por Vittorio
de Sica y Sandra Milo, su director fue Francesco de Robertis
47. Italia firmó el armisticio el 8 de septiembre de 1943. La guerra había terminado, esta vez para siempre,
para el Olterra. Hasta entonces, los ingleses en Gibraltar no habían tenido pruebas para vincular la
presencia del buque en Algeciras con los ataques a sus naves.
En palabras de León Goldsworthy: “Nunca encontramos ninguna prueba de la función desempeñada
por el Olterra en este asunto. Desde la sede de la Armada británica en Gibraltar podíamos ver a simple
vista, la superestructura del Olterra por encima del muelle exterior de Algeciras. La posibilidad de que el
Olterra pudiera estar asociado de alguna manera con los ataques de torpedos humanos no se nos
escapó, pero nunca tuvimos la más mínima evidencia que pudiera sugerir la naturaleza real de su
participación
Las autoridades españolas trataron de ocultar las evidencias, pero cuando los componentes del equipo
de buceo del comandante Crabb abordaron el Olterra después del armisticio italiano, encontraron
piezas de recambio de tres tipos de torpedo diferentes. Esto les permitió volver a montar un torpedo
tripulado completo al que llamaron Emily. La nave se perdió después de seis ensayos en mar abierto.
Después de la guerra el comandante Crabb se reunió con algunos de sus antiguos enemigos,
incluyendo el último comandante de la Osa Mayor, Teniente Notari