2. Trans Fat Acid.
O
TFA
Más conocidas como
“Grasas Trans”
L os efectos adversos de las grasas "trans" se traspasan a través de la
leche materna, según una reciente investigación.
3. Investigadores de la State University of Rio de
Janeiro han querido ir más allá de lo que hasta
ahora se conoce sobre las grasas "trans" y su
transmisión de madres a hijos durante la lactancia.
En un riguroso estudio elaborado con animales de
laboratorio, han observado que las ratas amamantadas
por hembras alimentadas con aceites vegetales
parcialmente hidrogenados sufren problemas en la
función cardiaca.
4. La alimentación de la madre, pieza clave
A pesar de que la investigación se ha llevado a cabo
en animales y no en humanos, los resultados dan pie a
pensar e indagar si efectivamente puede pasar lo
mismo en la especie humana, es decir, si los conocidos
efectos dañinos de las grasas “trans” se pueden
extender a la salud de los bebés lactantes.
Se trata de consumidores indirectos que pueden verse afectados por los
platos precocinados, la bollería y demás productos manufacturados que
contienen este tipo de grasa y que las madres consumen sin conocer el
alcance que tiene su ingesta en la composición de su leche. Una vez más la
alimentación de la madre embarazada y lactante se revela como pieza
clave en la salud del niño y el futuro adulto.
5. En el estudio en animales, los investigadores brasileños dividieron a
las ratas que amamantaban en dos grupos; al grupo control le
suministraron aceite de soja en su dieta y al otro grupo aceite vegetal
parcialmente hidrogenado, de forma que la cantidad total de grasas
"trans" fue de un 11,75% del total de las grasas diarias aportadas.
Una vez finalizada la lactancia los dos grupos de crías se alimentaron
igual hasta que cumplieron los 60 días, etapa en la que se les tomaron las
mediciones oportunas. El resultado fue que las crías de las ratas que
comieron grasas "trans" presentaron un significativo descenso en las
medidas referentes al metabolismo de la glucosa en el músculo cardíaco.
6. Los autores del estudio fueron más allá y midieron la sensibilidad a la
insulina una vez las crías alcanzaron la edad adulta y observaron que
tejidos específicos como los de los músculos o el tejido adiposo no
absorbían correctamente el azúcar, por lo que los niveles de glucosa en
sangre resultaron ser anormalmente más elevados.
Esta circunstancia, según los propios investigadores, aumenta el riesgo
de desarrollar resistencia a la insulina, síndrome metabólico y diabetes
tipo II en ratas.
Aunque se requieren más trabajos científicos que corroboren estos
resultados y que estos se amplíen con estudios en humanos, la
investigación se convierte en un argumento más para quienes presionan a
la industria alimentaria para que reformule sus productos y retire este
tipo de ingredientes.
ingredientes
7. De los alimentos a la leche materna
Desde que los análisis de la leche materna de finales de los años 90
en Canadá mostraran altas cantidades de ácidos grasos "trans"
provenientes de aceites parcialmente hidrogenados, este país introdujo
en el año 2003, por vía legislativa, recortes en la composición de estas
grasas en algunos alimentos específicos.
En este sentido, miembros de la University of British Columbia, en
Vancouver, han publicado estudios que apoyan las observaciones de
numerosos trabajos que han dado a conocer cómo los ácidos grasos
naturales de la leche humana se ven afectados por las grasas "trans"
provenientes de la dieta.
8. Sería prudente que las madres redujeran la ingesta de grasas "trans"
durante el embarazo y la lactancia mientras llegan nuevos resultados
que refuercen los conocimientos actuales sobre sus efectos.
Uno de estos estudios mostró que las mujeres canadienses consumen
alrededor de 6,9 gramos (2,5% de energía) de ácidos grasos "trans" al
día, provenientes sobre todo de productos de repostería, bocadillos
manufacturados y diversos productos de comida rápida que
contienen grasas hidrogenadas.
9. Entre las mujeres lactantes, los ácidos grasos “trans” tienden a desplazar los
ácidos grasos esenciales (ácido linoleico y ácido alfa-linolénico) en la leche
materna, y los "trans" acaban por incorporarse a los fosfolípidos del plasma
y a los triglicéridos de los niños amamantados.
T eniendo en cuenta el papel crucial de las grasas naturales en el
desarrollo del sistema nervioso de niño, es una cuestión
indiscutiblemente importante aclarar los efectos adversos que los
aceites parcialmente hidrogenados pueden ejercer en el lactante a
través de su alimentación natural.
10. E n vista de todos los hallazgos de que se disponen
en la actualidad, sería prudente que las madres
redujeran en lo posible la ingestión de ácidos
grasos "trans" durante el embarazo y el
amamantamiento, mientras se esperan nuevos
resultados que refuercen los conocimientos
actuales sobre sus efectos negativos tanto en el
desarrollo del feto y del lactante.
11. Disposiciones internacionales
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los
gobiernos de todo el mundo que eliminen o reduzcan la cantidad de
grasas vegetales parcialmente hidrogenadas en los alimentos.
Esta recomendación apoya las evidencias que en los últimos años
relacionan este tipo de grasas con efectos nocivos sobre la
salud.
Hoy en día gobiernos y, sobre todo, industria alimentaria, en
concreto la estadounidense, han empezado a tomar medidas para
erradicar este compuesto de diferentes productos.
12. E n EE.UU.. es obligatorio,
desde 2006, declarar en la
Canadá también exige que se
detallen las grasas "trans" en la
etiqueta nutricional de
etiqueta nutricional la cualquier producto.
cantidad de grasas "trans" por
En Europa, Dinamarca es el
porción de producto si éste
contiene más de 0,5 gramos.
Esta valiosa información se único país que cuenta, desde
suma a la obligación, vigente junio de 2003, con una
desde 1990, de informar sobre normativa que obliga a
el contenido total de grasa
total, grasa saturada y incluirlas en las etiquetas
colesterol. alimentarias.
Además, la Administración
danesa exige a los productores
que no superen el 2% de grasas
"trans" en sus productos, ya sean
propios o importados.
13. En España no hay una normativa específica.
No obstante, desde la Estrategia NAOS (Nutrición,
Actividad Física y prevención de la Obesidad),
impulsada por el Ministerio de Sanidad y Consumo, se
insta a la industria alimentaria y a las empresas de
restauración a que disminuyan de forma progresiva en
sus productos los niveles de estos componentes.
14. El articulo aquí ofrecido esta firmado por
ELENA PIÑEIRO / MAITE ZUDAIRE.
Publicado el 17 de Junio de 2008 en las paginas de la fundación
Grupo Eroski
www.consumereroski.es
15. A partir del 2010 irán cambiando las leyes españolas para
equipararnos a la normativa europea sobre alimentación.
Esta normativa no es mejor que la española en la actualidad.
Ejerciendo tu derecho como consumidora/or y haciendo presión podemos
cambiar las cosas
16. Fin
Diseño: Orlando Betancor
Profesor de Cocina - Personal Cooking Trainer – Técnico en Dietética y Nutrición
Terapeuta Fisioenergético
Para más Información
www.elriaddelabaraka.com