Conferencia ofrecida en el I Congreso "Esto es Diseño Industrial" 26 de abril 2013, La Térmica, Málaga, España. Hasta hace muy poco tiempo los diseñadores entendíamos exclusivamente el diseño como una actividad solucionadora de problemas. Charles y Ray Eames, una reconocida e influyente pareja de diseñadores que crearon alguno de los productos más emblemáticos del siglo XX solían decir que los diseñadores «no somos artistas, solucionamos problemas». Los seres vivos hacen exactamente lo mismo. Una de las definiciones más interesantes de la vida se debe al filósofo vienés (nacionalizado británico) sir Karl Popper que dijo que «vivir es solucionar problemas». Problemas de homeostasis, de auto-organización o de adaptación que se presentan en la relación entre los seres vivientes y el mundo. Desde este punto de vista, el estudio de la naturaleza es un motor muy potente para la creatividad, estableciendo conexiones y sugiriendo nuevas soluciones a los problemas humanos. Sin embargo, recientemente algunas voces muy acreditadas están poniendo más énfasis en el diseño como actividad exploratoria de nuevas oportunidades. Se trata de un nuevo enfoque: la investigación en biomimética y la investigación en diseño deben evolucionar desde la simple emulación de organismos vivos hacia un marco más dinámico de inspiración en los procesos naturales. Deben también dejar de concentrar su atención en la solución de problemas concretos para aventurarse en un territorio mucho más complejo, rico e interconectado: la exploración de posibilidades.