Introducción: El mundo globalizado está imponiendo nuevos modos de ver las cosas, nuevas formas
de entender la realidad y nuevas formar de resolver los problemas que la afectan. Por ello, en el presente
trabajo hacemos una profunda reflexión sobre la necesidad de cambiar el paradigma a la hora de abordar
el “problema” (situación) de la adaptación al cambio permanente, desligamiento del concepto
“emprendedor” con lo relacionado exclusivamente con el concepto “creador de empresas” y como debe
responder al mismo el Sistema Educativo a nivel superior desde la enseñanza pública. Objetivo: Proponer
un cambio en las formas de abordar los conceptos relacionados con el Fomento del Espíritu Emprendedor
para modificar la imagen mental del estudiante a la hora de enfrentarse al proceso de emprender cambios
(a nivel personal o a nivel profesional). Método: lo primero que hacemos es modificar el “nombre”
(definición) del concepto a modo de nueva fórmula disciplinaria (emprendedorismo) y lo segundo es
establecer una estrategia de “branding” (posicionamiento de marca) para poder cambiar la actitud del
colectivo de referencia hacia ella. Esta estrategia la definimos desde una perspectiva científica y
académica. Resultados: Un cambio de “marca” supone una modificación del sistema de percepción
mental y eso levanta barreras emocionales. Como resultado de la propuesta nos encontramos con el
diseño de una metodología específica en el ámbito del “coaching” que proporcione las herramientas
necesarias para propiciar la actitud adecuada en aras de afrontar la modificación de parámetros (cambios)
cada vez más rápidos y constantes. Esta metodología de Capacitación la hemos denominado
“Coaching&Learning”.
Contabilidad universitaria Septima edición de MCGrawsHill
Emprendedorismo
1. EMPRENDEDORISMO Y COACHING &LEARNING: HACIA UN NUEVO PARADIGMA EN EL OBJETO Y
EL METODO CIENTÍFICO
Ana Maria Orti González
Nº 1. CE-565.
¿Por qué un nuevo conocimiento científico?
En el año 1997, como iniciación a nuestra carrera docente académica, presentamos un trabajo en forma de proyecto docente. En el mismo, recogemos una
serie de reflexiones acerca de la Ciencia y el Conocimiento Científico.
Este trabajo recoge, entre otras cosas, que en 1934, se convocó en Praga a un conjunto de destacados científicos y filósofos con el propósito de preparar el
Primer Congreso Internacional sobre Ciencia Unificada, promovido por el Círculo de Viena , y que se centró fundamentalmente en el análisis de problemas
lógico-sintácticos, de inducción, probabilidad, es decir, se centraron en la reflexión de diversas aplicaciones de sociología científica, entendidas siempre, desde
un punto de vista positivista defendido por Augusto Compte .
Lejos de profundizar en los orígenes y los contenidos de las diferentes posiciones recogidas en el mencionado documento, consideramos su importancia de cara
a plantear las modernas definiciones que sobre el concepto “Ciencia” han efectuado autores más contemporáneos y que consideramos destacables de cara a
delimitarlo:
•Popper indica que “la noción de la ciencia es una pura convención” (Popper, 1977), justificando su postura en que según el mencionado
autor la aceptabilidad de los enunciados observacionales se mide por su capacidad para sobrevivir a las pruebas, es decir, que “cualquier
enunciado científico empírico puede ser presentado de tal modo que cualquiera que haya aprendido la técnica necesaria pueda comprobarlo”
(Popper, 1977).
•Por otro lado, Kuhn (1975) indica que “ciencia es lo que realizan los científicos”, es decir, para este autor los aspectos sociológicos de las
comunidades científicas desempeñan un papel destacado en el enunciado de sus teorías sobre la ciencia.
•Lakatos (1975) en una línea parecida, afirma que “el problema central de la filosofía de la ciencia es.... el problema de enunciar unas
condiciones universales bajo las cuales una teoría pueda considerarse científica”
Estas definiciones contrastan considerablemente con la postura anarquista defendida por Feyerabend (1982), que considera que, hasta ahora, ninguna de las
metodologías científicas ha tenido éxito, pues no han conseguido proporcionar unas reglas lo suficientemente adecuadas para guiar las actividades de los
científicos.
Si nos centramos en obras más contemporáneas encontramos autores que opinan que la Ciencia “es el conocimiento racional, sistemático, verdadero y
contrastable con la realidad observable, obtenido mediante el método científico” (Bunge, 1985a. pag.29).
Más estricto es Sierra (1994, pag.17) quien define a la ciencia como “un conjunto de conocimientos sobre la realidad observable, obtenidos mediante el método
científico”
Nuestro objetivo no se centra en la profundización de las polémicas generadas por los filósofos a la hora de establecer una definición concreta del concepto
“Ciencia”, más bien consideramos necesario establecer un reconocimiento de un fenómeno que constituye algo inherente al ser humano y que ha condicionado
a lo largo de su historia toda su existencia. Nos referimos a la existencia de “problemas” y a la capacidad que tiene el mismo de poder hacerlos frente.
Entendiendo por problema la “existencia de una dificultad que requiere de una investigación para su resolución”, para poder superar dicha dificultad el
individuo puede recurrir a lo que Bunge considera “Conocimiento Ordinario”, es decir, a la experiencia que le proporciona su propia actividad diaria, su propia
realidad. También denominado conocimiento vulgar, la acumulación de experiencias es el mecanismo más simple para poder conocer y abordar la realidad. A
medida que esta realidad se vuelve más compleja y difícil de dominar, el conocimiento ordinario deja de resolver problemas e incluso hasta de plantearlos. El
hombre potencia su facultad de entendimiento a través de múltiples mecanismos que permiten afrontar esas dificultades de una forma racional y objetiva. La
investigación científica adopta un papel esencial tanto en el planteamiento de las cuestiones como de sus posibilidades de resolución.
Nos encontramos, por tanto, ante dos aspectos diferentes de un continuo en el planteamiento del concepto sometido a estudio: el conocimiento ordinario y el
conocimiento científico. Si bien el primero de ellos, como ya hemos dicho, se basa en la acumulación de experiencias y saberes que provienen del devenir diario
del hombre, en cuanto al segundo de los polos de nuestro sistema continuo (Conocimiento Científico), podemos expresarlo, según el profesor Tarragó (1986) en
función de las siguientes características:
1.- Racional: Aquel conocimiento obtenido a través de una investigación intelectual sobre cuáles son las causas de los hechos así como los fenómenos
estudiados.
2.- Sistemático: es decir con ideas ordenadas y jerarquizadas,
3.- Contrastable: Verificable o comprobable través de pruebas intersubjetivas
4.-Susceptible de ser generalizado: entendiendo por generalización la capacidad de poder pasar de una afirmación descriptiva de un caso observado a una
afirmación descriptiva de más de un caso de similares características.
La ciencia no puede ser juzgada exclusivamente por el sentido común o conocimiento ordinario, ni deben estimarse ideas
y procedimientos científicos basados en el mismo (Bunge, 1976, pag.20), sino que la ciencia elabora sus propios cánones de validez, y en muchos casos éstos
se alejan de los planteamientos del saber común.
Bunge determina que lo que distingue al conocimiento científico y lo que le confiere su superioridad sobre el conocimiento común no es su sustancia o tema
(objeto), ya que un mismo objeto puede ser considerado de un modo científico o no científico salvo algunas excepciones, sino más bien su forma o método
(procedimiento), es decir, el modo en que se genera, y su objetivo, o finalidad para la cual se aplica el método.
¿Para qué el emprendedorismo como cuerpo de
conocimiento científico (que se alimenta del conocimiento
ordinario)?
Un nuevo cuerpo de conocimiento (en nuestro caso emprendedorismo) surge ante una
necesidad (en nuestro caso socio-económica) de potenciar el desarrollo de innovaciones
en nuestro “modelo” para dar respuesta a un problema (en nuestro caso fomentar el
espíritu emprendedor), para conseguir un objetivo “Generar una Cultura
Emprendedora”.
Ello se convirtió en nuestra MISIÓN como investigadora científica.
Al tratarse de un nuevo concepto (en lo relativo a la denominación del término
“emprendedorismo”) y una ampliación multidisciplinar en la perspectiva de análisis,
hemos de ser prudentes a la hora de efectuar determinadas aseveraciones que
proponemos.
Nuestra VISIÓN se centra, por tanto, en compilar las tendencias más vanguardistas en
las diferentes disciplinas que configuran nuestro sistema de conocimiento, en aras de
entender los comportamientos emprendedores en cada una de las realidades culturales
que configuran nuestra variopinta sociedad.
Como autora de la propuesta, entiendo que mis capacidades como investigadora son
más intuitivas que metodológicas. Por ello, propongo estos planteamientos a otros
emprendedores de cualquier tipología, investigadores, empresarios, y demás agentes
de cambio económico y social, que quieran aplicar el método científico en el abordaje
de este apasionante planteamiento y que, creo y confío, constituye un enfoque
realmente necesario
para poder abordar los cambios que
se producen en nuestra realidad
CON UN MAXIMO NIVEL
DE ENTENIDIMIENTO INTERDISCIPLINAR
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
• BIBLIOGRACIA Alemany, L.; Alvarez, C.; Planellas, M.; Urbano, D. (2011) Libro Blanco de la Iniciativa Emprendedora en España.
Barcelona. Http://www.cise.es/wp-content/uploads/2013/03/9_lbiee_documento-final.pdf.
• Bunge, M. (1985a): La Investigación Científica. Ed. Ariel, Methodos, Madrid.
• Bunge, M. (1985b): Economía y Filosofía, Editorial Tecnos, Madrid.
• Comisión de las Comunidades Europeas (2004). Plan de acción: el programa europeo en favor del Espíritu empresarial. Bruselas.
• Comisión Europea (2004). Implementation of “education and training 2010”. Work programme.
• Comisión Europea (2008). Best procedure project: “Entrepreneurship in Higher Education, Especially in Non-Business Studies” final
report of the expert group.
• Directorate general for education and culture.
• Echeverría, J. (1989): introducción a la metodología de la ciencia. La filosofía de la ciencia en el siglo xx. Barcanova, temas
universitarios, barcelona.
• Feyerabend, P. (1982): La Ciencia en una Sociedad Libre. Editorial siglo XXI, Madrid.
• Global Monitor Entrenurship. Informe 2013
• http://ec.europa.eu/education/policies/2010/doc/basic2004.pdf. Consultado en julio 2014.
• http://www.cise.es/wp-content/uploads/informe-gem-espa%c3%91a-20131.pdf
• Kuhn, T. (1975): la estructura de las revoluciones científicas. Fondo de cultura económica, Madrid.
• Lakatos, I. (1975): la historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales, en la crítica y el desarrollo del conocimiento, Lakatos y
Musgrave eds., ediciones Grijalbo, Barcelona, págs. 455-509.
• Orti, A. M. (1995): “Empresarios Universitarios, Las Juniors Empresas”, en Administrando Para la Sociedad. Ed. Diputación de Sevilla,
pp. 177-199.
• Popper, K. R. (1977): la lógica de la investigación científica. Editorial Tecnos, Madrid.
• Quintana García, C. (2001): “dimensiones del éxito en empresas emprendedoras”. Investigaciones europeas de dirección y
economía de empresa.vol.(17). Nº 2, pp. 139-158.
• Shane, S.; Venkataraman, S. (2000): “The Promise of Entrepreneurship as A Field Research”. Academy of management
review.vol.(25). Nº 1, pp. 217-226.
• Sierra Bravo, R: (1994): Técnicas de Investigación Social: Teoría y Ejercicios - Editorial Paraninfo , Madrid, España, 9 ed.
• Tarragó Sabaté, F. J. (1986): Fundamentos de Economía de la Empresa. Librería hispano americana, Barcelona.
• Veciana, J. M. (1999): “creación de empresas como programa de investigación científica”. Revista Europea de Dirección y Economía
de la Empresa. Vol.(8). Nº 3, pp. 11-36.
• Villasalero D.; A. (2000): “Los factores determinantes de la Creación de Empresas con una aproximación contractual: un marco
conceptual integrador de los enfoques psicológico, sociológico y económico”, ponencia presentada en el xiv congreso nacional y x
congrsos hispano-francés, de aedem,(asociación europea de economía de empresa). Jaen. Junio de 2000.