2. ACTITUD POSITIVA
Docentes y familias han de tomar la misma
actitud positiva. Para ambas partes es
necesario que tengan el pensamiento de que el
alumno padece un trastorno, lo que se traducirá
en un sentimiento de ayuda hacia el niño.
3. CITAS REGULARES
Mantener citas regulares con el tutor.
Acordar un seguimiento con el resto de profesores
para ver cómo va evolucionando en las diferentes
asignaturas.
4. PLANEAR OBJETIVOS
Planear conjuntamente objetivos realistas
para llevar a cabo entre cada cita. Pocos pero
alcanzables. Ir aumentando objetivos según se
vayan cumpliendo. Centrarse en las soluciones y
no en los problemas.
5. INFORMAR
Informar a los padres de todos los aspectos,
positivos y negativos, sobre los avances en el
rendimiento académico, la conducta del niño, su
estado emocional y las relaciones con los
compañeros y profesores. Hacer un seguimiento
de los objetivos que funcionan y aquellos que no
y trasmitírselos a los padres.
6. VALORAR EL TRABAJO
REALIZADO
Valorar el trabajo realizado por ambas
partes y no dudar en el diagnóstico. Asumir y
entender que las características que demuestra el
niño son debidas al trastorno y no a la mala
educación que haya recibido.