2. La estructura social de los persas se caracterizó por ser altamente
estratificada y jerarquizada.
La sociedad persa estaba dividida en rígidas clases sociales. En la
cúspide de la pirámide social se encontraba el Rey y su familia, más abajo
de la realeza se encontraba la aristocracia (sacerdotes, nobles, jefes
militares y funcionarios del estado). Después, la clase media como:
comerciantes, artesanos y soldados.
Los campesinos, considerados hombres libres, formaron la base de la
pirámide social, ya que en ellos recaía gran parte del sostenimiento de las
demás clases sociales. Estos vivían miserablemente, eran explotados ya
que eran obligados a entregar casi todo lo que producían en las tierras.
Eran también obligados a prestar servicios en la construcción de palacios y
obras públicas (canales de irrigación, carreteras, etc.).
Por último, los esclavos, prisioneros de las conquistas militares,
formaron un grupo numeroso, que ejecutaban los trabajos más pesados en
la construcción de palacios y obras públicas.
3. Darío I estructuró su gigantesco Imperio entorno a
una idea: la fidelidad del Gran Rey a sus súbditos
a cambio de la obediencia total de estos. Para ello,
creó 23 satrapías o provincias, a cuyo frente puso
a nobles persas. Éstos recibían el nombre de
sátrapas. La administración estaba muy
jerarquizada. La lengua empleada en todo el
Imperio era el arameo, y se utilizaba una escritura
derivada del fenicio. Existía también una moneda
única para toda Persia: el dárico.
4. Gobierno central
El sistema de gobierno era una monarquía
absoluta hereditaria donde el rey era
considerado la forma antropomórfica de dios en
la tierra. El rey debía ser el mejor guerrero, como
también el mejor cazador. Disponía de un ejército
personal compuesto por 10.000 soldados
conocidos como los inmortales ya que cada vez
que caía uno era inmediatamente reemplazado
por otro de la reserva formada para este fin.