21. Relaciónense con los niños al nivel de ellos
Por Ted Johnston
n ésta serie estamos dialogando sobre cinco principios para el ministerio efectivo hacia los
niños, resumidos en el acrónimo BRING. La última vez vimos el primer principio:
Bendigan a los niños con el amor de Jesús. Ahora venimos a la R de BRING:
Relaciónense con los niños al nivel de ellos.
Para ser un misionero efectivo se requiere un
conocimiento funcional del campo misionero. Y los niños son un maravilloso campo misionero
fructífero con una apertura particular hacia Dios y Su amor. En los seminarios de entrenamiento
para el ministerio hacia los niños, yo pregunto a la audiencia de adultos qué edad tenían cuando
comprometieron por primera vez sus vidas a Cristo. La abrumadora mayoría indica que ellos lo
hicieron en su temprana adolescencia o antes.
Un estudio hecho por el grupo de investigación Barna confirma mi encuesta informal,
mostrando que del 75 al 85 por ciento de los cristianos en Norteamérica hicieron su compromiso
inicial de fe antes de los 15 años de edad. Además, ésta investigación indica que la probabilidad
de convertirse en cristiano(a) es del 32 por ciento entre las edades de 5 y 13 años. Entonces, ésta
probabilidad disminuye a un 4 por ciento entre las edades de 14 y 18 años y aumenta sólo un
poco al 6 por ciento a la edad de 19 años o más. Los niños tienen una apertura particular hacia el
amor de Dios y el mensaje del evangelio. Nuestro desafío es comunicar el evangelio a los niños
en el nivel de ellos—en maneras que ellos puedan entender y experimentar fácilmente.
Ahora, tengo algo que confesar. Hubo una vez que yo pensé que el evangelio era demasiado
complejo para que un niño pudiera entenderlo plenamente. Pero estaba equivocado. Lo esencial
de las buenas nuevas (evangelio) no es difícil de entender. Más bien, es el mensaje simple acerca
E
22. de Jesús—Su vida, muerte y resurrección; Su amor y regalo de salvación. Confiar que Jesús es
quien Él dice ser para nosotros es, en sí mismo, un atributo infantil. Quizás por eso Jesús dijo,
“dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes
son como ellos” (Mateo 19:14). En verdad, los niños pueden venir a Jesús en confianza y fe.
Como adultos, tenemos el privilegio y responsabilidad de conducirlos a la fe en su Salvador para
que ellos puedan aprender a seguirlo.
Así que, ¿dónde empezamos? Empezamos donde ellos
están. Es decir, empezamos en el nivel de ellos. Dios y Su amor deben ser comunicados en
formas que se conecten con los niños. Hacer la conexión envuelve un entendimiento básico de la
etapa del desarrollo intelectual, físico, social, psicológico y religioso del niño(a).
Por supuesto, usted no tiene que ser un psicólogo de niños para entender esto, aunque algo de
información básica sobre el desarrollo infantil podría ser de gran ayuda para aprender a
relacionarse bien con los niños (vea mi artículo, “Edificando Niños Creyentes”).
Ideas
Aquí hay algunas ideas simples sobre cómo relacionar el evangelio con los niños al nivel de
ellos. Primero, dígales acerca de Jesús en maneras que sean significativas para ellos. Esto no es
difícil de hacer usando la Escritura, porque los evangelios están llenos de historias acerca de Jesús
con las que los niños se relacionan fácilmente.
Tome por ejemplo la parábola del hijo pródigo, donde el padre representa a Dios quien es
espléndido en Su gracia hacia los pecadores (representados por el hijo pródigo como también por
su hermano mayor, quien a pesar de su obediencia, era envidioso y amargado). Ésta historia
puede ser actuada para y por los niños. Puede ser contada en forma dramática. Puede ser ilustrada
con fotos o usando un flanelógrafo. Y mientras las historias de los evangelios son contadas a los
niños, el mensaje siempre debe enfocarse en Jesús, Su amor y perdón, y Su invitación a seguirle y
aprender de Él.
Los niños pueden venir a
Jesús en confianza y fe.
Como adultos, tenemos el
privilegio y responsabilidad
de conducirlos a la fe en su
Salvador para que ellos
puedan aprender a seguirlo
23. Déjeme añadir una nota de precaución cuando se
enseñe a los niños usando la Escritura. Al hacerla simple para que los niños la entiendan, no
diluya la enseñanza de la Biblia. A menudo los niños tienen mucha más capacidad para captar
conceptos espirituales de lo que nosotros les damos crédito. Con una enseñanza seria que use un
vocabulario que ellos puedan entender, los niños pueden captar los conceptos básicos de la
doctrina cristiana incluyendo cosas tales como la gracia, el pecado, la vida eterna, la resurrección,
y por supuesto, las enseñanzas básicas concernientes a la encarnación, nacimiento, vida,
ministerio, muerte, sepultura, resurrección, ascensión y regreso de Jesús. Algunos maravillosos
materiales de enseñanza están disponibles para ayudarnos en ésta labor.
No se olviden que la música es un medio poderoso que podemos usar para relacionarnos con
los niños y comunicarles el evangelio. Me encanta cuando las congregaciones incluyen a los
niños en su música de adoración en la iglesia. Asistí a un servicio donde el equipo de adoración
sobre el escenario incluía a varios niños que ayudaban a unos pocos adultos que dirigían a la
congregación en el canto. Ellos hicieron un trabajo maravilloso con toda la música, pero ustedes
deberían haberlos visto avivarse con gozo cuando la música era más juvenil y exuberante en su
tono y contenido.
Su gozo en el Señor era contagioso cuando cantaban acerca del poder, amor y gracia de Dios.
Se sabían todas las palabras y entendían lo que estaban cantando y los niños en la audiencia
fácilmente se acoplaron a la música y al mensaje. A través de una música que se relacionaba, los
niños estaban enseñando y recibiendo el evangelio.
También podemos relacionarnos con los niños al nivel de ellos cuando los enseñamos a orar.
Si la oración es a veces un desafío para los adultos, con frecuencia es algo natural para los niños.
Ellos carecen de muchas de nuestras vacilaciones como adultos y autoconciencia. Tienen muy
poca reserva hablándole a Dios aunque Él no esté presente visiblemente. No hace mucho hablé
con un maestro de escuela dominical quien, como parte de su clase semanal para niños de 69
años, provee una variedad de estaciones donde ellos entran a una habitación para pasar tiempo
con Dios. Una estación incluye materiales para hacer dibujos que ilustran su entendimiento de lo
Por medio del ejemplo suyo,
los niños experimentan a
Jesús y Su amor en acción.
Que bendición es ser
usado(a) por Dios en una
forma tan importante.
24. que aprendieron durante el tiempo de enseñanza. Otra estación es algo parecido a un fuerte a
donde ellos pueden entrar uno a la vez para orar.
Un domingo, un niño de 8 años entró al fuerte de oración y no salió por 20 minutos. Cuando él
se unió al grupo, el maestro amablemente le preguntó qué había pasado mientras él estaba en el
closet. Él respondió: “Estaba reuniéndome con Dios. Yo le hablé y Él me habló”. No había
autoconciencia en su respuesta, no había fachada religiosa, sólo era un niño que había sido
enseñado por un adulto afectuoso a cómo comunicarse con Dios en oración. Así que eso fue lo
que él hizo.
La clave es usar actividades que los niños disfruten. Recuerde usar sus nombres y reconocer sus
logros y preocupaciones. Muéstreselo a ellos por medio de las expresiones faciales suyas, los
modales suyos, el interés y la preocupación suyos de que ellos le importan a usted y a Dios. Por
medio del ejemplo suyo, ellos experimentan a Jesús y Su amor en acción. Que bendición es ser
usado(a) por Dios en una forma tan importante.