2. DONDE HABITE EL OLVIDO Donde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada entre ortigas Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. Donde mi nombre deje Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, Donde el deseo no exista. En esa gran región donde el amor, ángel terrible, No esconda como acero En mi pecho su ala, Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, Sometiendo a otra vida su vida, Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. Donde penas y dichas no sean más que nombres, Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, Disuelto en niebla, ausencia, Ausencia leve como carne de niño. Allá, allá lejos; Donde habite el olvido.
3. LUIS CERNUDA Su educación fue rígidadebido al carácter y a la condición militar de su padre. Empezó a estudiar Derecho en la Universidad de Sevilla en 1919, siendo uno de sus profesores Pedro Salinas, quien lo ayudó con sus primeras publicaciones. En 1923, deja la Universidad de Sevilla para el servicio militar. En 1924, vuelve para seguir la carrera, la cual terminará en 1926. En 1928, Salinas le ayuda a conseguir un lectorado de español en la Universidad de Toulouse. Se muda a Madrid en 1929. Allí trabaja en la librería de León Sánchez Cuesta y se enamora de un tal Serafín que no le hizo ningún caso. A este amor corresponden los libros Donde habite el olvido y Los placeres prohibidos . Nunca negó su condición homosexual, factor por el que fue considerado siempre un rebelde, dada la mentalidad de la España de Posguerra. Aspecto también que le otorgaba siempre un grado de marginalidad. El mismo año que estalla la Guerra Civil publica la primera edición de su obra poética completa hasta entonces, bajo el título de La realidad y el deseo (1936). Durante el conflicto participó en el II Congreso de Intelectuales Antifascistas de Valencia. En 1938, parte al Reino Unido donde trabaja de lector de español, pasando los veranos en Oxford. En 1947 se inicia su exilio norteamericano, donde enseña literatura y logra por fin la ansiada estabilidad económica. Pasó a México en 1952, donde se enamoró de un culturista, a quien están dedicados los Poemas para un cuerpo . Muere el 5 de noviembre en la Ciudad de México y es enterrado pocos días después en la sección española del Panteón Jardín.