illuminatm

“De los Iluminati a los Progresistas, una
Pérfida Conspiración”
I N D I C E
Table of Contents
P r ó l o g o 4

ASÍ COMENZÓ TODO. 5
SURGE EL CRISTIANISMO 8
MATAR EN NOMBRE DE DIOS 13
LLEGA EL RENACIMIENTO 16
LA REFORMA Y LA CONTRAREFORMA 19
LA REVOLUCION INDUSTRIAL 21
EL CAPITALISMO 23
LAS SOCIEDADES SECRETAS 25
LOS ILUMINATI 27
LAS IDEAS DE LOS ILUMINATI COMPRENDIAN: 28
TOMARON COMO SIMBOLOS: 28
LOS ILUMINATI SE EXTIENDEN 31
EL PLAN SECRETO DE LOS ILUMINATI 34
Para Hegel: 35
SE ENFRENTAN LA TESIS Y LA ANTITESIS. 37
LOS FABIANOS 41
EL CONTROL DE LA CASA ROTHSCHILDXXXXXXX 44
EL RESTO DEL MUNDO AL MARGEN. 47
ECHARON LAS BASES DE LA CONSPIRACION 48
AVANZA LA CONSPIRACION ILUMINATI 53
EL EXPLOSIVO SIGLO XX 55
LA OFENSIVA MARXISTA 57
LA GARRA FABIANA SOBRE ESTADOS UNIDOS 60
NACEN EL FASCISMO Y EL NAZISMO. 65
EL NAZISMO MISTICO 67
LA PESADILLA SOVIETICA 70
EL NEW DEAL 71
SE IMPONE EL NAZISMO EN ALEMANIA 73
CONSPIRADORES EN LATINO AMERICA. 75
LOS FABIANOS MOLDEAN LA SOCIEDAD ESTADOUNIDENSE. 77
FRACASO ILUMINATI EN ALEMANIA. 79
LA POLITICA DE CONTENCION. 86
LOS PASOS HACIA EL GOBIERNO MUNDIAL. 88
LA SEGREGACION RACIAL Y LOS MARXISTAS 92
AMERICA LATINA EN LA MIRA 93
EL ERROR DE VIETNAM. 97
KISSINGER. 100
LA QUINTA COLUMNA FABIANA. 102
ATAQUES A LAS BASES DE LA SOCIEDAD. 109
ORGANIZACIONES DE ZAPA. 111
INFILTRACION EN LAS IGLESIAS. 113
¿QUE DESPUES DE LA U.R.S.S.? 121
EL FANATISMO AL SERVICIO DE LA CONSPIRACION. 125
CUARTA OFENSIVA FABIANA...OBAMA 127
¿QUIEN ES BARAK HUSSEIN OBAMA? 129
LA AGENDA OBAMA 131
EL SINIESTRO EQUIPO DE OBAMA Y SUS PLANES. 134

LA AMENAZA DE LA MEDIA LUNA. 138
EL DRAGON CHINO 145
EL ENEMIGO EN CASA. 149
..NO OLVIDEMOS 155

P r ó l o g o
Con mi primer libro “El Legado de Caín” he querido brindar al lector una faceta de la Historia
Universal que muchas veces está oculta en la versión oficial de la Historia. Recordemos los viejos
adagios: “El pueblo que desconoce su historia está condenado a repetir sus errores” y “La historia la
escriben los vencedores”.
Mi segundo libro “De los Iluminati a los Progresistas, una Pérfida Conspiración” va mucho más allá.
Es como un bisturí que penetra en las entrañas de la monstruosa conspiración para crear un Nuevo
Orden Mundial. Revela como esa conspiración tiene orígenes milenarios, cuyas raíces están en el
comienzo mismo de la humanidad.
Relata el sinuoso proceso que como una telaraña han ido tejiendo alrededor nuestro los malvados
conspiradores y señala a sus principales responsables.
Detalla los procedimientos y las maniobras que utilizan en su plan de controlar las mentes y las
voluntades de nuestros jóvenes.
Explica por qué grandes capitales conspiran contra el capitalismo, la democracia y las libertades.
Desnuda la verdad de las infiltraciones marxistas en las iglesias.
En sus páginas se explica como muchos de quienes sirven a los planes de los Iluminati, ignoran a
quien sirven.
En fin, es el producto de una extensa investigación y un profundo estudio del plan para crear un Nuevo
Orden Mundial.
La misión de este libro es dar a conocer esa conspiración palmo a palmo.
De hecho este libro pude considerarse como el complemento de “El Legado de Caín”.
EL AUTOR.

ASÍ COMENZÓ TODO.
El propósito de este libro es hacer que el público despierte del sueño en que durante siglos lo han
mantenido grupos de individuos cuyas metas han sido y son controlar a la humanidad para convertirla
en su esclava. Para ello han recurrido en el pasado a las supersticiones y a las religiones. Cuando ha
sido necesario han utilizado la violencia y el asesinato.
Comencemos diciendo que es intrínseco al ser humano el deseo de propiedad y de liderazgo.
Obviamente no todos estamos dotados con las condiciones necesarias para que otros hombres nos
acepten como sus dirigentes, pero no significa que ese deseo no exista con mayor o menor intensidad
en todos nosotros. Dicho esto, entremos en materia.
En sus comienzos, la humanidad fue nómada y estuvo integrada en familias. Para sobrevivir, las
labores se distribuyeron. Los hombres se encargaron de cazar para proveer alimentos y de proteger a
los miembros de la familia e n contra d e animales depredadores o d e otras familias. Las mujeres
cuidaban a los hijos, recolectaban frutos y leña, y cocinaban los alimentos. El sistema era patriarcal,
lo que significa que el padre era el jefe del grupo, pero en algunos casos el hombre se apartaba de la
familia y entonces la jefa de la familia era la madre. A eso se llamó matriarcado.
Para aquellos hombres primitivos era muy difícil poder cazar animales grandes como los mamuts o
defenderse de depredadores como el tigre diente de sable o las manadas de lobos. La solución la
encontraron en aliarse con otras familias y fue entonces cuando nació la tribu. Pero ahora eran varios
los padres jefes de familia, entonces había que seleccionar a un jefe para todos. La solución fue
escoger al más apto, es decir, al mejor cazador y mejor guerrero. Así surgió el jefe de la tribu.
Pronto una tribu luchó contra otra por el derecho a la caza en determinada zona y al principio se
exterminaba a los derrotados, para de esa manera eliminar la competencia por los alimentos, pero
después de un tiempo alguien descubrió que las hembras capturadas podían integrarse a la tribu. De
esa manera se aumentaría el número de niños y por lo tanto de futuros guerreros para la tribu.
Entonces surgió la idea de que en vez de matar a los miembros de la tribu vencida, se les utilizara en
hacerlos trabajar para los vencedores y así nació la esclavitud. Pero la cosa no paró ahí. Pasado un
tiempo a otro se le ocurrió que matando al jefe de la tribu contraría, los guerreros vencidos se podían
integrar a la tribu vencedora. De esa forma la tribu vencedora se hacía más poderosa.
Con el pasar del tiempo una tribu se transformó en la gran tribu que reunió a muchas otras tribus y de
esa forma nació la nación. Es decir, un gran número de familias con una cultura similar, cubriendo
un territorio determinado y con un rey a la cabeza que gobernaba sobre todos los jefes de tribus
menores.
Paralelo a eso se desarrolló otro poder, primero dentro de la tribu y posteriormente dentro del reino.
Se trataba del brujo o adivino.
Ya explicamos cómo las necesidades de cazar alimentos y de la defensa de la tribu creó al jefe, pues
de igual manera el hombre primitivo se sentía desamparado ante las fuerzas de la naturaleza y tenía
conciencia de un ser superior. Entonces buscó alguien que le sirviera para entender los designios de
esa fuerza poderosa manifestada en la naturaleza que lo rodeaba y que a su vez fuera puente entre la

tribu y esas temidas deidades, para ganarlas a su favor.
A partir de ese momento en la mente de algunos hombres surgió el deseo de poder controlar al resto
de las naciones. Por ese deseo de conquista a través de los siglos surgieron poderosas naciones que
formaron grandes imperios, pero todos terminaban cayendo ante otros nuevos imperios.
Sin embargo, los antiguos brujos habían refinado sus ritos y crearon sus teologías, creándose así las
religiones.
Algunos fueron inspirados por el bien y sus religiones fueron presididas por un dios padre severo, pero
amoroso; mientras que otros escogieron adorar a dioses demoníacos sedientos de sangre y practicaron
sacrificios humanos. Cualquiera que fuera el caso, el poder de esa nueva casta era superior al poder
de los mismos reyes, pues mientras estos últimos tenían el control de la vida material, los sacerdotes
controlaban la mente de los hombres al condicionar desde la felicidad hasta la salvación del alma a la
fidelidad que sus creyentes mostraran a una religión determinada. Por lo tanto no es de extrañar que,
no en pocos casos, sumos sacerdotes hayan asumido las coronas de reyes y emperadores.
Explicado el proceso de como los hombres nos convertimos en los súbditos de monarcas y los fieles
de religiones, pasamos a la etapa que realmente nos interesa y es en la que algunos grupos poderosos
han fijado sus metas en formar un gobierno mundial controlado por una aristocracia.
Tengamos presente que durante milenios la humanidad estuvo gobernada por un soberano y su corte,
los que eran verdaderos parásitos a los que mantenían una multitud de siervos y esclavos. A esos
parásitos se agregaba un clero elitista.

SURGE EL CRISTIANISMO
Los jefes, reyes y emperadores comprendieron que les era muy útil una alianza con los brujos o los
sacerdotes, según fuera el caso, para consolidar el poder en sus manos. Por eso todos los reinos e
imperios contaron con su religión oficial que le era impuesta a sus súbditos.
El Imperio Romano, hasta cierto punto, fue diferente en cuanto a imponer su religión a otros pueblos,
ya que toleraba a todos los dioses y religiones, con tal de que se considerara al César como un dios
viviente.
Pronto surgiría una religión que se enfrentaría a esa imposición del César como dios viviente.
Tras la crucifixión de Jesús de Nazaret, los cristianos, fueron perseguidos cruelmente por los judíos
ortodoxos. Ejemplo de esas persecuciones fue el caso de San Esteban quien fue lapidado en Jerusalén
por los miembros del Sanedrín y es considerado el primer mártir cristiano. El propio San Pablo
cuenta como fue varias veces azotado por los judíos.
Aquellos ataques obligaron a los judíos cristianos a salir de Judea separándose definitivamente del
judaísmo.
No obstante, entre los primeros cristianos existió una secta llamada los Judaizantes. Estos se oponían
a que los gentiles fueran aceptados como seguidores del Cristo y procuraban introducir el culto y los
ritos hebreos en la naciente iglesia. Pero San Pablo se opuso, al recordar que Jesús había dicho “Id y
enseñad a todas las gentes” y así nació la Iglesia Católica (católico significa universal).
Durante tres siglos el Imperio Romano persiguió cruelmente a los cristianos, a los que consideraba
peligrosos revoltosos. El motivo de aquella persecución no era que proclamaran a Jesucristo como
Dios, pues eso sólo sería agregar otro dios al numeroso Panteón Romano.
El motivo de la ira romana era que los cristianos se negaban a adorar al César, ya que no podían adorar
a otro dios que no fuera el Dios Trino del “Padre, Hijo y el Espíritu Santo”. Además, proclamaban que
todos los hombres fueron creados iguales y ante Dios lo mismo vale un esclavo como su amo. Esas
ideas iban en contra de las bases de la elitista y esclavista sociedad romana.
Aquella situación cambió cuando en el siglo IV d.C. el emperador romano Constantino se hallaba
inmerso en una guerra civil en contra de Maxentius, quien le disputaba el trono. Según la historia,
antes de la batalla Constantino tuvo una visión en la que vio el símbolo cristiano y una leyenda que
decía “Con este signo vencerás”. Constantino hizo colocar el signo en sus estandartes y ganó la
batalla.
Como agradecimiento, Constantino legalizó al cristianismo por el edicto de Milán en el 313 d.C. y a
partir de ahí la Iglesia cristiana pasó a ser su aliada en asuntos de estado.
En el siglo cuarto el cristianismo estaba dividido entre arrianos y ortodoxos. La herejía del
Arrianismo surgió de una disputa entre Arrio (Obispo de Alejandría) y Alejandro (Patriarca de
Constantinopla), sobre la divinidad de Jesús. Arrio sostenía que el Hijo, en la Santísima Trinidad,
era un alma excelsa, pero no era Dios ya que había sido engendrado por Dios antes de los siglos.

Para poner fin al problema, Constantino convocó al Concilio de Nicea en el 325 d.C., cuyas
conclusiones reconocieron como verdadera la versión ortodoxa de que tanto el Padre como el Hijo y el
Espíritu Santo son tres personas en un solo Dios. Esa fue la fórmula adoptada como oficial por el
Imperio. Pero eso no pudo fin a las herejías, pues varias otras sectas disputaron las conclusiones de
Nicea y también varios concilios se realizaron para condenar esas herejías.
En el 412 d.C., siendo Cirilo Obispo de Alejandría, se produjeron motines callejeros entre paganos y
cristianos. Los paganos se hicieron fuertes en la Biblioteca de Alejandría. Pero ante el temor de una
masacre, el emperador Teodosio II l e ordenó a los paganos que entregaran la Biblioteca a los
cristianos.
Como Cirilo consideró que el contenido de aquellos libros era satánico, la mayoría de ellos fueron
quemados (con ellos se perdió gran parte del conocimiento de la antigüedad. Siglos después los
musulmanes completarían la obra destructora).
Poco tiempo después, debido a cruentas peleas entre judíos y cristianos, Cirilo ordenó la expulsión de
judíos de Alejandría.
Posteriormente Cirilo acusó de bruja a la filósofa pagana Hipatia, la que murió apedreada por
fanáticos cristianos.
El pretor romano Orestes quiso poner fin a los abusos y atropellos que llevaba a cabo el grupo de
fanáticos llamados “paraboleros”. Como los revoltosos eran mucho más numerosos que los soldados
romanos, aquellos fanáticos obligaron a Orestes a huir de la ciudad. Así quedó Alejandría bajo el
gobierno del Obispo Cirilo.
En el 431 d. C., Cirilo presidió el Concilio de Efeso en el que se condenó como hereje a Nestorio.
Esa herjía consistía en negar que María fuera la madre de Dios en el Hijo, la segunda persona de la
Trinidad.
Mientras tanto, los pueblos europeos fueron poco a poco adoptando la nueva religión. Sin embargo,
en la Europa de la Edad Media, se mezclaron la doctrina católica con las viejas creencias de magia
heredadas de la religión de los druidas y sobre todo de la antigua religión mazdea de los caldeos y
persas. Pero la mayor herejía del Medioevo fue el Maniqueísmo, fundada en el siglo III d.C. por el
babilónico Manes. En Europa el maniqueísmo daría paso más tarde a la religión de los cátaros.
No obstante, la Iglesia Católica se fue imponiendo. Debido a su enorme influencia en la mente de los
hombres, la Iglesia controlaba todos los aspectos en la vida de la sociedad, desde el soberano al
siervo.
El poder del papado fue tan grande que se hizo popular el lema “Roma locuta est, causa finita”, es
decir, “Habló Roma, caso concluido”.
Tengamos presente que en la Edad Media los altos cargos dentro de la Iglesia conllevaban tierras y
siervos, lo que reportaba jugosas rentas a quienes los detentaban. Por eso en cada reino los cargos
eclesiásticos se distribuían entre la nobleza. Por ejemplo, un monarca tenía a su primogénito que era

el príncipe heredero, pero tenía otro hijo, pues a ese se le asignaba un obispado. Esa situación llegó al
extremo que se dio el caso de nombrar a un niño de 11 años como cardenal.
También hemos de comprender que durante la Edad Media, sólo existían tres condiciones sociales:
Los nobles, el clero y los siervos (la burguesía apenas despuntaba).
La vida de siervo era miserable, su misión era trabajar de sol a sol en los campos o en el castillo del
señor. Su único escape era integrarse como soldado de un noble, pero no todos tenían las condiciones
físicas y el valor para ello. Para escapar del trabajo extenuante sólo le quedaba formar parte del
clero, entrando a un monasterio o a un convento.
Aunque entre los primitivos cristianos el sexo era algo poco menos que pecaminoso y se consideraba
que su único propósito era la procreación. Durante la Edad Media la mayoría del clero vivía una vida
lujuriosa. Se afirmaba que el Obispo de Lieja engendró sesenta y cinco hijos ilegítimos. El abad
español San Pelayo tuvo durante su vida setenta amantes. En la ciudad de Salzburgo, el sacerdote
que se limitara a tener una amante era considerado candidato a la santidad. En Suiza los hombres
casados, para proteger a sus esposas en los confesionarios, le pidieron al Papa que permitiera a los
sacerdotes tener amantes.
Como reminiscencia del primitivo culto de la fecundidad, de solían erigir estatuas de santos con falos
enormes y en muchas comunidades se envainaban en cuero dichos miembros y las novias se
desvirgaban con ellos antes de ir al lecho nupcial, pues consideraban que las haría fértil.
Los Papas Sergio III, Juan X, Juan XI, Juan XII, León VIII y Alejandro VI fueron famosos por sus
numerosas amantes.
En cuanto a los feligreses, pues como una idea del nivel de inmoralidad entre muchos de ellos,
podemos decir que unas diez mil prostitutas seguían a los guerreros de la Primera Cruzada para
calmar sus ardores sexuales. Sin embargo, debemos reconocer que la mayoría de los campesinos y
burgueses llevan una vida monógama y recatada.
Desde el siglo VI las diferencias entre la iglesia cristiana bizantina y la iglesia cristiana romana se
habían ido profundizándose y en el 1054 d.C. se produjo el Gran Cisma, por el que la Iglesia Ortodoxa
Bizantina se separó de la Iglesia Católica Romana. A partir de ese momento, la Iglesia Ortodoxa
tendría como cabeza al Patriarca de Constantinopla y la Iglesia Católica al Papa.
Mientras, las riquezas del papado eran una tentación para los señores feudales de Italia y en el siglo
XIII Roma y los Estados Papales estaban amenazados por varias poderosas familias de Italia.
El Papa Benedicto XI debió huir de Roma a Perugia en donde falleció ese mismo año. Entonces, en
1305, fue elegido el Papa Clemente V y, como era francés, aceptó la propuesta del Rey de Francia de
trasladarse a Avignon, que era un territorio papal junto a Francia. En Avignon vivieron: Clemente V,
Juan XXII, Urbano V y Gregorio XI. En 1376 Gregorio XI regresó a Roma. Al morir Gregorio XI se
produjo el “Gran Cisma de Occidente”, por el cual hubo un Papa en Avignon y otro en Roma. Esa
situación duró hasta 1409. No obstante, en Avignon permaneció el llamado antipapa Benedicto XII,
que posteriormente fue excomulgado en 1417 durante el Concilio de Constanza.

MATAR EN NOMBRE DE DIOS
Uno de los grandes hechos del Medioevo fueron Las Cruzadas. Su motivo fue el propósito del papado
y algunos reinos europeos de reconquistar el territorio de Tierra Santa, que había sido arrebatado al
Imperio de Bizantino por los musulmanes (el Islam es una religión conquistadora y lo demostró
conquistando por las armas desde España a las Filipinas en 90 años).
Después que los cruzados crearon cuatro reinos cristianos (los llamados Estados Cristianos Orientales)
surgieron varias órdenes religiosas de monjes-soldados.
Una de aquellas órdenes fue la Orden del Temple. Esta orden fue fundada en 1118 por un grupo de
caballeros franceses y estos le pidieron al rey cristiano Balduino I que le permitieran tener su base en
las ruinas del Templo de Jerusalén. Su misión era la de proteger los caminos de Palestina.
Pero cuando los cruzados fueron expulsados de Tierra Santa, los templarios regresaron a Europa y
durante la segunda mitad de la Edad Media adquirieron gran poder y se transformaron en los primeros
banqueros de toda Europa.
Aquel poder y aquellas riquezas despertaron la envidia y el temor del Rey de Francia y del Papa. El
Rey Felipe IV buscó y obtuvo el consentimiento del Papa Clemente V para acusar a los monjes-
soldados del Temple de herejía y sodomía. Sus bienes fueron confiscados y muchos de sus miembros
fueron encarcelados. El Gran Maestre de la Orden, Jacques de Molay, y un grupo de templarios
fueron ejecutados en París el 18 de marzo de 1314, por orden del Rey y del Papa.
Al parecer, Felipe IV se quería apoderar de los cuantiosos bienes de los templarios y el Papa veía en
esa Orden a un peligroso poder que podría retar su autoridad dentro de la Iglesia.
Mucho se ha especulado sobre el supuesto enorme tesoro de los templarios y de a dónde fueron a parar
los sobrevivientes de aquella Orden. Lo que parece ser más verídico es que algunos de los templarios
cruzaron hacia Escocia y otros se localizaron en el sur de Alemania. Al parecer, los que pasaron a
Escocia dieron origen al Rito Escocés de la Masonería, mientras que los que se radicaron en Alemania
fueron los antecesores de la sociedad secreta de los Iluminati.
Por cierto, las cruzadas no fueron sólo contra los musulmanes, en sus viajes hacia Tierra Santa, los
cruzados mataron a cuanto judío, gitano o búlgaro hallaron a su paso.
Una cruzada se llevó a cabo en Europa contra la secta de los Albingenes o Cátaros que habitaban en el
sur de Francia, el sur de Alemania, el norte de Italia y el reino de Aragón.
Los albingenses formaban una religión con algo de cristianismo, mucho de zoroastrismo persa y su
filosofía procedía del maniqueísmo. Ellos creían en la existencia de dos dioses, uno bueno y otro
malo. Todo lo espiritual, incluyendo el alma, era creación del dios bueno; mientras que todo lo
material, incluyendo el cuerpo, era creación del dios malo.
Los albingenses no tomaban alcohol, eran vegetarianos y se abstenían del sexo; aunque aprobaban el
matrimonio para los simples creyentes. No poseían templos y sus ritos los celebraban en los bosques,
en sincretismo con la antigua costumbre de los druidas. También despreciaban al Antiguo
Testamento y consideraban que Jesús era solamente un ser espiritual.

En el 1163 el Papa Alejandro II denunció en el Concilio de Tour a los alb íngenses como herejes y en
el 1209 el Papa Inocencio II convocó a una cruzada en su contra. Aquella cruzada duró 20 años y al
final los albingenses o cátaros fueron casi exterminados y sus tierras pasaron al Rey de Francia y sus
bienes fueron distribuidos entre la nobleza de los francos. De aquella guerra surgió la Inquisición, que
durante los 6 siglos siguientes persiguió a los supuestos enemigos de la iglesia, a los herejes y a los
practicantes de brujería.
Sin lugar a dudas, la doctrina de los cátaros influenció grandemente a las sociedades secretas de
Alemania.
Otra cruzada fue llevada a cabo en la región del Báltico. Su propósito fue obligar a cristianizarse a
las tribus paganas que habitaban en la Cuenca del Mar Báltico: Sorabos, Rugianos, Fineses, Estonios,
Lituanos, Prusianos y Abotritas. Esas tribus estaban asentadas en las regiones de Prusia Oriental,
Lituania, Estonia y Letonia.
El Papa Celestino III apoyó la cruzada que contra esas tribus lanzaron la Orden de los Caballeros
Teutónicos y la Hermandad de la Espada. Aquella cruzada tuvo éxito, pues logró imponer el
cristianismo a esas tribus paganas.

LLEGA EL RENACIMIENTO
Por la época de la “Baja Edad Media” un grupo de mercaderes alemanes lograron una vieja aspiración
de los comerciantes al formar “La Liga Hansiática”, la que controló todos los mercados del norte de
Europa y del Báltico hasta el siglo XVII. Pudiéramos decir que fue el primer intento exitoso de un
grupo de burgueses de imponer su control sobre la vida comercial de un área geográfica.
Con el desarrollo del comercio se hizo imprescindible la utilización de casas bancarias para facilitar
las transferencias de letras de pago. Algunos de aquellos bancos reunieron grandes caudales, pero a
finales del siglo XIII comenzó la llamada “Mini Edad Glacial” que provocó serios problemas
ecológicos que dañaron las cosechas provocando una hambruna y casi al unísono se desató la “Peste
Negra”. Aquellas desgracias ocasionaron la muerte de cerca de un tercio de la población mundial.
Esos hechos pusieron a la sociedad europea del feudalismo en quiebra y banqueros poderosos como
las familias lombardas de los Peruzzi y los Bradi vieron desaparecer sus caudales.
En siglo XIV se produjo una explosión de vitalidad en Italia, en donde se despertó un deseo de
recobrar el arte, la cultura y la tecnología greco-romana que durante el oscurantismo de la Edad Media
se habían olvidado. Aquel resurgir del buen gusto, el deseo de una vida más placentera y de la alegría
de vivir se conoce como el Renacimiento. En poco tiempo aquel fenómeno se extendió al resto de
Europa, que de esa manera dejaba atrás el concepto de que este mundo era un Valle de Lágrimas.
También durante el Renacimiento el sistema feudal desapareció y se impuso el sistema de monarquías
absolutas. Con esa transformación en la sociedad europea, la burguesía se consolidó como un poder y
los ricos mercaderes desplazaron a la nobleza como la clase más adinerada. Con esa consolidación
también resurgió entre los nuevos ricos la vieja ambición de controlar al mundo.
Para llevar a cabo esas ambiciones los navegantes europeos se lanzaron a la conquista de nuevas
tierras. El monarca portugués, Enrique “El Navegante” estimuló las exploraciones del continente
africano y sus marinos llegaron hasta el Lejano Oriente. Fue entonces cuando Cristóbal Colón,
navegando bajo el estandarte de los Reyes Católicos, descubrió el nuevo continente que sería llamado
América.
La conquista de América por los reinos de Castilla y Aragón provocó una crisis económica para el
resto de Europa. El motivo fue que las enormes riquezas que llegaban a España, procedentes de
América, crearon una enorme inflación que desajustó el resto de las economías del Viejo Continente.
Pronto otros reinos como Inglaterra, Francia y Holanda se lanzaron a tomar su parte en el botín de las
colonizaciones de América, África y Asia. Con las conquistas de esas tierras, aventureros audaces
lograron enriquecerse y se integraron a la poderosa burguesía.
Pudiera afirmarse que con el descubrimiento de América y la colonización de África comenzó el
proceso de globalización en el mundo.
Un hecho importantísimo del Renacimiento fue el invento de la imprenta con tipos móviles. Hacía
siglos que Pi Sheng en China había comenzado a utilizar caracteres hechos de cerámica para imprimir
en hojas de papel. Pero fue durante el Renacimiento que se produjo un hecho que revolucionó la

sociedad europea, cuando el orfebre alemán, Johannes Gensfleizsch Landen, (conocido en la Historia
como, Johannes Gutemberg), ideó fundir en metal una serie de letras intercambiables y con ellas
formar palabras, que colocadas en un marco y entintadas, eran presionadas sobre papel para componer
páginas que formaran un libro. Aquello permitió abaratar el precio de los libros, que hasta ese
momento eran muy caros y por lo tanto solamente los muy ricos podían adquirirlos. El resultado fue
que millones de personas aprendieron a leer y tuvieron acceso a la cultura.
Por vez primera la Biblia fue impresa en lenguas vernáculas, lo que le permitió al pueblo prescindir
del clero para estudiar y comprender los evangelios.
Ese conocimiento popular de las enseñanzas de Cristo y el hecho de que a través de la imprenta llegara
a conocimiento del público el estilo de vida disoluta que la mayoría de los jerarcas de la Iglesia
Católica llevaban a cabo, provocó que algunos se apartaran de Roma.

LA REFORMA Y LA CONTRAREFORMA
La vida de inmoralidad y corrupción que la mayoría de los jerarcas de la Iglesia Católica llevaban a
cabo y que llegó a su clímax bajo el papado de Alejandro VI (el corrupto padre de César y Lucrecia
Borgia), así como el escandaloso caso de la venta de indulgencias, provocó un fuerte rechazo entre el
pueblo y muchos miembros del bajo clero.
Debemos recordar que el Papa era el rey de Roma y de los Estados Pontificios, es decir que era un
monarca terrenal y como tal negociaba tratados y hacía la guerra cuando fuera necesario a los
intereses del papado.
En cuanto a la venta de indulgencias, digamos que el Vaticano para poder costear la construcción de la
Basílica de San Pedro, creó “La Doctrina de las Indulgencias”. Según dicha doctrina, los santos en su
vida por la tierra habían acumulado tal cúmulo de gracia, que éstas eran un manantial inagotable de
gracia que podía ser aplicada para acortar la permanencia de un pecador en el Purgatorio. Semejante
doctrina ofendía la sensibilidad de los creyentes.
Dentro de la Iglesia, la figura principal de la oposición a esa situación fue la del monje agustino
alemán Martín Lutero, quien haciéndose eco de aquellas críticas (el 31 de Oct. de 1517) colocó en la
puerta de la iglesia de Wittenberg un pliego con 95 puntos protestando contra la “Doctrina de
Indulgencias“. Por ese motivo a ese hecho se le dio el nombre de Protesta y, por antonomasia, se
llamó protestante a sus seguidores.
El 3 de enero de 1521 el Papa excomulgó a Lutero y aquello fue el comienzo del Gran Cisma en la
Iglesia con la llamada Reforma que dio paso a las futuras denominaciones protestantes como el
luteranismo, el calvinismo, el anglicanismo y posteriormente un sinnúmero de otras denominaciones
religiosas.
Lutero fue respaldado por la nobleza alemana que resentía el poder del Vaticano y ambicionaba
apoderarse de las riquezas de la Iglesia.
El resultado de aquel cisma fueron una serie de guerras religiosas que ensangrentaron a gran parte de
Europa y la hundieron en una crisis socio-económica, de la que no salió hasta el siglo XVIII.
Sin embargo, otros miembros del catolicismo no lo abandonaron y trabajaron desde adentro para
corregir los errores de la Iglesia. Ese fue el caso del fundador de los jesuitas, San Ignacio de Loyola,
que dio inicio a lo que se conoce como la Contrarreforma.
Como San Ignacio de Loyola había sido un militar, organizó a su Orden como una compañía del
ejército. Es por eso que le dio el nombre de “Compañía de Jesús” y a su frente colocó al General de la
Orden.
San Ignacio consideró que para defender al catolicismo y combatir las herejías era necesario que los
jesuitas fueran doctos y que tuvieran una disciplina férrea.
Curiosamente los escritos de San Ignacio de Loyola fueron examinados como sospechosos de herejía
por una Comisión Eclesiástica de Alcalá, ya que fueron tildados tener contenido relacionado con las

ideas de “Alumbrado” (nombre con el que se llamaba a los iluminati en español).
Algunos consideran que quizás por eso de las escuelas jesuitas han salido algunos iluminati y, desde
hace más de un siglo, muchos marxistas.

LA REVOLUCION INDUSTRIAL
El siglo XVIII fue el disparo de salida para quienes soñaban con controlar los mercados y materias
primas del mundo y así poder gobernar a toda la humanidad.
Ese siglo vio surgir el fenómeno de la Revolución Industrial, que fue el mayor número de
transformaciones socio-económicas, tecnológicas y culturales para la humanidad desde el Neolítico.
El invento de la máquina de vapor fue el catalizador de aquellas transformaciones.
Desde hacía siglos el hombre jugaba mentalmente con crear una máquina que funcionara con vapor.
Hace unos 2400 años en China un tal Hen Piao creó un pequeño juguete que subía y bajaba con vapor,
poco tiempo después Herón de Alejandría construyó otro juguete que lanzaba chorros de vapor y hacía
girar una especie de bola. Continuando por ese camino, el Papa Silvestre II (975 d.C.) diseñó una
máquina que se debía mover con vapor, pero nunca funcionó. El francés Dennis Papin construyó una
máquina que colocó en una barca y cuando la puso en funcionamiento en septiembre de 1707, su
estruendo horrorizó a los otros barqueros, los que lo acusaron de brujería y fue despedazado. Otro de
los precursores de una máquina que se moviera con vapor fue Thomas Savery, quien presentó una
patente de algo como una máquina de vapor. Pero no fue hasta 1760 que el escocés James Watt
inventó, construyó e hizo funcionar exitosamente una máquina de vapor.
Aquella máquina de vapor se utilizó para mover vagones en el interior de las minas inglesas y de esa
manera facilitar la extracción de carbón, más tarde se utilizaría para mover los telares y
posteriormente movería embarcaciones y dio nacimiento al ferrocarril.
Todo aquello transformó los medios de producción que pasaron de ser el trabajo de artesanos
individuales a la fabricación mecanizada de los productos, aumentando la producción. Si agregamos a
eso que la tracción animal en el transporte de los productos fue sustituida por la el vapor y el
ferrocarril que hacían más rápido y en mayor volumen el envío de los productos a los mercados, dio
como consecuencia el abaratamiento de dichos productos. Además, la necesidad de mejor calidad de
hierro por parte de las máquinas de vapor, impulsó el desarrollo de ese mineral lográndose mejores
calidades de acero.
La Revolución Industrial mejoró las técnicas en la agricultura y eso produjo un aumento de la
producción de alimentos. Como por esa época se comenzó en Europa a utilizar las vacunas y se
implantaron ciertas medidas sanitarias, la población aumentó sustancialmente.

EL CAPITALISMO
El aumento de población le hizo temer a algunos pensadores que el planeta no podría suministrar los
alimentos que la población necesitaba.
El más destacado de los que sostenían esa idea era el reverendo anglicano Thomas Robert Malthus,
político, economista y demógrafo inglés. En su libro “Ensayo sobre el Principio de Población”,
Malthus aconsejaba que a las masas había que mantenerlas en condiciones mínimas de vida, porque
una buena alimentación permitiría el crecimiento demográfico, lo que sería catastrófico para el género
humano, dado que la Tierra no podría alimentar a un número mayor de población.
Entre tanto, las mejoras en las comunicaciones y la necesidad de mano de obra en las nuevas
industrias hizo que gran número de campesinos abandonaran el campo y se marcharan a las ciudades
para trabajar como obreros. Así surgieron las grandes urbes.
Debido a que las máquinas eran costosas y al mantenimiento que había que darles, así como a que
después de cierto tiempo tenían que ser remplazadas, obligaba a las industrias a acumular capital de
r eser va. Agregado a que el aumento de la producción reportaba fuertes utilidades, dio como
resultado el surgimiento del Capitalismo.
Con el capitalismo surgió la lucha de clase, pues de un lado estaba el capitalista que ponía su dinero
para establecer y mantener una empresa y que esperaba recibir el mayor beneficio de su producción;
mientras del otro estaba el trabajador que hacía producir a esa empresa y demandaba una porción
proporcional de sus ganancias.
Entonces hizo su aparición el economista y filósofo escocés Adam Smith, con su obra cumbre, el libro
“La Riqueza de las Naciones” (1776). En él, Smith se opone al mercantilismo (concepto que
consideraba a los metales preciosos como base de la riqueza) al considerar la riqueza de una nación
como la producción anual de bienes y servicios, en lugar de las reservas de metales preciosos.
También descartó a la tierra como origen de la riqueza y afirmó que la riqueza descansa en el trabajo.
Smith aseguraba “La búsqueda del beneficio individual nos llevará a conseguir el beneficio de la
sociedad”. Él se oponía totalmente a la intervención del Estado en los negocios, planteando la ley de
la Oferta y la Demanda y exaltaba el individualismo. Defendió a capa y espada la propiedad
privada. De hecho, Adam Smith ha sido el guía de las sociedades capitalistas.
Ya en el siglo XIX los grandes capitales habían estructurado la división internacional del trabajo,
asignándole a Europa la producción industrial y al resto del mundo le encargaron la producción de
materia prima y alimentos.
Aquel capitalismo del siglo XVIII y XIX ha pasado a la historia como el Capitalismo Brutal. El
nombre lo describe ciertamente, ya que las condiciones en que trabajaban los obreros eran brutales.
En muchos casos eran peores que las condiciones en que trabajaban los esclavos. El motivo era que
la muerte de un esclavo representaba una pérdida económica para su amo; mientras que si el obrero
moría era reemplazado por otro sin costo alguno para el patrón.
Debido a los miserables salarios que se pagaban, tenía que trabajar toda la familia hombres, mujeres e

hijos. Por cierto, que para impedir que los niños se alejaran de las máquinas se les ataba con cadenas
a las mismas.
Aquellos infelices obreros vivían apiñados en viviendas insalubres en los suburbios de las ciudades.
Tan miserables eran que Karl Marx los llamó proletarios, pues lo único que poseían era su prole, es
decir sus hijos.

LAS SOCIEDADES SECRETAS
Durante el mismo siglo XVIII surgió lo que se conoce como el Enciclopedismo. Se trataba de un
movimiento filosófico y pedagógico que se dedicó a recopilar todos los conocimientos de la época y
los expresó a través de la Enciclopedia publicada en Francia por Diderot y D’Alembert.
A través del Enciclopedismo prácticamente todo lo que la Iglesia le había enseñado al hombre europeo
se desplomó ante sus ojos. Ya las enfermedades y las tormentas no eran un castigo divino . Se podían
predecir los eclipses y se supo que la Tierra no era el centro del Universo.
En resumen, ya no era suficiente creer, era necesario comprobar.
La Enciclopedia contenía un fuerte acento anti religioso. Como resultado de ello, la idea que el
hombre tenía de Dios se fue transformado, a tal extremo que empezó a germinar entre los intelectuales
de la época la posibilidad de que Dios no existiera, es decir surgió un concepto ateo de la vida.
Al comienzo de este libro explicamos cómo desde los comienzos de la civilización los hombres
reconocieron un poder superior que lo había creado todo y regía el Universo. También explicamos
que cuando los hombres comenzaron a adorar a ese Ser Superior.
Algunos hombres adoraron a un dios que ofrecía al alma del hombre, que viviera con fe, esperanza y
caridad, un paraíso después de la muerte. Esos concentraron sus metas en la vida espiritual.
Otros escogieron el materialismo, al adorar a un dios que ofrecía a quienes se despojaran de toda
moral y piedad, el poder sobre los bienes y placeres terrenales.
A la deidad buena y recta la llamamos Dios. La malvada ha recibido muchos nombres, los más
populares son Lucifer, Satanás y el Diablo. Entre ambos se ha estado desarrollando a través de
milenios una batalla por el alma de los hombres. Batalla que han luchado durante milenios los
seguidores de Dios y los seguidores de Lucifer, a veces en terribles guerras.
Una de las sectas satánicas existió en el siglo II y fue la secta de los Ofitas. Esta secta creía que la
serpiente que sedujo a Eva en el Paraíso era la “Sabiduría Eterna” y que había traído la sabiduría al
mundo, por la que la adoraban como algo beneficioso para el hombre. Entendían que Cristo fue
mandado al mundo para quebrar la cabeza de la serpiente. O sea, para sumergir al hombre en el caos
de los primeros tiempos, destruyendo la sabiduría que la serpiente había otorgado a Adán y Eva.
Durante sus ritos maldecían y renunciaban a Jesucristo.
Los ofitas realizaban unas misas negras en las cuales utilizaban a una serpiente para que santificara las
ofrendas.
Como parte de esa batalla, durante siglos en Europa se habían creado organizaciones secretas que
mezclaban el esoterismo con ideas de una sociedad gobernada por hombres superiores, unos
iluminados. Ese fue el caso de una secta alemana del siglo XV cuyos miembros se llamaban a ellos
mismos Iluminati. Esa secta practicaba la magia y sus miembros afirmaban poseer la luz que Lucifer
proyectaba.

En el siglo XVII el Abad de Heidelberg, Valentin Andreae, publicó su manifiesto que dio origen la
leyenda de Christian Rosencrantz y se fundó La Fraternidad de los Rosacruces; también se popularizó
la masonería especulativa, con sus dos grandes Corrientes, la tradicional de Gran Logia de Inglaterra y
la liberal del Gran Oriente de Francia.
Durante el siglo XVIII surgieron varias sociedades esotéricas como: El Rito Egipcio, fundado por José
Balsamo Cagliostro; La Tradición Ocultista de Occidente, fundada por Martines de Pascually; El Rito
de los Elegidos de Cohen, fundado por Martines,

LOS ILUMINATI
En plena revolución industrial, en Alemania, específicamente en Baviera, un sacerdote jesuita de
origen judío (políglota y filósofo) Adam Weishaupt, se involucró en el estudio del sufismo musulm án,
de la antigua religión egipcia, de la de los cátaro s y sobre todo del libro “Polygraphia nova et
universalis“, publicado en 1663 por el jesuita Athanasius Kircher. Además, se convirtió en un
ferviente estudioso del filósofo francés Voltaire, que era enemigo del cristianismo.
Tiempo después, cuando los superiores jesuitas de Weishaupt le informaron que sería enviado como
misionero a América o al Asia, éste se rebeló y abandonó la vida religiosa. En 1775, fue contactado
por Meyer Rothschild quien lo instó a organizar la sociedad secreta de los Iluminati.
En 1776 Weishaupt fundó la “Orden de la Perfectibilidad”, con el declarado propósito de buscar la
verdad eterna y a través de la ciencia transformar a la raza humana en una más evolucionada. La
realidad era que se consideraban una élite de maestros místicos con acceso privilegiado a los Sagrados
Secretos Arcaicos.
La orden también se identificaba como “Hermanos de Espartaco”. Todo indica que tomaron el
nombre de la secta de los cátaros, que como sabemos existió en el sur de Francia, Alemania, Italia y
Aragón.
Más adelante, la orden fundada por Weishaupt sería identificada como “Los Iluminati”. Aunque Los
Iluminati salieron a la luz pública en 1776, su origen, como hemos explicado, se remonta a la Edad
Media cuando eran una sociedad supersecreta.
Sus miembros estaban catalogados en 3 grupos cada uno divididos en grados:
 En el primero estaban los Novicios, Minervas e Iluminados Menores.
 En el segundo estaba el Corpus Mysticum formado por los Sacerdotes, Regentes y Magnus.
 Por último, en el tercero se hallaban el “Princeps Huius Mundi” y el “Rex Iluminati“.
Mostrando la influencia sufi en Weishaupt, esa tabla era muy parecida a la de la de la distribución de
jerarquías entre los sufi musulmanes.
Como hemos dicho, se considera que los Iluminati existían en secreto mucho antes de que fueran
sacados a la luz pública por Weishaupt

LAS IDEAS DE LOS ILUMINATI COMPRENDIAN:
1. Abolición de las monarquías y de todo gobierno organizado.
2. Abolición de la propiedad privada, que era considerada fraudulenta.
3. Abolición del nacionalismo y el patriotismo.
4. Libertad sexual
5. Abolición de la familia
6. Educación comunal de los niños.
7. Abolición de toda religión, para crear una nueva religión mundial.
8. Deber de trabajar para lograr un gobierno mundial regido por iluminatis.

TOMARON COMO SIMBOLOS:
 Una pirámide truncada (significaba que la labor no estaba completa).
 En su cúspide tenía un ojo dentro de un triángulo.
 El ojo representa “El Que Todo Lo Ve” (no se refiere a Dios como a veces se ha cre ído)
significando que los Iluminati están en todas partes.
 El triángulo es el arcaico símbolo oriental de los iniciados en el ocultismo, basándose en la
Trinidad de Osiris, Isis y Horus. Para los Iluminati es “El Delta Resplandeciente”, que
representa el símbolo matemático del cambio. A su vez, representa la intención del grupo de
establecer un Nuevo Orden Mundial.
 Los rayos que emanan del triángulo significan la iluminación o Iluminati.
 En la parte superior ostentaba el letrero “Annut Coeptis” (anunciando el nacimiento)
 Debajo de la pirámide estaba el letrero “Novus Ordo Seculorum” (Un Nuevo Orden Por
Siempre).
 Unidos los lemas superior e inferior se puede leer “Anunciamos el nacimiento de un Nuevo
Orden Mundial”.
 Curiosamente, los Iluminati se fundan en 1776, el mismo año en que se redacta la declaración
de Independencia de Estados Unidos y el sello oficial de Estados Unidos es idéntico al de los
Iluminati. Algunos historiadores consideran que Thomas Payne, Thomas Jefferson y John
Adams fueron iluminatis, ya que era notorio su anti cristianismo.
Debemos comprender que los Iluminati eran más que una sociedad secreta de conspiradores contra el
poder político. Pero en realidad eran mucho más. Buscaban eliminar lo que consideraban las
ataduras absurdas del Viejo y Nuevo Testamento que, según ellos, negaban los principios naturales de
que había hombres superiores y otros inferiores. De que los superiores tenían el derecho y la
obligación de gobernar al resto. Declaraban que el cristianismo era una fábula creada por San Pablo
para minar y destruir al Imperio Romano.
Los Iluminati se consideraban a sí mismo como los guardianes de la oculta sabiduría eterna (los
Sagrados Secretos Arcaicos).
Creían en el poder de la magia y la practicaban por medio de “elementales”. Declaraban que la
humanidad debía regresar a la vieja religión pagana de adoración de las fuerzas de la naturaleza, con
sus principios básicos: Agua, Fuego, Tierra y Aire.
Admiraban a Lucifer al que consideraban el primer rebelde, pues se había rebelado contra la dictadura
de Dios y había sido exitoso al crearse un reino propio. Repetían orgullosamente la frase luciferina
“Mejor reinar en el infierno, que servir en el cielo”.
De hecho, tal y como Lucifer significa Radiante de Luz o Lucero, ellos se consideran iluminados por
esa luz.
Representaban a Lucifer con la figura milenaria de Bafomé (la misma que, según el acta de acusación
contra los templarios, era adorada por ellos).
 Esa figura está representada como un macho cabrío con pecho y brazos de hombre.
 Su brazo derecho tiene tatuada la palabra “Disuelve”.
 Su brazo izquierdo tiene tatuada la palabra “Coagula”.

 Sus dos brazos forman el símbolo del hermetismo.
 Sobre su vientre tiene un caduceo.
 A su espalda tiene dos alas.
 En su frente tiene un pentagrama
 Entre los cuernos de la cabeza tiene una antorcha encendida.
 Está sentado sobre una esfera y tiene los pies cruzados.
 A su lado superior izquierdo hay una media luna blanca.
 En el inferior derecho hay una media luna negra.

LOS ILUMINATI SE EXTIENDEN
Al año siguiente de fundar a La Sociedad de Los Iluminati, Weishaupt ingresó en la masonería, como
parte del plan de infiltrar a esa sociedad para utilizarla como una cubierta para reclutar a nuevos
miembros.
Los iluminati se fueron infiltrando en las logias masónicas y para 1789 (13 años después de su
fundación) controlaban todas las logias masónicas de Europa. Para 1830 estaban en todas las logias de
Estados Unidos.
Recordemos que la masonería también era una sociedad secreta cuyo origen verdadero se remonta a
los constructores de la Edad Media.
Al principio la masonería contó con el beneplácito de la Iglesia Católica, pero a partir del siglo
XVIII ambas se enfrentaron debido a las ideas filosóficas y políticas, así como a los rituales
masónicos, que fueron considerados por la Iglesia como una forma de religión. Por eso, en 1738, el
Papa Clemente XII declaró excomulgados a los masones y en algunos casos fueron perseguidos por la
Inquisición.
De hecho, la masonería considera que Dios había creado al mundo (por eso se refieren a él como el
Gran Arquitecto del Universo), pero que después se había echado a un lado y había dejado que el
hombre siguiera su camino por sí mismo.
Los masones se consideran anteriores al cristianismo, pues afirman que su fundador había sido un
arquitecto fenicio, Hiram. Ese arquitecto mitológico habría construido el Templo de Jerusalén para el
Rey Salomón. Algunos masones llevan el origen de la masonería hasta los constructores de las
pirámides egipcias.
Como podemos apreciar había muchas cosas en común entre los masones y los iluminati, lo que
facilitaba la infiltración de estos últimos en las logias.
Aquella infiltración llevó a un amalgamamiento de algunos masones y los iluminati, cuando en 1780
Weishaupt se unió al Gran Maestro Masón Freiher von Knigge y ambos crearon la “Masonería Libre
Iluminada”.
Aquello hizo que para muchos, los masones y los iluminati fueron considerados como una misma
cosas.
Como toda sociedad secreta, los iluminati se comunicaban entre ellos a través de códigos secretos
criptográficos basados en anagramas y símbolos.
Pero la infiltración de los Iluminati no se limitó a las logias masónicas, también las iglesias,
especialmente el Vaticano, fueron infiltradas. Un ejemplo de esa infiltración es el caso de quien
fuera el arquitecto y escultor oficial del papado, Gian Lorenzo Bernini.
Algunos historiadores consideran que el más famoso arquitecto y escultor de Roma y El Vaticano,
Bernini, era uno de los antiguos iluminati. Para ello se basan en que en el siglo XVII Bernini llenó a
Roma de símbolos iluminati, ya que sus esculturas son una mezcla de figuras católicas con figuras
paganas. Su obra se destaca principalmente por la utilización simbólica de los elementos: agua,
fuego, aire y tierra.

Otra cosa que sugiere que Bernini era un iluminati oculto es que colocó en el Vaticano símbolos
egipcios, símbolos que eran utilizados en sus ritos por los Iluminati.
En 1781 los Iluminati infiltraron las sinagogas y mudaron su principal centro de operaciones para la
ciudad de Frankfurt, donde poderosos líderes financieros judíos se unieron a los Iluminati. De hecho
muchos de los símbolos que utilizan los Iluminati y los masones tienen su origen en el judaísmo.
Uno de los pilares del movimiento “Haskalah” (en hebreo significa cultura, civilización, inteligencia)
dentro de las sinagogas fue el filósofo Moses Mendelssohn. Los mendelsonianos (llamados también
el Grupo de Berlín) reverenciaban a los machos cabríos, como símbolos de la imagen de Bafomé.
Para esos iluminati ocultos su credo era el pensamiento kantiano de: Existe el mundo que
experimentamos y algo por detrás, algo en cuya relación el mundo tal como lo experimentamos es una
construcción o un producto de nuestra mente.
En cuanto a la filosofía, la Haskalah buscaba secularizar al judaísmo. Muchas de las acusaciones que
se hacen en contra de los judíos, fueron producto de las obras de los Iluminati dentro del movimiento
Haskalah.
Mendelssohn fue el hijo de un escribano pobre y durante su juventud vivió en la miseria. Un
refugiado judío-polaco, Zamosez, los instruyó en la matemática. Un joven médico judío le enseñó
latin y Aaron Salomon Gumpez le enseñó inglés y francés.
Su suerte cambió cuando en 1750 un rico mercader lo contrató como profesor de sus hijos y más tarde
lo nombró socio en su negocio.
En una partida de ajedrez conoció al masón, dramaturgo, filósofo y escritor, Gotthold Ephraim
Lessing. Enseguida ambos hombres simpatizaron y llegaron a convertirse en hermanos intelectuales.
Durante gran parte de su vida Mendelssohn fue un estudioso del judaísmo e incluso aportó valiosos
escritos al judaísm o . En esos años se decía que habían existido tres grandes Moses (Moisés): el
Moisés bíblico, Moisés Maimonides y Moisés Mendelssohn.
Sin embargo, Mendelssohn fue influenciado por las ideas materialistas del filósofo sefardita, Baruch
Spinoza.
Posiblemente llevado por Lessing, Mendelssohn se transformó en Iluminati y desarrolló el
movimiento Haskalah. Sus últimos años estuvieron ensombrecidos por la denuncia de que practicaba
el panteísmo, que era considerado como una doctrina totalmente materialista y atea. Mendelssohn
murió en 1786.

EL PLAN SECRETO DE LOS ILUMINATI
Al principio, cuando la Sociedad Iluminati estaba a la luz pública, muchos hombres importantes se
integraron a la misma. Entre ellos había desde miembros de la nobleza a poderosos banqueros,
industriales y comerciantes. Fue en esos momentos donde se consolidó la alianza del gran capital y
los iluminati. Aquellos personajes aportaron fuertes sumas de dinero a dicha sociedad, que se
expandió rápidamente por toda Europa y llegó a Estados Unidos.
La situación cambió cuando los iluminati comenzaron a conspirar en contra del gobierno de Baviera.
En 1784 el Duque de Baviera, Karl Theodor, apoyado por la iglesia católica, ordenó la ilegalización de
la Sociedad Iluminati y que se ejecutara a todo individuo que reclutara a personas para dicha sociedad
y que a los reclutados se les confiscaran sus propiedades y se les expatriara.
Similar suerte corrió la sociedad en los otros países de Europa, especialmente cuando en todas partes
se decía que los Lumieres (Iluminati franceses) fueron quienes organizaron y propulsaron a la
Revolución Francesa con su orgía de ateísmo y sangre. Recordemos como los revolucionarios habían
adorado a una prostituta en la Catedral de Notre Dame, como a la Diosa Razón.
A consecuencia de sus actividades conspirativas contra los gobiernos, a partir de fines del siglo XVIII
los Iluminati pasaron a la clandestinidad, pero sus miembros continuaron su labor y para ello crearon
nuevas sociedades secretas que le servían de pantalla ante las autoridades. Además, fueron
iniciadores del anarquismo y el socialismo.
El anarquismo lo impulsaron con el propósito de provocar el caos en la sociedad y preparar así el
terreno a su socialismo elitista. Completado el propósito que habían destinado a los anarquistas, los
iluminati se separaron del anarquismo y por medio de Karl Marx lo condenaron.
Todo indica que el teólogo, filósofo y profesor universitario, George Wilhelm Friedrich Hegel, fue
uno de los iluminati infiltrados en la iglesia. En su juventud Hegel era muy religioso, pero al parecer
fue fuertemente influenciado por la obra del escritor Jukob Bohme, “La Caída del Hombre”. A partir
de que la leyera, Hegel comenzó a incursionar en las ideas de los iluminati, concibió su filosofía de
que el hombre debía buscar la libertad de pensamiento y crear su propio paraíso en la tierra. No
obstante, la filosofía de Hegel tenía un fuerte contenido místico.
Hegel elaboró el principio de que la historia se desarrolla por el proceso dialéctico de Tesis, Antítesis
y Síntesis.

Para Hegel:
 La Tesis era el sistema capitalista de empresa privada y la cultura judeocristiana.
 La Antítesis era la oposición a ese sistema (lo que años después se realizó con El Manifiesto
Comunista).
 La Síntesis, llegaría cuando se eliminaran ambos sistemas anteriores y se creara uno Nuevo,
utilizando de esos sistemas lo adecuado a la creación del Nuevo Orden Mundial.
El pensamiento de Hegel influyó en otros filósofos como Karl Marx, Schopenhauer, Nietzche, John
Dewey y Jean Paul Sartre (este último fue el padre del Existencialismo, una filosofía atea. Además,
Sartre fue un defensor del stalinismo justificando sus crímenes como necesarios para poder imponer el
socialismo).
De todos ellos fue Marx quien tuvo a su cargo crear las bases para los planes Iluminati de control
mundial.
Marx tomó el principio de Tesis, Antítesis y Síntesis para aplicarlo al llamado “Comunismo
Científico”.
De acuerdo con Marx la Tesis era el capitalismo. La Antítesis sería el socialismo. La Síntesis el
comunismo.
Como se puede apreciar, la verdadera intención de Marx quedaba oculta, pues el comunismo no es de
ninguna manera la síntesis del capitalismo y el socialismo.
La realidad que ocultaba era el plan de los Iluminati. En el que la Tesis es el Capitalismo; la Antítesis
es el Marxismo; la Síntesis es el Nuevo Orden Mundial.
Karl Marx era hijo de alemanes judíos convertidos al cristianismo. Marx se educó con los jesuitas y
en su juventud se mostró muy religioso, pero en 1839 conoció a Moisés Hess, quien lo reclutó para los
Iluminati. Como hemos dicho Marx tomó de Hegel el proceso dialéctico, pero no compartió el
misticismo de Hegel. Por el contrario, escogió seguir el materialismo del profesor alemán Ludwig
Feuerbach. También tomó algo del Contrato Social de Jean Jacques Rousseau.
Como Marx era un brillante filósofo y teórico político, se le encargó desarrollar la Antítesis del
Capitalismo. Para subvencionarlo se destinó a Friedrich Engels, el hijo de un acaudalado industrial
judío alemán, que poseía en sociedad una fábrica de textiles en Inglaterra. Engels, a su vez, era un
joven filósofo preocupado por los problemas sociales de la clase obrera. De hecho, la obra cumbre de
Marx “El Manifiesto Comunista” (1848) fue escrita entre ambos.
Como Marx era mantenido por Engels y recibió alguna ayuda económica de poderosos banqueros
como los Rothschild, el dirigente anarquista ruso, Mijail Bukanin, dijo en una ocasión que Marx tenía
un pie en el comunismo y otro en el capitalismo.

SE ENFRENTAN LA TESIS Y LA ANTITESIS.
El Capitalismo del siglo XIX sufría una crisis económica cada 11 o 12 años. Aquellas crisis eran
devastadoras para los pobres, pues los sumía aun más en su miseria. Agreguemos los conflictos
bélicos que afectaban de cuando en cuando a las naciones. Todo eso alimentaba el descontento de las
masas.
Descontento que era aprovechado por los agitadores sociales.
Ante aquella situación se habían organizado varias sociedades izquierdistas.
En 1864 tres de esas sociedades convocaron en Londres a una asamblea internacional de trabajadores.
Ellas fueron: La Sociedad de Demócratas Fraternales, fundada en 1854 por Julian Hamey; La Liga
Comunista, fundada en 1848 por Karl Marx; El Comité Internacional, fundado en 1850 por Ernest
Jones.
Tengamos presente que en esa época Londres era el mayor centro del capitalismo mundial.
El primer congreso izquierdista se realizó en 1865 en Basilea, Suiza. Durante esa conferencia
llamada oficialmente “Asociación Internacional de los Trabajadores” se reunieron sindicalistas,
anarquistas y socialistas para analizar los problemas comunes y proponer líneas de acción.
En total se llevaron a cabo seis conferencias en lo que se conoce en la historia como “La Primera
Internacional de los Trabajadores”.
Fue durante La Primera Internacional que se produjo la escisión entre Marx y el dirigente anarquista,
Bakunin. Desde aquel momento los anarquistas y los marxistas se convirtieron en enemigos
mortales.
Ciertamente en los planes para el Nuevo Orden Mundial ya los anarquistas no eran importantes.
La historia recoge que el levantamiento de La Comuna de París en 1871 fue gestado por La Primera
Internacional.
Todo se originó cuando Napoleón III condujo a Francia a una guerra contra Prusia. La guerra fue
desastrosa para el ejército francés que debió rendirse y aceptar las condiciones draconianas que le
impuso el llamado Canciller de Hierro, Otto Bismark. La derrota aumentó el descontento de la clase
trabajadora, especialmente luego que los prusianos bombardearon a París y provocaron víctimas en la
población. Para defender a la ciudad se armaron milicias de obreros, constituidos en Guardias
Nacionales. El gobierno francés no podía tolerar que 400 cañones estuvieran en manos de los
guardias y envió tropas a tomar dichos cañones, pero los soldados enviados con ese propósito
confraternizaron con los rebeldes, que terminaron apoderándose del poder en la ciudad de París.
Los comuneros rigieron total o parcialmente a la Ciudad Luz desde el 18 de marzo al 28 de mayo. En
aquellos momentos aún no se había producido el cisma entre anarquistas y marxistas, por lo que
ambos grupos pelearon hombro con hombro.

La Comuna restableció el calendario ateo utilizado durante la Revolución Francesa, se impusieron
medidas socialistas y se organizó un movimiento feminista que demandaba la lucha contra el
capitalismo, reconocer el amor libre y la legalización de la prostitución.
El 2 de abril el gobierno ordenó el bombardeo de las partes de París controlada por los comuneros y
calle por calle el Ejército de Versalles fue recapturando a la ciudad en una batalla casa por casa. Al
final los comuneros sobrevivientes se rindieron y muchos fueron fusilados.
La Comuna de París fue el primer intento de los obreros de apoderarse del gobierno de un país en el
mundo occidental.
En 1872 la Asociación de Internacional del Trabajo se trasladó de Londres a la ciudad de Nueva
York. Ya los conspiradores del Nuevo Orden Mundial habían seleccionado a Estados Unidos como su
nueva sede. Para ello Wall Street sustituirá a la “City” (en Londres) como el centro bancario
mundial.
El marxismo comunista declaraba que los trabajadores tenían que tomar el poder y establecer el
socialismo para posteriormente pasar al comunismo, que sería un sistema colectivista ideal en el que,
según aseguraba Marx, “Cada quien aportaría según su capacidad y recibiría según su necesidad”.
Como hemos dicho Londres era la capital del Capitalismo y fue en Inglaterra donde los millonarios
iluminati encabezados por la Casa Rothschild suministraron las directrices y fondos para estimular la
propagación del marxismo comunista por todo el mundo. Recordemos que el comunismo estaba
diseñado como la antítesis del capitalismo, que llevaría a la síntesis del Nuevo Orden Mundial.
En 1889 Friedrich Engels convocó a la creación de “La Segunda Internacional Obrera”, conocida en la
historia como la Segunda Internacional. Su sede se estableció en Bruselas, después que en 1893 se
expulsó a los anarquistas de su seno. La Segunda Internacional fue totalmente socialista.
Entre las medidas aprobadas por la Internacional están:
 Establecer el primero de mayo como el Día Internacional del Trabajo.
 Hacer del 4 de marzo el Día Mundial de la Mujer.
 Adoptar a La Internacional como el himno de los trabajadores.
La Segunda Internacional se disolvió en 1916 debido a la división en la clase trabajadora provocada
por los sentimientos patrióticos en la clase trabajadora, que echaba por tierra su cacareada
“solidaridad internacional obrera”.
También cooperó a la disolución de la Segunda Internacional el enfrentamiento entre el comunista
ruso Lenin y el Socialdemócrata ruso Julius Martov. En dicha disputa ganó la tendencia comunista, a
la que se llamó bolchevique (significa mayoría en ruso) y los perdedores socialistas fueron llamados
mencheviques (significa minoría en ruso).
Expliquemos el por qué la fecha del primero de mayo fue escogida como Día Internacional del
Trabajo.
Eso se hizo en honor a los llamados “Mártires de Chicago”.

En 1886 La “Labor Union of North America” había convocado a una huelga general en demanda de la
jornada de 8 horas de trabajo. En la ciudad de Chicago unos 50,000 obreros acataron dicha huelga.
Unos 180 policías estaban cerca de una concentración multitudinaria de huelguistas, cuando una
bomba explotó entre los agentes.
La explosión mató a 7 agentes e hirió a otros 54.
Las autoridades arrestaron a 7 anarquistas a los que acusaron de haber llevado a cabo el atentado.
A los acusados se les realizó un juicio en el que fueron hallados culpables y se sentenció a la pena de
muerte a George Engel, August Spies, Adolf Fischer y Albert Parsons, mientras que Miguel Schawab
y Samuel Fielder fueron condenados a cadena perpetua. Los cinco sentenciados a muerte fueron
ejecutados en 1887.
Sin embargo, en una investigación ordenada por el Gobernador de Illinois en 1893 se concluyó que los
7 hombres eran inocentes y que su condena fue un error judicial.
Ese mismo año el Congreso de la Segunda Internacional, reunido en Ginebra, decidió escoger la fecha
como el día internacional de los trabajadores.

LOS FABIANOS
Los conspiradores del Nuevo Orden Mundial, a la vez que estimulaban la propagación del comunismo,
desarrollaron en Inglaterra una versión del marxismo más acorde con los planes de los Iluminati.
En 1883 los poetas Edward Carpenter y John Davidson fundaron “The Fellowship of New Life” (Los
Compañeros de una Nueva Vida), una sociedad que agrupaba a aristócratas e intelectuales con el
propósito de buscar una vida más simple e higiénica.
Pronto el grupo fue infiltrado por los Iluminati que comenzaron a demandar un activismo político.
Eso provocó que en 1898 “The Fellowship of New Life” se disolviera y nació “La Sociedad Fabiana”.
Sus fundadores fueron el matrimonio de filósofos Sidney y Beatrice Webb. Entre sus miembros más
destacados estuvieron George Bernard Shaw, H.G. Wells, Leonard Wolf y Virginia Wolf.
De George Bernard Shaw podemos decir que a pesar de su premio Nobel de Literatura, este individuo
era un ser malvado. Durante una entrevista filmada declaró lo que siguiente: Quien no pueda aportar
a la sociedad por lo que consume o algo más, se le debe eliminar, pues no podemos permitir que
desorganice a nuestra sociedad. No podemos perder el tiempo de gente valiosa cuidándolos. Claro
que eso nos llevará a poner a mucha gente en las cámaras letales.
El propio Shaw diseñó un vitral para la Sociedad Fabiana en el que se ve a él, y a otros fundadores del
fabianismo, golpeando con mandarrias a la esfera del mundo para remodelarlo y sobre ellos se ve el
escudo de los fabianos, que es un “Lobo Con Piel De Oveja”.
Otro destacado iluminati fue Cecil Rhodes. Este aventurero empresario y político fue financiado por
la Casa Rothschild para crear un monopolio de la extracción de diamantes y oro e n la región del
Transvaal y Orange en el sur de África a fines del siglo XIX. Rhodes llevó a cabo una guerra contra
los colonos de esas regiones, los Boers, y terminó apoderándose del territorio al que llamó Rhodesia.
Rhodes afirmaba ¿Por qué no debemos formar una sociedad secreta con un objetivo, el
engrandecimiento del Imperio Británico y poner a todo el mundo bajo las reglas británicas y recuperar
a Estados Unidos para hacer de la raza anglosajona un imperio? Es un sueño, pero es probable, esto es
posible.
Los Iluminati consideraron que para sus planes era conveniente adaptarse a los tiempos y consideraron
que el movimiento fabiano se prestaba para esa transformación.
El nombre de la sociedad fue tomado del general romano, Quintus Fabius Maximus. Este general de
las Guerras Púnicas entre Roma y Cartago, había comprendió que las legiones romanas cada vez que
se enfrentaban a las tropas del general cartaginés Aníbal, eran derrotadas. Entonces ideó una
estrategia de atacar en los puntos débiles de los cartagineses y retirarse rápidamente sin ofrecer
combate abierto al enemigo. De esa forma logró asestar duros golpes a las tropas de Aníbal.
Los fabianos decidieron que esa iba a ser su estrategia en contra de la sociedad capitalista
judeocristiana, para poder implantar el Nuevo Orden Mundial.
Como ellos buscaban la Síntesis ( Nuevo Orden Mundial), tenían que superar la etapa del marxismo-
leninismo que representaba la etapa de la Antítesis comunista.

A diferencia de esa etapa comunista, en la que se utilizaba la violencia para asaltar el poder e
implantar la dictadura del proletariado (representado por los jerarcas del Partido Comunista) los que
destruirían todo vestigio capitalista. Los fabianos buscarían llegar al poder por medio de las urnas al
engañar a las masas ofreciéndoles prebendas y beneficios. De hecho creando una sociedad “Welfare”
o de Bienestar Social.
Además, como estaban conscientes de que sus planes encontrarían la resistencia de los que no se
dejarían dormir por sus cantos de sirenas, estaban dispuestos a seguir el sistema del general romano
Fabius avanzando hasta donde las circunstancias les permitieran, detenerse por un tiempo al encontrar
una fuerte oposición y avanzar de nuevo cuando las circunstancias les fueran favorables.
En Gran Bretaña, los fabianos siguiendo sus lineamientos populistas fueron los creadores del Partido
Liberal en 1900. Promovieron la ley de la Reforma Liberal en el Parlamento. En 1906 gestionaron la
implantación del salario mínimo. En 1917 crearon el sistema universal de salud. Apoyaron la
creación de La Liga de las Naciones.
También intentaron infructuosamente nacionalizar las tierras del Reino Unido y fueron apologistas de
la cruenta tiranía de la Rusia Stalinista.
Los fabianos Sidney y Beatrice Weeb establecieron la influyente “London School of Economy”. Ese
centro de estudios preparó a las figuras más influyentes de la política y las finanzas de la Gran
Bretaña. Margaret Tachert, la llamada “Dama de Hierro”, era una egresada de la London School of
Economy.
El marxismo se extendió por todo el mundo, pero escogió a dos grandes países para desarrollar sus
planes.
Por un lado estaba Estados Unidos en donde se desarrollaba a plenitud el Capitalismo, lo que formaba
la “Tesis” de sus planes.
En el otro lado estaba Rusia a la que habían seleccionado para que en ella se desarrollara el
Comunismo como la “Antítesis”. La “Síntesis” del Nuevo Orden Mundial, como indica su nombre
se realizaría en todo el Mundo.
Como hemos explicado el Nuevo Orden Mundial se tratará de un sistema de gobierno de tipo fascista
donde los medios de producción distribución y venta estarán controlados por empresas privadas
regidas por una élite de hombres de negocios, quienes elegirían de entre ellos a un dictador. En dicha
sociedad no existirán los sindicatos, los partidos políticos, ni la libertad de prensa.

EL CONTROL DE LA CASA ROTHSCHILDXXXXXXX
Después de la guerra con México y de la Guerra Civil, Estados Unidos se había consolidado como una
poderosa nación que al apoderarse de Hawaii expandió su influencia al Océano Pacífico. Más tarde,
por la Guerra Cubano-Hispano-Americana consolidó su presencia en el Pacífico con la ocupación de
Las Filipinas y otras islas, a la vez que emergía como una potencia en la Cuenca del Caribe.
Mientras tanto, las enormes riquezas del país unidas a la pujanza de sus ciudadanos habían levantado
grandes imperios financieros. Nombres como Rockefeller, Morgan, Warner, Leham y Cornegie eran
las estrellas del capitalismo estadounidense.
A principios del siglo XX en Estados Unidos el capitalismo estaba en pleno apogeo. El sistema de
línea de ensamblaje establecido por Henry Ford en su fábrica de automóviles, revolucionó la
producción industrial aumentando así la producción y abaratando el costo de los productos. Pronto el
sistema de línea de ensamble fue establecido en todas las industrias, lo que hacía más asequible al
público los productos industriales.
Con los inventos de la bombilla eléctrica por parte de Thomas Edison y de los transformadores
eléctricos de Nikola Tesla, los talleres y hogares se vieron libres de las penumbras.
Con la mecanización de la agricultura los Estados Unidos se convirtieron en el mayor productor de
alimentos en el mundo. La ciudad de Chicago se convirtió en la capital mundial de la industria
cárnica, llevando ríos de oro a Wall Street.
Sin embargo, la familia más poderosa económicamente del mundo era y son los Rothschild.
Sus orígenes son humildes, en 1743 un orfebre judío llamado Amachel Moíses Bauer abrió una tienda
de monedas en la ciudad alemana de Frankfurt. Al frente de la tienda colocó un escudo rojo con un
águila romana en su centro. Así el lugar fue conocido como La Tienda del Escudo Rojo, que en
alemán es “Rothschild”.
La familia cambio su nombre al de Rothschild y el hijo de Amachel, Meyer Rothschild, estableció la
poderosa casa bancaria “Rothschild” cuyas operaciones bancarias se extendieron a toda Europa.
El escritor rumano, Traian Romanescu, relata como cuando Napoleón fue vencido por los ingleses y
prusianos en Waterloo, Mayer Rothschild aprovechó el recién instalado sistema de señales por
semáforos, para enviar rápidamente a su agente en Londres, Rothwoth, la orden de difundir la mentira
de que los ingleses habían sido derrotados. Aquello provocó la caída de la Bolsa de Londres,
situación que aprovechó para comprar acciones a muy bajo precios. Poco después cuando se conoció
la victoria inglesa, las acciones subieron de precio y Rothschild s ganó una enorme fortuna.
Meyer Amschel Rothschild, distribuyó a sus cinco hijos entre las principales capitales europeas que
aceptaban judíos. A Londres se envió a Nathan; Jakob fue a París; en Frankfurt se quedó Amschel; a
Karl le tocó ir a Nápoles; entre tanto que Salomón fue a Viena.
Los Rothschild siempre fueron mecenas de los Iluminati.
Ya en el siglo XIX eran poderosos banqueros cuyo poder económico manejaba los mercados del

mundo. A partir de entonces los Rothschild controlaron la economía británica y crearon el Banco de
Inglaterra. Poco tiempo después, en 1818, la Casa Rothschild se hizo con el control de la economía de
Francia. También ejercieron gran influencia en la economía de Alemania. Se afirma que desde
entonces no ha habido gobierno, guerra o revolución en donde el dinero de los Rothschild no haya
tenido un papel primordial.
Los Rothschild encabezan hoy día a los supermillonarios que han creado corporaciones
internacionales y que se agrupan en sociedades secretas y organizaciones que controlan las
operaciones financieras mundialmente. Ellos son el producto de los planes de control mundial, son
los llamados supracapitalistas. Son los actuales creadores del globalismo.
No debemos confundir a esos supra capitalistas con los inversionistas y empresarios comunes. Estos
últimos son la base del capitalismo sano, es decir los que con su capital crean trabajos y enriquecen al
país, a la vez que se benefician de las utilidades de sus negocios.
Por el contrario, a los supracapitalistas no les interesa crear empleos o el bienestar del país, ya que son
globalistas y no le tienen fidelidad a ninguna nación. Su único interés inmediato está en los
dividendos que puedan extraer y su interés a largo plazo es controlar todos los mercados y todos los
medios de producción, hasta alcanzar un gobierno mundial….El Nuevo Orden Mundial.

EL RESTO DEL MUNDO AL MARGEN.
Mientras, al sur del Río Grande estaba todo un continente que parecía dormido ante el avance
industrial de Occidente.
Durante el siglo XIX las naciones de la América Hispana y Lusitana habían conquistado sus
independencias, pero al comienzo del siglo XX continuaban siendo países agrícolas y productores de
materias primas, que por carecer de una estructura industrial adecuada vendían a las naciones
industrializadas de Europa y Estados Unidos. Como es de suponer eso las hacía dependiente
políticamente de esas naciones, especialmente de Estados Unidos y de Gran Bretaña.
En Asia la única nación que tenía una pujanza económica e industrial era el Japón, el que a su vez,
mostraba sus apetitos imperiales de conquistas territoriales con el llamado “Plan Tanaka”, por el que
consideraban que el Océano Pacífico y el Lejano Oriente debían estar bajo su zona de influencia.
Japón había dado prueba de su poderío militar al derrotar al ejército ruso en Puerto Arturo y al hundir
a la flota rusa.
El resto de las naciones asiáticas o se encontraba muy debilitadas como China y Siam o eran colonias
de naciones europeas.
En cuanto al África, todo su territorio era colonia o protectorado de las naciones europeas.

ECHARON LAS BASES DE LA CONSPIRACION
Como hemos visto los Iluminati, convertidos en socialistas fabianos, estaban llevando a cabo con
bastante éxito sus planes políticos, pero sabían que para lograr su meta de establecer un Nuevo Orden
Mundial no bastaba con poseer las riquezas del mundo, era necesario dominar las mentes de los
pueblos. Comprendieron que para ello tenían que conquistar las mentes de las nuevas generaciones.
No era una misión fácil, pues tenían que ir contra las bases mismas de la sociedad y la familia.
En el camino de controlarle la mente a la humanidad, hubo varios personajes que fueron
fundamentales para ese propósito. Entre ellos están:
Sigismund Schlomo Freud, conocido en la historia como Simond Freud. Se trataba de un médico
neurólogo, judío austriaco, que en 1885 viajó a París en donde estudió con el famoso neurólogo, Jean
Martin Charcot, que se especializaba en la hipnosis.
El mayor aporte de Freud a la psiquiatría fue establecer la importancía del subconsciente en la
conducta humana, así como definir que muchas enfermedades físicas tienen origen en la mente, es
decir que son psicosomáticas.
Redescubrió el Complejo de la Culpa y la necesidad de que el psiquíatra lograra que el paciente
reconociera dicho complejo y se perdonara a sí mismo. Algo que la Iglesia Católica venía haciendo
durante siglos por medio de la confesión, aunque de manera mucho más barata para el afectado.
El propio Freud era un hombre lleno de neurosis y tenía fobia a la muerte, quizás porque negaba la
existencia de Dios.
Freud era un adicto a la cocaína y en sus sueños psicodélicos descubrió que durante su infancia él
había odiado siempre a su padre y que había tenido una pasión sexual por su madre.
Basado en su experiencia, elaboró una teoría en la que el origen de todos los males psíquicos está en la
represión de los deseos sexuales, por lo que abogaba por el amor libre. En su obsesión con el sexo
llegó a asegurar que los bebés se estimulan sexualmente mientras son amamantados por sus madres y
se masturban.
Al deseo sexual del varón hacia la madre lo llamó Complejo de Edipo. Cuando se trataba del mismo
deseo de la hembra hacia el padre lo llamó Complejo de Electra.
La aportación de Freud a los planes fabianos fue el establecer que a los seres humanos se les puede
programar desde la niñez.
Pocos hombres han tenido mayor impacto en la visión que los hombres han tenido de su origen que el
naturalista Robert Charles Darwin. Este investigador científico inglés descendía de una familia de
“libres pensadores” (era un término acuñado durante el Enciclopedismo y con el que se designaba a
quienes discrepaban de las ideas religiosas).
Siendo joven Darwin comenzó a estudiar medicina, pero lo abandonó para embarcarse a bordo del
buque HMS Beagle para ayudar a estudiar a los invertebrados marinos. El viaje fue alrededor del
mundo y duró 5 largos años, que convirtieron a Darwin y al capitán del Beagle, Robert Fitzroy, en

enemigos.
Una de las escalas del Beagle fue en las islas Galápagos. Estas islas, pertenecientes a Ecuador, se
encuentran en el Pacífico y por estar tan apartadas cuentan con unas especies de aves y animales
exclusivos del lugar. Para Darwin esas islas fueron el laboratorio en el que encontró las bases para su
teoría de “La Evolución de las Especies”.
A su regreso a Inglaterra, Darwin publicó su diario del viaje y aquello le dio la fama. Aquella obra fue
seguida por varios libros en los que Darwin afirmaba que todas las especies tenían un origen común y
que habían sufrido transformaciones por medio de la adaptación y la selección natural.
Según Darwin, las especies modificaban su morfología y costumbres para poder adaptarse al medio en
que vivían.
En cuando a la selección natural, aseguraba que se lograba cuando en la lucha por los alimentos los
fuertes se imponían y los débiles morían de hambre. La segunda etapa de la selección natural la
realizaban las hembras al seleccionar a los machos mejor dotados físicamente para aparearse, los que
producirían hijos más fuertes y con mejores posibilidades de adaptación al medio.
Darwin rechazó el principio bíblico de La Creación y en su lugar estableció el de La Evolución.
Aquello lo enfrentó a todas las religiones y a muchos hombres de ciencia, que aunque aceptaban que
los seres vivo se trasforman para irse adaptando al medio en que viven; rechazaban la idea de que
todos los seres surgen de un origen común. Especialmente al concepto de que el hombre desciende
del simio. La pregunta que se hacían era: Si los hombres descendemos del mono ¿Por qué los monos
siguen siendo monos?
Pero sin lugar a dudas, aun sin proponérselo, las teorías de Darwin fueron un gran impulso para las
filosofías ateas y materialistas.
Otro instrumental de los fabianos en sus planes de corromper las mentes fue el filólogo y filósofo
alemán, de origen polaco, Friedrich Wilhem Nietzche.
Este errático filósofo fue muy controversial en su época por sus planteamientos.
Nietzche fue amigo del compositor Richard Wagner, quien fue el panegirista de la mitología germana
y con el que compartió la idea de una raza superior llamada a dominar al mundo. Precisamente en su
obra “La Voluntad del Poder”, Nietzche aseguraba que el hombre superior no está sujeto a ninguna
moral. Utilizando las teorías de Darwin, afirmaba que la naturaleza constantemente nos muestra que
los débiles deben ser eliminados para que prevalezcan los fuertes. Consideraba al cristianismo como
una mentira creada por los débiles para impedir el triunfo de los hombres superiores. Declaraba que
si alguna vez existió Dios, ya había muerto.
En su juventud Nietzche contrajo la sífilis y en su madurez la enfermedad lo llevó a la locura. En
1898 sufrió un derrame cerebral que lo dejó privado del habla y de caminar. En 1900 otros dos
derrames cerebrales le ocasionaron la muerte.
Alguien muy importante para los fabianos fue el filósofo, psicólogo y educador estadounidense John
Dewey.
Dewey junto a Charles Sandos y William James fundaron la escuela de Filosofía Pragmática, la que

contenía fuerte influencia de Hegel.
Él señalaba que era necesario reconstruir a la sociedad estimulando la inteligencia y la pluralidad,
para ello era imprescindible “educar” a la juventud. Rechazaba la idea de un Dios y consideraba que
solamente por medios científicos se podría incrementar el bien en los hombres.
Dewey fue el creador del sistema educacional de Estados Unidos, al que le incluyó las teorías
evolucionistas de Darwin y eliminó del currículum escolar las del creacionismo, dándole así un fuerte
acento anti religioso. Dewey fue amigo del fundador de la Unión Soviética, Lenin, el que en 1919 lo
llamó para que creara el sistema educacional de la U.R.S.S.
Cuando en 1906, el escritor y filósofo marxista ruso Alekséis Maksmovich Péshkov, alias Máximo
Gorki, viajó a Estados Unidos para obtener ayuda financiera en favor del movimiento revolucionario
ruso, lo hizo acompañado de su amante, la bella actriz María Andreyeva, a la que presentó en sociedad
como su esposa. Sin embargo, cuando se supo que la legítima esposa de Gorki vivía en Rusia, la
pareja fue condenada al ostracismo social. Solamente John Dewey y su amigo el poeta y pedagogo
izquierdista Edwin Markham continuaron sirviendo de cicerones a Gorki y su amante.
Ivan Petrovich Pavlov fue un destacado psicólogo y médico ruso, que estudiando las funciones
gástricas de los perros vio la relación de los reflejos condicionados a un estímulo exterior.
El experimento se trataba de hacer sonar una campana cuando se le suministraba alimentos a un
perro. Al ver la comida la boca del animal comenzaba a producir saliva para ayudar a la
masticación. Después de un tiempo, con sólo hacer sonar la campana las bocas de los perros
producían saliva como si estuvieran comiendo.
Después del triunfo bolchevique en Rusia, Pavlov se unió a los comunistas y fue un amigo íntimo de
Lenin. Sus estudios sobre el control de la psiquis fueron utilizados por la CHECA (policía política
comunista) y recibió varias condecoraciones del sistema soviético.
Sus investigaciones fueron de gran importancia para que los fabianos estructuraran sus planes de
control de las mentes.
Agreguemos que durante el siglo XX otros psicólogos, educadores y filósofos cooperaron al
condicionamiento mental de las masas hacia el establecimiento del Nuevo Orden Mundial.
A principio del siglo XX, Hugo Bell y Tristán Tzara desarrollaron lo que se conoce como el
movimiento cultural “Dadaísta”, el que consistía fundamentalmente en oponerse a todo lo
establecido. Se oponían al concepto de la razón instaurado por el Positivismo, rechazaban la
eternidad, la lógica, el concepto de familia y toda idea de Dios. Propugnaban la libertad
desenfrenada del individual. Aborrecían el trabajo físico y practicaban el amor libre.
El Dadaísmo se originó en el Cabaret Voltaire de la ciudad suiza de Zurich, entre 1916 y 1922, y de
allí se extendió a toda Europa y llegó a Estados Unidos.
En Estados Unidos colocaron su base en el Greenwich Village de Nueva York.

De hecho, el Dadaísmo fue la cuna de la Contracultura de los años 60 y del movimiento hippie.
Por cierto que Lenin vivía en los altos del Cabaret Voltaire y era asiduo a las reuniones de los
dadaístas.

AVANZA LA CONSPIRACION ILUMINATI
Como hemos dicho anteriormente, cuando los Iluminti se vieron perseguidos buscaron ocultarse
integrándose en otras sociedades místicas, Algunas de ellas ya formaban parte de los antiguos
Iluminati en la Edad Media. En el siglo XIX existían sociedades como la Golden Dawn, la Militia
Templi, Los Templarios de Chipre, El Gran Priorato de Egipto, El Priorato de Sion, El Gran Priorato
de Suiza, Los Caballeros de la Alianza Templaria fueron cubiertas de los Iluminati, Los Caballeros
Negros, La Orden de Dracos, La Orden de las Serpientes, La Hermandad de la Muerte y La Sociedad
Thule, entre otras.
También crearon sociedades como Los Iluminatis of Thanateros,
de ideas socialistas. La Gran Logia Rockefeller 666, La Orden Iluminati,
Los Buhos, los Shrinerts, The Orden of Skull & Bones (que fue la versión estadounidense de la
alemana “Hermandad de la Muerte“).
En 1833, los Iluminati William Hungtinton Russell y Alphonse Taff fundaron la importante Orden of
Skull & Bones en la Universidad de Yale. En 1856 la Orden se incorporó como la Russell Trust. Esa
sociedad secreta recluta a estudiantes brillantes o de familias poderosas para prepararlos y
posteriormente catapultarlos a puestos importantes en la industria, el comercio y sobre todo en el
gobierno. Varios presidentes de Estados Unidos han sido miembros de Skull & Bones y también
tienen sus miembros entre las principales figuras de la banca y la industria.
Paralelamente crearon sociedades luciferinas como La Orden del Caos, la Iglesia de Satán, la Orden
del Chivo Negro, el Templo Set, etc.
Los Iluminati habían concluido que para poder implantar el Nuevo Orden Mundial sería
imprescindible llevar al Mundo al caos político, social y económico, pues sólo así la humanidad
podría aceptar el yugo que intentan imponerle.
Ya en 1871 el Maestre Iluminati, Giuseppe Mazzini, le escribió a Albert Pike que se tenía que
provocar una guerra mundial para derrocar a la débil dinastía de los zares en Rusia y transformar al
país en una fortaleza del comunismo (la antítesis). Además, se hacía necesario probar en alguna
nación europea, preferiblemente Alemania, el sistema del Nuevo Orden Mundial. Pero ese
intercambio epistolar fue más lejos y se habló de una segunda guerra mundial, para deshacer el
experimento fascista y permitir la creación de un estado sionista, en el que se probaría la transición
del socialismo al Nuevo Orden Mundial (de la antítesis a la síntesis). Agregaba que debido al
ancestral enfrentamiento religioso entre judíos y musulmanes, se produciría el lógico conflicto bélico
de ese estado sionista y las naciones musulmanas que llegarían a una tercera guerra mundial, tras la
cual se desencadenaría una oleada revolucionaria de bestialidad y ateísmo. Los ciudadanos
desesperados, por la falta de acción efectiva por parte de las atribuladas autoridades, vagarán sin
dirección en busca de un guía. Será ese el momento en el que los Iluminati presenten al Mundo a un
nuevo líder, al que los cristianos verán como Jesucristo, los judíos como el Mesías y los musulmanes
como el Mahdi. Con él surgirá triunfante el Nuevo Orden Mundial.
Ahora nos preguntamos ¿Estos señores fueron adivinos o simplemente fríos planificadores?

EL EXPLOSIVO SIGLO XX
Los años entre 1880 hasta 1914 fueron conocidos como La Bella Época. Una era en la que la sociedad
occidental disfrutaba de revolucionarios inventos, como el fonógrafo, el cine, el teléfono, la
electricidad, el automóvil, etc. que les hacía más fácil y agradable la vida. Las grandes potencias
disfrutaban de una paz relativa y sus aventureros levantaban enormes capitales en sus colonias. La
mejor alimentación y los avances médicos habían extendido la vida promedio del europeo y del
norteamericano hasta los 55 años, una gran conquista si consideramos que la vida promedio en la Edad
Media fue de 30 años. Cada día los hombres de ciencia de la época hacían nuevos descubrimientos y
la lectura se popularizaba. Además en casi todas partes se implantó la educación gratuita para niños.
También las nuevas ideas sobre la religión y la moral permitieron que tanto hombres como mujeres se
lanzaran a disfrutar a plenitud de los placeres mundanos, sin arrepentimientos.
Fue una época de vicios y excesos que el escritor irlandés Oscar Wilde describió en su libro “El
Retrato de Dorian Gray”.
El siglo XX comenzó con una carrera armamentista en Europa. El equilibrio de poderes que había
logrado el príncipe austriaco Klemen Von
Metternich (tras la derrota de Napoleón), se tambaleaba en medio de las ambiciones territoriales de
las naciones europeas.
Entre aquellas naciones estaba Rusia que era un enorme imperio con pies de barro. La primera
demostración de la debilidad rusa se produjo cuando fuerzas del Imperio japonés atacaron la fortaleza
de Puerto Arturo y derrotaron a las tropas rusas, para después hundir en el Pacífico a la flota naval
rusa. Aquello fue una humillación para el imperio zarista.
Por cierto, que la Casa Rothschild le prestó el dinero a Tokio para llevar a cabo sus operaciones
militares contra Moscú.
Cuando en 1914 el asesinato en Sarajevo del Archiduque Francisco Fernando a manos de un anarquista
serbio desató la Primera Guerra Mundial, Europa comenzó una carnicería que concluiría 4 años
después con la transformación política del Viejo Continente. Al comenzar el conflicto bélico en
Europa existían 19 monarquías y 3 repúblicas; al finalizar la guerra había 13 monarquías, 2 regencias
y 14 repúblicas. Se dicho que la Primera Guerra Mundial terminó con cuatro imperios: El Imperio
Austro-húngaro, el Imperio Turco, el Imperio Alemán y el Imperio Zarista. Pero mucho más
importante era que la ideología política de los europeos había cambiado radicalmente.
El Imperio Alemán quedó sustituido por la República de Weimar, de total corte social-demócrata. La
nueva Constitución alemana de 1918 fue delineada por el jurisconsulto judío-alemán, Hugo Preuss.
Por medio de los tratados de Versalles y Tr ianon los Aliados responsabilizaron a los países del Eje de
la guerra y le impusieron a Alemania condiciones draconianas de pagos de indemnización. Además,
ocuparon la rica región minera de la Renania, limitaron el tamaño de los buques de Guerra que
Alemania podía construir y limitaron el número de soldados a 100,000.

LA OFENSIVA MARXISTA
Desde la derrota en la guerra con el Japón, el imperio ruso estaba en crisis. No obstante eso, el Zar
Nicolás II se dejó arrastrar a la Primera Guerra Mundial. Pronto se vería que el ejército ruso no estaba
preparado para un conflicto de tal magnitud. Las cruentas derrotas, así como la hambruna de la
población (la guerra se peleaba en Ucrania que era el granero de Rusia) provocaron la caída del
zarismo. Al caer la monarquía el poder pasó a manos de La Duma formada por Cadets
(conservadores), Mencheviques (socialistas y los Bolcheviques (comunistas). Estos últimos
establecieron soviets de soldados y obreros en cada ciudad y pueblo.
El personaje que transformaría a Rusia era Vladimir Ilich Ulianov, alias Lenin. Como hemos dicho
durante su exilio en Suiza Lenin vivió sobre el Cabaret Volaire de Zurich. Lenín era el hijo de un
ruso inspector de escuelas nativo de Astrakan y de una madre judía. Se graduó de abogado y dedicó su
vida a la revolución comunista, por la que había muerto su hermano mayor y el propio Lenin había
sufrido prisión y exilio.
A la caída del Zar Lenin se encontraba en Suiza y sus posibilidades de regresar a Rusia eran casi nulas,
pues entre su país y Suiza se encontraba Alemania y el resto de Europa le era hostil por sus ideas
radicales.
Entonces entró en función la maquinaria iluminati y el Secretario del Partido Socialista Suizo, Fritz
Platten, quien convenció al gobierno alemán de la ventaja que significaría para ellos que Lenin sacara
a Rusia de la guerra y por lo tanto eliminar así el Frente Oriental.
Los alemanes colocaron a Lenin y a su séquito en un vagón de ferrocarril sellado en el que atravesaron
su territorio. Al llegar Lenin a Petrogrado fue recibido por una multitud.
En noviembre de 1917 (debido al calendario Juliano que los rusos tenían la fecha cayó en el mes de
octubre) los bolcheviques encabezados por Lenin y León Trosky se alzaron contra el Gobierno
Socialista y con sus guardias rojos se apoderaron del poder en Moscú y Petrogrado. Todo el
territorio ruso europeo, con excepción de Ucrania, quedó en manos bolcheviques y se desató una
guerra civil que duró hasta 1920, cuando el comunismo quedó implantado en toda Rusia, con su
secuela de dolor y muerte.
De hecho Rusia estaba madura para los marxistas, pues el Imperio apenas salía del feudalismo y
estaba constituido por muchos pueblos sometidos por la fuerza a Moscú. Además, su aristocracia y
su clase intelectual estaban constituidas en gran parte por elementos no eslavos (la raza predominante
en Rusia) y se mantenían aislados de la gran población rusa. Tampoco olvidemos que la guerra había
sido desastrosa para los rusos y el hambre se había generalizado en todo el país. Por lo tanto le fue
relativamente fácil a los rojos movilizar a la masa ignorante y analfabeta en contra el Imperio y
posteriormente contra la burguesía.
De esa forma se cumplía la etapa de la Antítesis de los iluminati-fabianos. No olvidemos que
poderosos banqueros como los americanos Morgan y Rockfeller, los británicos Kuhn y Steyer, el
Banco Walbur de Suecia, el Banco Westfalia de Alemania y el Banco Guzburg de San Peterburgo en
Rusia ayudaron a financiar la revolución bolchevique.
Tengamos presente que los Rothschild financiaron a los Bancos Morgan, a Klum Loeb y August

Belmond. También financiaron los ferrocarriles de los Harriman, al magnate del acero Carnegie y a
un sinnúmero de industriales estadounidenses.
Los marxistas intentaron comunizar a toda Europa y terminada la Primera Guerra Mundial casi lo
logran. En Alemania intentaron apoderarse del poder, con infructuosos levantamientos comunistas
que concluyeron con el fusilamiento de los dirigentes de la revuelta “Espartaquista” (Rosa de
Luxemburgo y Karl Liebknecht).
Debido al Tratado de Trianon, Hungría fue despojada de parte de su territorio para entregárselo a
Checoslovaquia y Yugoslavia, dos países creados artificialmente al terminar la Primera Guerra
Mundial.
En 1919 en Hungría se instaló, durante tres meses, la dictadura comunista de Bela Kum. Durante esos
tres meses los comunistas trataron de transferir por la fuerza la propiedad de las tierras a los
proletarios. Cientos de campesinos fueron asesinados al negarse a entregar sus hogares a los
comunistas. Aquello provocó el caos y las ciudades sufrieron una hambruna. Aquellos tres meses
fueron suficientes para crear en los húngaros un sentimiento de odio contra los comunistas y los
judíos, ya que la mayoría de los miembros del gobierno de Bela Kum eran judíos.
Derrocado el gobierno de Kum, la derecha tomó el poder en Hungría.
En Inglaterra los laboristas controlaron el Parlamento. En Francia e Italia los socialistas ocuparon el
poder. Mientras que en Portugal se estableció el primer gobierno de corte fascista y ateo.

LA GARRA FABIANA SOBRE ESTADOS UNIDOS
En Estados Unidos se habían establecido dos partidos políticos mayoritarios: El Demócrata y El
Republicano.
Desde el siglo 19, el Partido Demócrata tomó una filosofía social-liberal. En los estados del norte se
convirtió en el defensor de los obreros, apoyando a los incipientes sindicatos y a los inmigrantes
europeos. Pero sus miembros en el sur eran virulentamente racistas y anti-sindicalistas.
Recordemos que el liberalismo social es una filosofía utilizada por los fabianos mientras trabajan para
crear un gobierno mundial. El liberalismo surgió en Gran Bretaña y consiste en considerar que el
gobierno tiene un papel en garantizar las libertades del individual, pero considera que la falta de
derechos a las oportunidades económicas, a la educación y al cuidado de la salud amenaza esas
libertades. Apoyan el sistema de sindicatos para los trabajadores, creen en el gobierno tutelar y aboga
por mayores impuestos para solventar esos gastos y propone imponer mayores tasas de impuestos a
los más adinerados.
Por su parte, el Partido Republicano es considerado conservador, su filosofía radica en que cada
individuo es responsable de su propio bienestar y por lo tanto se oponen al Estado Welfare (estado de
bienestar social).
A comienzo del siglo XX se opusieron al “Impuesto sobre las Rentas” (income tax) por considerarlo
inconstitucional. Actualmente se oponen al alza de impuestos, también se oponen a la sindicalización
obligatoria y abogan por un gobierno que se limite a las funciones administrativas básicas y que no se
inmiscuya en la vida económica de la nación. Durante la primera mitad del siglo XX el partido
republicano mantuvo firme su posición de dejar al gobierno fuera del juego económico del país, con la
filosofía de que el Mercado se debe regir por la oferta y la demanda exclusivamente.
Cumpliendo con sus planes, los fabianos en Estados Unidos comenzaron a crear sus estructuras para el
control del gobierno con la llegada a la presidencia del elitista y racista Woodrow Wilson, en 1912.
La primera de esas medidas fue en 1913, cuando implantaron “The Federal Reserve” (el banco de la
reserva federal), que como sabemos no es reserva, ni es federal, ya que es privado y está constituido
por los dueños de los grandes bancos.
El sistema de la Reserva Federal se estructuró en una reunión ultra secreta realizada en la residencia
del banquero J.P. Morgan en la Isla de Jerkill. Su autor intelectual fue Paul Warburg. Por cierto, que
el hermano de este señor, Max Warburg, era el director del “Reichsbank”, el banco central de
Alemania, ambos hombres que trabajaban para los Rothschild. En una muestra de cómo la plutocracia
fabiana funciona en sus planes de dominio mundial, ambos hermanos representaron, uno a Estados
Unidos y el otro a Alemania, en “La Comisión de Paz” de París. Paul representaba a los vencedores
de la Primera Guerra Mundial y Max a los vencidos.
Regresando a la Reserva Federal, se le cedió el derecho a controlar los créditos, a fijar las tasas de
intereses y a imprimir la moneda nacional.
Recordemos que cierta ocasión Natahn Rothschild comentó: Denme la impresión de moneda y no me

illuminatm

Recommended

Recommended

More Related Content

What's hot

What's hot (16)

Viewers also liked

Viewers also liked (16)

Similar to illuminatm

Similar to illuminatm (20)

Recently uploaded

Recently uploaded (8)

illuminatm