El poema describe una gota de rocío que se posa en los pétalos del narrador. Aunque la gota desea elevarse hacia el cielo gris para formar parte de una tormenta o convertirse en sol, el narrador le pide que no se vaya y que en lugar de eso permanezca en sus pétalos, que serán su hogar.

1. GOTA DE ROCÌO
Fue después de brusca helada:
se condensó ,aquí a humedecer mis pétalos,
una gota de agua, un rocío juguetón;
entonces me sonrío fresca y carismática:
le acogí, ¡la adoré!
Gota de rocío ¡qué tristezas te cargas!
tu sonrisa no la inspira el arcoíris,
surge de un vacío que nada sacia,
siempre clamando cariño ¡siempre!
No te seques de mis pétalos…
¡quédate aquí!
Buscas remontar al cielo gris ufana
a ser nube para su aguacero.
¡Deja de admirar el poder del cielo gris!
te sentirás valiente por ser parte de la tormenta,
¡imprudente osadía!
Otras veces ¡sueñas con ser sol!
¡¿cómo ha de ser eso si agua eres?!
¡Deja de admirar la incandescencia del sol!
te sentirás honrada porque te elevó al firmamento con su calor
¡imprudente orgullo!
¡Despierta, las cosas no son así!
Y te vas sonriendo:
“las cosas pasan por algo”, te consuelas.
Y te vas en busca de una bravía tormenta…
¡no vayas, lloverás!
Y te vas en busca del brillante sol…
¡no vayas, te disiparás!
¡No te seques de mis pétalos!
tu hogar seré siempre…
COLECCIÓN “LETRAS ESCULPIDAS”
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Smirna OrtÍz