El documento argumenta que si viviéramos en paz y con igualdad, habría menos conflictos, violencia y sufrimiento. Promueve el respeto de los derechos humanos de todos y la no discriminación por raza, religión u otras características. También sugiere que debemos reconocer nuestros errores, educar a los niños para que crezcan en un mundo mejor, y preguntarnos por qué algunos grupos no gozan de los mismos derechos.