1. Cruz Vargas Nancy Karen
México III
El final del sueño de José Agustín
Después de terminar el sexenio de López Mateos, el elegido para seguir el
desarrollo estabilizador sería Gustavo Díaz Ordaz, el peor de todos los
presidentes, la razón: utilizar la fuerza pública para someter por medio de la
violencia a quienes estaban en desacuerdo con su régimen, mediante macanazos,
como diría el autor. Se presumía a nivel mundial sobre la existencia de un sistema
mixto, es decir una combinación entre capitalismo y socialismo, una verdadera
calumnia considerando que casi todo el capital que se movía en México era
extranjero, con protección del Estado, quedándose en una minoría y no dejando
nada para el pobre que vivía en la zona rural.
Como ejemplo en los sexenios pasados, en donde el poder estaba concentrado en
una sola persona y todas las decisiones eran tomadas por el presidente, este
periodo no pudo ser la excepción. Se seguía aplicando la política del dedazo en
elecciones y se evitaba a toda costa el cambio, como por ejemplo cuando Carlos
A. Madrazo proponía una reforma interna en el PRI para lograr una democracia
más limpia y aunque logró impedir la aprobación de la reelección de puestos
políticos, fue callado con una muerte “accidental”. También la represión de
enemigos políticos, en especial del PAN que empieza ganar terreno político en los
municipios.
Días Ordaz puede ser recordado por más cosas malas que buenas, aunque cabe
reconocer que el país en su sexenio creció 7% anual, se llenó de sangre y no

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México III
únicamente de estudiantes en el 68, sino también médicos, maestros y obreros.
También por la absurda firma del tratado de Tlatelolco con países que ni siquiera
podían solventar una guerra atómica.
Pero, no vale la pena recordar elementos que siempre se nos mencionan y nada
más nos causan dolores, bueno eso desea el autor y la lectura nos habla de otros
ámbitos diferentes al político, como el gran auge en la publicación de obras
exitosas por grandes escritores como Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco,
Octavio Paz, Gabriel García Márquez, entre otros, que hasta nuestros días siguen
vigentes, la adopción de la ideología jipi, el interés de Gordon Wasson por estudiar
los hongos alucinógenos oaxaqueños muy difundidos y disfrutados por los jipies
americanos que venían a nuestro país para descansar de la civilización de su
tierra, la adopción de la minifalda y todo esto fue visto como algo escandaloso.
Es la transición hacia un nuevo rumbo, por la gran diferencia que había entre los
padres e hijos, es una época en donde los jóvenes querían cambiar y adaptar su
mundo con ideas muy inalcanzables.