La historia trata sobre una ardilla llamada Pepita que un día de otoño se subió a un nogal para comer nueces. Al probar la primera nuez sin quitarle la cáscara, pensó que sabía mal y la tiró. Su amigo el búho Perico le aconsejó quitarle la cáscara, y así pudieron disfrutar juntos de un banquete de nueces. Desde entonces, las ardillas pasan el otoño recolectando nueces para comerlas con sus amigos durante el invierno.