La materia viva se organiza en niveles de complejidad creciente, desde los átomos que forman las moléculas, las moléculas que forman los orgánulos celulares, los orgánulos que forman las células, las células que forman los tejidos, los tejidos que forman los órganos y los órganos que forman los sistemas y el organismo. Cada nivel se especializa en funciones y trabaja de forma coordinada para mantener la vida del organismo.