1. EL DRAGÓN JORGE LUIS Y SUS AMIGOS.
Érase una vez, dos hermanos que se
llamaban Pablo y Cristina.
Vivían en el pueblo de las
maravillas, donde el césped era de
color violeta, las ovejas de color
rojo, los árboles azules y el cielo
multicolor.
Un día jugando en el jardín de su
casa al balón, se despistaron y
llegaron al bosque llamado Lobo,
donde vivía un lobo muy malo.
Asustados se fueron corriendo, pero
por el camino encontraron un huevo
plateado que se llevaron a casa.
Una vez a salvo, Pablo y Cristina
observaron el huevo y vieron que
poco a poco se estaba abriendo.
Para sorpresa de los hermanos,
dentro del huevo había un pequeño
dragón de color amarillo, con las
alas de color azul.
Los hermanos jugaban con él, y le
daban de comer arroz y de postre
plátanos. De nombre le pusieron
Jorge Luis.
2. Un día Jorge Luis se dio cuenta que
no tenía papás, y se puso muy
triste. Entonces los hermanos se
pusieron manos a la obra y
decidieron ayudar a Jorge Luis.
Sus papás eran dos dragones, que
luchando contra el lobo se les cayó
el huevo en el bosque.
Buscaron en cuevas, guaridas,
aeropuertos, cerca del volcán… Y es
allí donde entre la lava
encontraron una pequeña cueva,
donde estaban los papás de Jorge
Luís.
Los papás al principio pensaron que
los hermanos Pablo y Cristina eran
los que robaron el huevo, pero
enseguida Jorge Luis les contó que
no fue así y se pusieron muy
contentos.
Esta es la historia entre 2
hermanos y un huevo misterioso.
Colorín colorado, este cuento se ha
acabado. GSA
El huevo mágico
3. Érase una vez una vez un niño
llamado Sami, y su prima
Carlota. Vivían en una casita
encima de un árbol de madera en
el bosque encantado.
Carlota y Sami pasaban las horas
jugando al fútbol. Una tarde
jugando, llegaron hasta la parte
más oscura y peligrosa del
bosque.
En un nido encontraron un huevo
azul, que se llevaron a casa. Al
ver que el huevo no hacía nada,
lo dejaron y se fueron a jugar,
pero de repente el huevo se
abrió y dentro, un pequeño
caballo blanco con alas salió.
Los primos volvieron y se
encontraron al pequeño
unicornio, y le pusieron de
nombre Olaf.
Sami y Carlota lo cuidaron con
mucho cariño, le daban de comer
hierba fresca y de postre
manzanas.
4. Un día Olaf se puso triste,
porque echaba de menos a sus
auténticos papás. Entonces los
primos decidieron volver al
bosque, y allí junto a un árbol,
se encontraron a los papas de
Olaf.
El día que se llevaron el
huevo, los papás se fueron a
pasear y lo escondieron de tal
manera que se les olvidó donde
estaba. Y es entonces cuando
Sami y Carlota lo encontraron.
Los papás se pusieron muy
contentos de encontrar a Olaf,
porque pensaron que nunca mas lo
volverían a ver.
Y es así como todos fueron
felices y comieron perdices.
GSB
TEO Y MARTINA EN LOS MUNDOS DE
FANTASÍA.
5. Érase una vez en un mundo de hadas,
dos amigos llamados Teo y Martina.
En este mundo habían setas,
princesas y muchas flores de
colores.
Un día los amigos fueron al bosque
a recoger flores y manzanas, y
cavando en la tierra encontraron un
huevo de Oro.
Extrañados lo cogieron y se lo
llevaron a casa, donde intentaron
abrirlo de muchas maneras, con un
martillo, con agua…etc. Al final
decidieron llamar a las hadas, y
con su magia pudieron abrir el
huevo de Oro. Dentro había un
pequeño dragón verde, con alas de
colores y que brillaba en la
oscuridad.
Le pusieron de nombre Dragoncín.
Los niños estaban encantados porque
Dragoncín ponía huevos de
chocolate, pero había un pequeño
problema, cuando estornudaba salía
fuego de su boca. Una vez quemó las
alas de una pequeña hada.
6. Entonces las hadas con su magia,
hicieron que cada vez que
estornudara el pequeño dragón,
saliera por la boca natillas de
chocolate.
Dragoncín y los niños estaban tan
contentos que decidieron abrir una
tienda de bombones y caramelos para
que todas las hadas pudieran comer
el chocolate de Dragoncín.
GSC