1. EL MUNDO 9 MAYO 2015 - 10:26 PM
La peor sequía del milenio en Estados Unidos
California se evapora
La situación es crítica: el 98% del estado sufre una crisis por la falta del líquido. Según
la Nasa, se necesitan cerca de 11 trillones de galones de agua para reparar el daño.
Por: Álvaro Corzo / Los Ángeles
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La industria ganadera gasta buena parte del agua en California. Sin embargo, no hay restricciones para el
uso del líquido en este sector. / Reuters
A tan sólo dos horas al norte de la ciudad de Los Ángeles late un pueblo fantasma, un
lugar que literalmente se evapora minuto a minuto gracias a la sequía más grande de los
últimos 1.200 años en el estado de California. En el este de la ciudad de Porterville no
corre el agua potable desde abril del año pasado. Ya van 12 meses desde que se secaron
los pozos que surtían de agua a la pequeña ciudad de cerca de siete mil habitantes, la
mayoría campesinos de origen latino.
2. Aquí se cambió la loza por platos de plástico, las duchas por los pañitos húmedos y los
baños por los pozos sépticos. Cocinar, lavarse las manos o la ropa es imposible si no se
tiene agua embotellada. El estado es crítico, al igual que muchas otras ciudades de
California, la octava economía más grande del planeta, pero la misma que padece una
grave escasez de agua.
“Estamos parados sobre tierra seca, cuando deberíamos estar sobre metros de nieve.
Estamos en una sequía histórica que requiere acciones sin precedentes”, dijo hace unos
días el gobernador de California, Jerry Brown. “Por eso he expedido medidas
sustanciales para lograr el ahorro del agua que necesitamos”, añadió.
Según la Nasa, se necesitan cerca de 11 trillones de galones de agua para reparar el
daño que ha sufrido California en la sequía que empezó en 2012, lo que equivaldría al
doble de la capacidad de la represa más grande de todo Estados Unidos. Según el
centro de experimentos climatológicos de la Nasa (Grace) el estado de California sólo
cuenta con reservas de agua para un año en su sistema de reservorios.
La meta es lograr un ahorro del 25% del consumo total del agua en todo el estado. Se
pidió dejar de rociar los jardines, lavar los carros, restringir las duchas, el uso de
inodoros y otras medidas acompañadas con multas de hasta US$10 mil, algo sin
precedentes en Estados Unidos. “Ya es el 98% del estado el que sufre una crisis por la
falta del líquido, comunidades enteras sin agua potable nos han obligado al
racionamiento. “No hay solución a la vista”, dijo el gobernador demócrata, luego de que
la asamblea estatal aprobara esta semana el paquete de medidas y sanciones.
Bajo las nuevas restricciones las ciudades de toda California tienen que lograr un ahorro
del 36%, comparado con el año 2013. La industria del entretenimiento, hotelería y
Hollywood tendrán que hacer lo propio. Sin embargo, para Adam Scow, director de
Food & Water Watch California: “A pesar de la situación tan crítica por esta sequía el
gobernador sigue permitiendo a las grandes corporaciones que cultivan ganado que
sigan acabando con los pocos recursos hídricos que le quedan al estado”.
Mientras el consumo de agua por parte de residencias y negocios sólo llega al 20% del
total, son la agricultura y la ganadería las que consumen el 80% del total del agua que
se gasta en California. Hasta el día de hoy, y luego de tres años de iniciada esta crisis,
no se ha hecho nada para obligar a los que más usan agua a que cierren los grifos
también, explica Scow.
Para producir una hamburguesa de carne de res se requieren cerca de 660 galones de
agua. Esa es la cantidad que en promedio se necesita para cultivar los granos de engorde
como el maíz, la cebada y, principalmente, la alfalfa, la cual usa el 15% de toda el agua
que usa California al mes. Haciendo cuentas, para producir una libra de carne se
necesitan entre 2.500 y 5.000 galones de agua. Un almuerzo familiar con 3 libras de
carne de res equivale a toda el agua que una persona gasta al año en ducharse, cerca de
15.000 galones.
De acuerdo con la última investigación del Pacific Insitute, dedicado al estudio del
medio ambiente con sede en Oakland, los californianos usan más de 1.500 galones de
agua al día. La mitad de esta, asociada con la carne y los productos lácteos que
consumen. Son cerca de 900 galones de agua los que se necesitan para producir cada
libra de queso, más mil galones de agua por cada galón de leche. A pesar de que esta
sequía histórica es consecuencia del cambio climático y la prolongada falta de lluvias,
3. según científicos, es la agricultura el mayor motor de esta crisis. Por si fuera poco,
California produce cerca de la mitad de todas las frutas, nueces y vegetales que se
consumen en Estados Unidos y más del 90% de las fresas, tomates, brócolis y
almendras. El problema es que, al igual que la producción de carne, cerdo y pollo, el
epicentro de esta producción es el Valle Central de California, una especie de desierto,
pero con una tierra extremadamente fértil, la cual necesita cantidades abundantes de
agua.
“Lo que está ocurriendo en California debe prender las alarmas en muchos lugares del
mundo, donde los intereses de una industria en particular logran que los políticos
cierren los ojos ante el derroche excesivo de recursos naturales”, explica Dave Murphy,
director de Food Democry Now, organización defensora de la seguridad alimentaria en
Estados Unidos.
Por años la corrupción política y el lobby corporativo mantuvieron a California como
uno de los pocos estados donde no había límites para el uso de agua subterránea por
parte de los propietarios de terrenos agrícolas. Esta batalla, en busca de agua, favoreció
durante décadas a las grandes corporaciones sobre los pequeños granjeros
permitiéndoles usar desmedidamente los recursos hídricos del estado, convirtiendo
irónicamente a California en una superpotencia agrícola a pesar de tener un futuro
hídrico en cuidados intensivos.
Tan sólo fue hasta el año pasado, y en medio del fervor popular por la sequía, que
el gobernador firmó una ley para regular la extracción de agua subterránea. Sin
embargo, los intereses de la industria agrícola se volvieron a sentir logrando estipular
que la ley sólo entre en vigencia hasta 2040.
“Esto es una cachetada a la gente de California”, dice Danny Peters, activista y
vendedor minorista de legumbres de un mercado de abastos en el centro de Los
Ángeles. “Mientras miles de personas en todo el estado no tienen literalmente agua con
qué comer o bañarse, los grandes cultivadores agrícolas siguen llevándose toda el agua
enfrente de nuestras narices”.
Otro sector que está en medio del huracán es la industria petrolera, que usa cerca de
1.000 billones de galones de agua al año en todo Estados Unidos en fracking, 35% de
estos recursos tan sólo en California. La fracturación hidráulica o fracking es el sistema
para extraer gas y petróleo que consiste en inyectar un exorbitante volumen de agua a
presiones extremadamente altas, que mezcladas con arena y otros químicos destruyen y
disuelven la roca cientos de metros bajo tierra, permitiendo así la salida del gas natural y
petróleo.
Entre tanto, muchos en California siguen llamando por medidas desesperadas como la
construcción de más plantas desalinizadoras de agua, como las que usan en Arabia
Saudita, Australia o Israel, o las que se planean construir en San Francisco y San Diego,
para convertir agua salada en agua potable. Sin embargo, el proceso además de
ser costoso, cerca de US$3 por galón de agua, tiene un altísimo costo ambiental. Pues
además de que el residuo salino mata flora y fauna marina una vez se devuelve al
océano, se requiere una inmensa cantidad de energía para el proceso, liberando a la
atmósfera millones de metros cúbicos de CO2 contribuyendo al calentamiento global,
razón principal de la sequía.
4. Otros más pragmáticos exigen una reestructuración de la tarifas de los precios del agua
en todo el estado, la cual obligaría al racionamiento por parte de los grandes productores
agrícolas. Según estudios, un recorte del 20% del agua por parte de este sector daría un
respiro a la crisis en todo el estado. El problema, concuerdan los analistas, es que los
grandes productores agrícolas harán hasta lo imposible para que esto no ocurra”,
concluye Murphy. “La situación es realmente alarmante”.
SIEMBRE PASTOS DE CORTE.