El documento describe los pasos para ser salvo: 1) Reconocer la necesidad de salvación debido al pecado, 2) Arrepentirse sinceramente de los pecados, 3) Creer en Jesús y aceptar su justicia en lugar de la propia, siguiéndolo como discípulo permaneciendo en su Palabra. La salvación es un regalo de Dios mediante la fe en Jesús, no algo que se pueda ganar por obras propias.
2. “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es
necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:14-15)
La salvación que Jesús ganó en la cruz está al
alcance de cada uno de nosotros, pero bajo
ciertas condiciones.
¿Qué pasos debo seguir para ser salvo?
1. Reconocer mi necesidad.
2. Arrepentirme.
3. Creer en Jesús.
4. Aceptar la justicia de Jesús.
5. Seguir a Jesús.
3. “Y cuando él [el Consolador] venga, convencerá al mundo
de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8)
Cuando fue acusado de intimar con los pecadores, Jesús respondió: “Los que están
sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a
justos, sino a pecadores al arrepentimiento” (Lucas 5:31-32)
Al igual que buscamos al médico cuando nos sentimos enfermos, solamente cuando
nos sintamos pecadores podremos ver nuestra necesidad de la salvación.
El Espíritu Santo llama a nuestra
conciencia a fin de producir en nosotros
una percepción ineludible de nuestros
pecados y un profundo sentido de
culpabilidad, que nos inducirá a anhelar
un Salvador.
Si no lo obedecemos, nos endureceremos
contra el Espíritu Santo y, poco a poco,
dejaremos de oír su voz.
4. “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en
el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis
el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38)
El arrepentimiento incluye tres aspectos fundamentales:El arrepentimiento incluye tres aspectos fundamentales:
1.1. Reconocer que hemos pecado.Reconocer que hemos pecado.
2.2. Sentir tristeza por haberlo hecho.Sentir tristeza por haberlo hecho.
3.3. Desear sinceramente no pecar más.Desear sinceramente no pecar más.
““No nos arrepentimos para que Dios nos ame,No nos arrepentimos para que Dios nos ame,
sino que él nos revela su amor para que nossino que él nos revela su amor para que nos
arrepintamos”arrepintamos”
Mi tendencia natural es a justificar mi pecado, noMi tendencia natural es a justificar mi pecado, no
a arrepentirme de él. En realidad, ela arrepentirme de él. En realidad, el
arrepentimiento es un don de Dios (Romanos 2:4).arrepentimiento es un don de Dios (Romanos 2:4).
E.G.W. (Palabras de vida del gran Maestro, pg. 148)E.G.W. (Palabras de vida del gran Maestro, pg. 148)
El reconocimiento de mis pecados no es
suficiente para mi salvación, a menos que esté
acompañado por el arrepentimiento.
Jesús dijo claramente: “si no os arrepentís,
todos pereceréis igualmente” (Lucas 13:3)
5. “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”
(Hechos 16:31)
El reconocimiento del pecado y elEl reconocimiento del pecado y el
arrepentimiento, aunque indispensables, noarrepentimiento, aunque indispensables, no
salvan a nadie.salvan a nadie.
Debemos ejercer fe, creer plenamente enDebemos ejercer fe, creer plenamente en
Jesús y en el sacrificio que hizo por nosotros.Jesús y en el sacrificio que hizo por nosotros.
El poder salvífico de la fe no proviene de laEl poder salvífico de la fe no proviene de la
persona que cree, sino del Dios en quien cree.persona que cree, sino del Dios en quien cree.
Y esto también es don de Dios (Efesios 2:8)Y esto también es don de Dios (Efesios 2:8)
6. “Una fe nominal en Cristo, que le acepta
simplemente como Salvador del mundo, no puede
traer sanidad al alma. La fe salvadora no es un mero
asentimiento intelectual a la verdad. El que
aguarda hasta tener un conocimiento completo
antes de querer ejercer fe, no puede recibir
bendición de Dios. No es suficiente creer acerca de
Cristo; debemos creer en él. La única fe que nos
beneficiará es la que le acepta a él como Salvador
personal; que nos pone en posesión de sus méritos.
Muchos estiman que la fe es una opinión. La fe
salvadora es una transacción por la cual los que
reciben a Cristo se unen con Dios mediante un
pacto. La fe genuina es vida. Una fe viva significa un
aumento de vigor, una confianza implícita por la
cual el alma llega a ser una potencia vencedora”
E.G.W. (El Deseado de todas las gentes, cp. 36, pg. 312)
7. “Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no
estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin
estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que
servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera;
allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 22:11-13)
No es posible entrar en el Reino de los
Cielos sin el vestido apropiado. ¿En qué
consiste ese vestido?
Isaías nos dice que Dios “me vistió con
vestiduras de salvación, me rodeó de
manto de justicia” (Isaías 61:10)
Nosotros estamos desnudos
espiritualmente. Vestirse de salvación
significa aceptar la justicia de Jesús en
lugar de nuestra propia justicia.
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo
hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él” (2ª de Corintios 5:21)
8. “Dijo entonces Jesús a los judíos que
habían creído en él: Si vosotros
permaneciereis en mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos” (Juan 8:31)
1. Permanecer en su Palabra.
Vivir de acuerdo a la “sana
doctrina” que encontramos en
la Biblia (Tito 2:1)
2. Ser sus discípulos.
Seguir el ejemplo de Jesús,
amarlo más que a nada en este
mundo, y hablar de Él a los
demás (1ª de Juan 2:6;
Mateo 10:37; Mateo 28:19-20)
1. Permanecer en su Palabra.
Vivir de acuerdo a la “sana
doctrina” que encontramos en
la Biblia (Tito 2:1)
2. Ser sus discípulos.
Seguir el ejemplo de Jesús,
amarlo más que a nada en este
mundo, y hablar de Él a los
demás (1ª de Juan 2:6;
Mateo 10:37; Mateo 28:19-20)
9. No podemos hacer
absolutamente nada para
ganar, pagar o merecer nuestra
salvación. Todo lo pone Dios.
“porque Dios es el que en vosotros
produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad” (Filipenses 2:13)
“porque Dios es el que en vosotros
produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad” (Filipenses 2:13)
10. No podemos hacer
absolutamente nada para
ganar, pagar o merecer nuestra
salvación. Todo lo pone Dios.
“porque Dios es el que en vosotros
produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad” (Filipenses 2:13)
“porque Dios es el que en vosotros
produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad” (Filipenses 2:13)