Este ensayo define la juventud como un estado mental más que una etapa de la vida, caracterizado por la voluntad, la imaginación, las emociones frescas y la vitalidad. Argumenta que la juventud se mantiene mediante la pasión por los ideales y la apertura al entusiasmo, la esperanza y la fuerza, en lugar de envejecer por el número de años. Finalmente, sostiene que mientras se mantenga una actitud optimista y receptiva, existe la posibilidad de morir joven incluso a una edad avanzada.
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
Juventud
1. JUVENTUD
La juventud no es una época de la vida; es un estado mental.
No consiste en tener mejillas sonrosadas, labios rojos y piernas ágiles.
Es cuestión de voluntad; implica una cualidad de la imaginación;
un vigor de las emociones;
es la frescura de las profundas fuentes de la vida.
Juventud es el predominio temperamental del arrojo
sobre la pusilanimidad de los apetitos;
del ímpetu aventurero sobre el apego a la comodidad.
Esta actitud a menudo se encuentra más
en un hombre de 60 años que en un muchacho de 20.
Nadie envejece meramente por el número de años que ha cumplido.
Envejecemos cuando desertamos de nuestros ideales.
Los años pueden arrugar la piel;
pero cuando se renuncia al entusiasmo le salen arrugas al alma.
Las preocupaciones, el temor, la falta de confianza en uno mismo,
encogen el corazón y aniquilan el espíritu.
Lo mismo a los 60 años que a los 16,
en todo corazón humano palpitan el ansia por lo maravilloso,
el constante apetito –como de niño– por lo que ha de venir
y la alegría inherente al juego de la vida.
En el centro del corazón –del tuyo y del mío– existe una estación de radio.
Mientras reciba mensajes de belleza, esperanza, alegría, valor y fuerza,
tanto de los hombres como del Infinito,
seguirás siendo joven.
Cuando se abatan tus antenas,
cuando las nieves del cinismo y el hielo del pesimismo cubran tu espíritu,
entonces sí habrás envejecido, aunque sólo tengas 20 años.
Pero mientras tus antenas sigan en alto,
dispuestas a captar las ondas del optimismo,
hay esperanzas de que mueras joven,
aún cuando seas un octogenario.
Por Samuel Ullman
Por increíble que parezca, este ensayo, escrito antes de 1921, ha servido de apoyo a gran parte de la
productividad japonesa y constituye la guía filosófica de numerosos hombres de negocios. Muchos llevan en la
billetera una copia desgastada de ella. Incluso Konosuke Matsushita, fundador de la Compañía Panasonic,
confesó que desde los 60’s “Juventud” ha sido su lema. El general Douglas McArthur lo citaba a menudo y se
dice que durante la campaña del Pacífico conservaba en su escritorio una copia enmarcada del mismo. Se cree
que los japoneses tomaron dicho texto del cuartel general de McArthur, en Tokio.
Samuel Ullman nació en Alemania en 1840; aún era un niño cuando llegó a Estados Unidos. Fue
comerciante en ferretería y tenía vocación de servir a la comunidad. Comenzó a escribir a los 70 años.