El documento describe las diferencias entre las Iglesias Ortodoxas y la Iglesia Católica. Las Iglesias Ortodoxas no aceptan la supremacía del Papa, sino que ven a todos los obispos como iguales. También rechazan algunos concilios ecuménicos aceptados por la Iglesia Católica. Existen diferencias en la doctrina, la liturgia y las prácticas sacramentales como la consagración eucarística y el celibato clerical.