1. Una mirada atrás, 11
La noticia de Diario JAEN del 8 de mayo de 1992 que
reproducimos hoy, nos sitúa, exactamente, veintidós años
atrás. Las reivindicaciones a favor del acondicionamiento de
la carretera comarcal C-323, no habían hecho más que
empezar, y las presiones que desde el Consistorio poceño
se venían haciendo a la Administración autonómica tenían
todo el cariz de no ceder. Se trataba de unas peticiones que
se habían convertido en amenazas de pasar a Pozo Alcón a
la provincia de Granada, previa consulta popular, si no se
llevaban a cabo las obras. El conflicto ya había tomado
forma y lo habían asumido como propio los demás pueblos
de la comarca, sumándose a Pozo Alcón: Santo Tomé,
Chilluévar, La Iruela, Cazorla, Peal de Becerro, Quesada e
Hinojares; a los que también se unieron: Torreperogil,
Villacarrillo y Larva. Doce pueblos que suponían un enorme
peso político y social en la provincia de Jaén y en la
Comunidad Andaluza, regidas, como es sabido, por el
Partido Socialista.
Gracias a su habilidad, el alcalde Manuel Moreno se había
erigido como guía y conductor de la situación, que lideraba
por entonces el Grupo Independiente que gobernada el
municipio, gracias a un pacto de legislatura con el PP. Las
peticiones un tanto exigentes de Manuel Moreno, no
ayudaron a un entendimiento fluido con las instituciones
supramunicipales, de distinto color político, por lo que las
discrepancias se hicieron evidentes desde el principio.
Como puede comprobarse en la retrospectiva periodística
que hoy se publica, en los doce pueblos que estaban
involucrados en el proyecto de la citada carretera, que unía
Villacarrillo y Huércal Overa, se repartieron octavillas para
concienciar a la población sobre la necesidad de llevar a
cabo las obras. Así mismo se criticaba la actitud de los
concejales socialistas por su falta de solidaridad al no
2. apoyar los acuerdos tomados por estos ayuntamientos para
llevar a cabo las obras.
Manuel Almagro Chinchilla