La narradora nota señales poco claras de que algo anda mal, como un cielo más oscuro y un silencio aterrador. Al observar a las personas, se da cuenta de que actúan de forma extraña y salvaje, comiéndose unos a otros, por lo que comprende que son zombies. Intenta correr pero ya es demasiado tarde, se encuentra rodeada por cientos de zombies y ese es su fin.