El documento argumenta que la humanidad se encuentra en un momento crítico para elegir su futuro respecto al medio ambiente y que la educación ambiental es responsabilidad de todos los ciudadanos. Además, señala que los problemas actuales como el cambio climático requieren soluciones integrales basadas en principios éticos comunes y que, dado el creciente riesgo medioambiental, es imperativo asumir la responsabilidad hacia los demás, la naturaleza y las generaciones futuras.