Este proyecto surgió para fomentar el gusto por visitar museos, no solo como fuente de información sino también de recreo. Después de varias semanas de comentar en clase temas relacionados con el museo, nos dimos cita muy temprano para visitarlo. Los niños tenían que responder pistas (previamente preparadas por mi) acompañados de su familia. Los padres podían ayudar, alentar, orientar y motivar a sus niños, pero no podían darles las respuestas en ningún momento. El primer estudiante en entregar las respuestas correctas se gana el diploma del Rally de Museos. Es una experiencia maravillosa y tanto padres de familia como estudiantes siempre salen muy satisfechos y me piden continuamente repetir la actividad.