La exposición prematura de los niños al mundo adulto, a través de la televisión, altera su construcción de valores al no tener la capacidad de juzgar críticamente lo que observa. Es fundamental concientizar y asesorar a los padres para que puedan ayudar a sus hijos a valorar y utilizar la televisión como un medio educativo. Solamente con un adecuado control de lo que los niños ven en la televisión podría convertirse en una herramienta educativa en vez de perjudicar el sano crecimiento psicológico del niño.