1. 438
Adame Arellano, Miguel Ángel
Reporte de lectura de teatro de Sabina Berman.
Sabina Berman es una escritora, dramaturga, narradora, ensayista, directora de teatro y directora
de cine mexicana de origen judío. Es reconocida como la dramaturga "más prolífica, original y
atrevida de su generación en el idioma español". Su obra aborda principalmente el tema de la
diversidad (humana y animal) y su obstáculo: la tendencia a la dominación, con sus derivados (el
autoritarismo, la violencia, la discriminación). En su estilo se destacan algunas constantes: el
humor y la ironía; la desconfianza ante todo discurso oficial; la subversión; la necesidad de
rebasar límites tanto sexuales como teatrales y del uso en sí del idioma humano. Ha sido ganadora
cuatro veces del Premio Nacional de Dramaturgia en México y el Premio Juan Ruiz de Alarcón,
así como ha ganado en dos ocasiones el Premio Nacional de Periodismo (1999 y 2007) . Sus
obras de teatro se montan en el continente americano y su novela La mujer que buceó en el
corazón del mundo (Moi en francés y Me en inglés) ha sido traducida a 11 idiomas y publicada en
33 países. Sabina Berman Goldberg nació el 21 de agosto de 1955 en la ciudad de México, donde
reside. Proveniente de una familia judío polaca, tercera de cuatro hermanos e hija de Enrique
Berman, quien emigró durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río y se estableció en México,
convirtiéndose en un importante industrial, y la psicoanalista Raquel Goldberg.
Estudió psicología y letras mexicanas en la Universidad Iberoamericana. Se formó como persona
de teatro en los escenarios.
2. En 1995 fue codirectora de la película Entre Pancho Villa y una mujer desnuda, con Isabelle
Tardan. También escribió y coprodujo la película de Backyard, la cual representó a México en los
Oscares del 2010.
Entre otros éxitos se encuentra sus obras de teatro Entre Pancho Villa y una mujer desnuda,
Molière, Feliz nuevo siglo Doktor Freud, eXtras. Mismas que han sido remontadas en Costa
Rica, Perú, Brasil, Canadá y Estados Unidos.
Recientemente, escribió la película The History of Love para Alfonso Cuarón y la película Light
para Alejandro González Iñarritu.
Su más reciente novela La mujer que buceó dentro del corazón del mundo, (Me en inglés y Moi
en francés) se ha publicado en 11 idiomas y más de 33 países, incluyendo España, Francia,
Estados Unidos, Inglaterra e Israel. Aborda el tema de la relación de las especies, en particular la
relación entre los humanos y las especies que no usan un lenguaje verbal.
Actualmente es conductora del programa de televisión Sha la lá que se transmite por Televisión
Azteca, en el Canal 13. El gran público conoció a Sabina Berman por Entre villa y una mujer
desnuda (1993), obra que simboliza cabalmente al teatro mexicano de los Noventa: tiene el
desenfado de Sexo, pudor y lágrimas, el jugueteo historicista de Bajo tierra, el espíritu crítico de
Los Ejecutivos y la reivindicación de género de Plagio de palabras. Independientemente de lo
3. anterior, esta obra fue la encargada de poner la puntilla a una costumbre endogámica en la que el
mal llamado teatro de arte se había refugiado durante décadas de proteccionismo estatal. Si algo
tiene Entre Villa… es que no está hecha para la gente de teatro y ni siquiera para el público de
teatro; es una obra que dialoga con la polis en su acepción más amplia.
¿Qué cualidad tiene el teatro de Sabina Berman para convertirse en tema de discusiones
sociales? Tal vez el argumento nos lo ofrezca ella misma en su ponencia Ser y no ser es la
respuesta(1), donde habla de su experiencia con esta obra. Según cuenta, mientras en aquella
época la temporada de Entre Villa… triunfaba por su burla descarnada al símbolo del machismo
nacional, ella viajó a un congreso en el que un investigador norteamericano habló de la obra
desde la perspectiva del co-protagonista masculino, una interpretación que a la autora le pareció
literalmente fumada, pero que con el paso de los días tuvo que asumir como “posible”. Al
regresar a México y asistir a una de sus funciones decidió interrogar a uno de los veladores del
teatro, quien no faltaba a ninguna representación en su horario de servicio. Sabina le invitó una
cerveza, pidiéndole que le contara la obra. “Pues usted la escribió, ¿qué le voy a contar?”, dijo el
velador, atemorizado, pero ante la insistencia respondió que se trataba de un héroe que miraba
“cómo el mundo se había echado a perder”. Desde la óptica del velador, “Villa miraba cómo su
émulo Adrián no daba el ancho para ser macho y se quedaba en machín hablador y confundido; y
Gina era lo típico: una hembra insatisfecha con los machines y quejosa hasta decir basta”. Lo que
demuestra esta lectura es que la obra también puede verse como la tragicomedia del macho. O
4. planteado a la manera de Sabina Berman, demuestra que “la realidad es esférica y puede mirarse
de distintos ángulos”. Por esa razón la propia Sabina concluye que su ideal de escritura es lograr
“un círculo que pueda alejarse rodando… Escribo y reescribo. Y reescribo. Y reescribo.
Buscando esa obra ligera y redonda. Que se vaya rodando hacia los otros”.
Más allá de discursos, yo veo en las obras de Sabina Berman tres ingredientes que las acercan
a los más diversos públicos: historias inteligentes, pero no intelectuales; estructuras complejas,
pero siempre lógicas; y personajes consistentes, pero vivos e impredecibles a la vez. Esto se
aprecia desde su primera etapa como dramaturga, que comienza con Yankee (1979) y concluye
con Muerte súbita (1988). Como bien identifica George Woodyard(2), entre ambas obras hay una
correlación argumental centrada en la figura del escritor que reescribe con enfermiza obsesión
(No es ningún secreto que la propia Sabina reescribe aún después de estrenadas sus obras,
algunas de las cuales cambian hasta de nombre, lo que constituye un dolor de cabeza para el
registro documental). Pues bien, ese afán por reescribir nos hace vislumbrar un periodo de
formación sobre la escena misma, una especie de ensayo continuo que le permitirá encontrar el
lenguaje y el interlocutor deseado. Durante una década el teatro de Sabina Berman se fue
decantando hasta ubicar un universo conceptual y una técnica de comunicación precisa, pero
sobre todo, hasta construir una base de público. De ese periodo son también las obras El suplicio
del placer, Herejía y La maravillosa historia del Chiquito Pingüica, entre otras.
5. La del Noventa es, para el teatro mexicano, la década de Sabina Berman. Como apunto en mi
Cronología del siglo XX(3): “en un contexto de reformulación de las políticas culturales del
Estado, nadie como Sabina Berman logró conciliar el rigor artístico con la producción de
espectáculos de gran éxito económico. Obras como Moliére, Feliz nuevo siglo doctor Freud y la
ya citada Entre Villa y una mujer desnuda marcaron la pauta de un teatro finisecular que, ante el
adelgazamiento de los apoyos gubernamentales, intentó reestablecer los vínculos entre el teatro y
su público”.
En menos de una década Sabina logró lo que apenas un puñado de artistas teatrales ha
conseguido en México: convertirse en líder de opinión. Si a través de sus obras estaba ayudando a
delinear la agenda nacional del fin de siglo (con Krisis, las historias ocultas del poder; con
Moliere, la relación del arte con la política, y con Feliz nuevo siglo…, el discurso de género y la
dominación sexual), muy pronto ella misma comenzó a ser requerida como voz activa de la
sociedad civil. El éxito teatral viene acompañado, entonces, de un activismo mediático que le
hará trascender la escena teatral para instalarse definitivamente en la escena política y cultural. En
esa cresta de la ola realizó la versión fílmica de Entre Villa (en la que –llama la atención–,
reprodujo por momentos el mismo trazo escénico del montaje teatral), así como diversos
proyectos televisivos, particularmente aquel titulado Mujeres y poder, en donde hace reflexionar
a algunas de las mujeres más destacadas del México contemporáneo. También la faceta de
productora y directora de escena alcanza entonces su punto culminante con el estreno de Extras,
6. versión a Stones in his Pockets de Marie Jones que pisará numerosos escenarios del país a
principios del nuevo siglo.
La obra Yankee de Sabina Berman fue la que más me agradó de todas las obras que vienen en
este libro; „‟teatro de Sabina Berman‟‟. Me agradó esta obra por el humor que trae consigo, es
muy fácil de entender y digerir, es muy fácil de comprender lo que quieren comunicar los
personajes por las palabras tan cotidianas que trae el guión de esta obra. En algunas escenas de
esta obra al momento de los diálogos me identifico con la forma de hablar de los personajes por
la forma de hablar y comunicarse entre ellos. Porque utilizan palabras de uso cotidiano en la
lengua mexicana.
Cibergrafía.
Bixler, Jacqueline, wikipedia consultado el 27 de mayo de 2012
http://es.wikipedia.org/wiki/Sabina_Berman
S.Berman.(1985).Yankee.Editores mexicanos unidos.México.D.F.