2. En Madrid, su localidad natal, de
la que es patrón, se celebra una
romería en torno a la ermita
erigida en su honor, en la
Pradera de San Isidro junto al río
Manzanares, cada 15 de mayo
4. Muchos madrileños van ese día a la Pradera de San Isidro para pasar el
día comiendo un rico cocido al aire libre, visitar la ermita de San Isidro
y poder beber el agua que mana de la fuente del santo buscando salud
y la purificación. Allí podemos encontrar a muchas personas vestidas al
modo tradicional y que se denominan chulapos o chulapas.
5. Durante ese día suena continuamente el chotis, el baile típico de
Madrid que bailan con igual garbo jóvenes que mayores. La algarabía
de los barquilleros y la música de los organilleros acompaña la fiesta
durante todo el día.
8. Chulapos
Voy a explicar, con vuestro permiso, de
donde procede el término “chulapo”.
“chulapo
Para empezar son muchos los nombres por los que se conocen a
los madrileños. En su origen los llamaban “manolos”, a
consecuencia de un famoso sainete “Manolo” de Ramón de la
Cruz de finales del siglo XVIII.
9. “Manolos” se utiliza como sinónimo de guapo, valiente o chulo,
los rasgos con los que se identificaba a las clases populares
madrileñas, de un modo equivalente al concepto de majo. Para
las mujeres se utilizaban los términos; “manola y maja”, (de ahí
la maja desnuda de Goya).
10. Existió por algún tiempo la rivalidad entre manolos y manolas,
nombres asignados a los habitantes del barrio de Lavapiés
(lo que tendría su origen en la profusión del nombre Manuel,
con el que se dice que se bautizaron muchos judeoconversos,
aunque en otras fuentes se asocia esta costumbre con los
moriscos), y los chulapos y chulapas, nombres asignados a
los del barrio de Malasaña o de Maravillas.
Maravillas
11. Hoy en día se suelen
emplear cualquiera de los
términos indistintamente
(no así el de majo o maja,
que se reserva al traje
goyesco) para referirse a la
gente vestida con el atuendo
"tradicional" madrileño,
fijado por las zarzuelas de
finales del siglo XIX y
principios del siglo XX.
Trajes goyescos
12. Los chulapos eran también conocidos como chisperos, porque
su barrio era donde se concentraba un gran número de herrerías,
y muchos de sus mozos eran herreros. Los herreros eran
denominados chisperos por las chispas con las que entraban
en contacto como consecuencia de su oficio en la fragua.
16. Traje de chulapa
Vestido típico de lunares hasta
los pies o blusa blanca y ajustada
con falda de lunares, pañuelo a
la cabeza con clavel rojo o blanco
y Mantón de Manila.
17.
18.
19.
20. Allí los más castizos y
castizas, con sus trajes de
chulapos o sus vestidos
goyescos, cumplen con sus
"obligaciones": beber de la
fuente de donde brota el
agua milagrosa, solicitar las
correspondientes peticiones al
santo, asistir a la misa.
24. En la pradera se disponen infinidad de puestos en los
que se pueden degustar berenjenas, churros, gallinejas y
entresijos, rosquillas “tontas” o “listas”, barquillos o si lo
prefieres paella, pollo asado o cualquier plato típico.
Otros se llevan la comida ya preparada de casa y así
poder disfrutar en la hierba de una tortilla de patata, unos
filetes empanados o unos pimientos fritos.
25. Las rosquillas típicas de San Isidro son :
- Las tontas van solamente pintadas
con huevo pero no van bañadas, de
ahí su nombre.
- Las listas están bañadas con un
cobertura de azúcar que suele ser
tradicionalmente de color amarillo,
aunque también lo podemos encontrar
en otros colores.
- Las rosquillas de Santa Clara van
recubiertas con un merengue seco y
son de color blanco.
- Las Francesas o del santo que se
adornan con un rebozando de
almendra picada.
37. "Pradera de San Isidro". Goya 1788.
Al fondo se aprecia perfectamente el Palacio Real, San Francisco el Grande...
Estas romerías se remontan a 1575, y fueron recogidas por Goya en
su obra "La pradera de San Isidro" (1788) donde muestra una vista de
Madrid desde la ermita el día de la romería. Desde antes de 1622,
fecha en la que el labrador Isidro ascendió a la categoría de Santo, se
le veneraba acercándose la Pradera junto al río Manzanares.
38. La ermita de San Isidro, Francisco de Goya, 1788
39. Vista de la ermita de san Isidro el día del Santo Patrón.
Dibujo litografiado por Chapuy, realizado en el siglo XIX.
40. Pradera de San Isidro de Paulino de La Linde, en el Museo Municipal, Madrid
Linde
41.
42. Las fiestas van del 14 al 18 de mayo
y comienzan con el pregón.
pregón
43. Rescato aquí el Pregón que en el San Isidro del
2005, Joaquín Sabina pronunció en el balcón de la
Casa de la Villa ya que refleja muy bien lo que es
Madrid y estas fiestas.
Todo un derroche de arte en el pregón que aquí os ofrezco íntegro
44. Madrileños, madrileñas,
señoras y caballeros,
gigantes y cabezudos,
Isidros y forasteros,
ciudadanas, ciudadanos,
gatas, gatos corraleros,
mantoncitos de manila,
chulapos, organilleros,
maripepas, hilariones,
merengues y colchoneros,
(sin olvidar al Getafe
ni al Rayo que va subiendo):
escuchad lo que un farsante,
andaluz y madrileño,
viene a deciros con aire
de cuplé más que de verso.
45. Hoy pregono en esta villa
que fue corte y sigue siendo
a pesar de los pesares
cuna de un rubio heredero.
Aquí nacieron mis hijas,
aquí, en mitad de un concierto,
comprendí que no era un bulo
aquel "de Madrid al cielo".
46. Rumanitas mal casadas,
balseritos caribeños,
candombe subsahariano,
polkita telón de acero,
mulatita ultramarina,
indios, moros, chinos, negros,
quiero decir, bienvenidos
a este Madrid tan moderno,
a este Madrid tan antiguo
con pasaporte europeo.
A la hora de la farra,
de corazón os deseo
que brindéis por san Isidro,
santito de los ateos
que camelando angelitos
se escaqueó del currelo.
47. Desde este balcón os pido
que paséis por un momento
del baranda y el marido,
del desamor y el dinero,
de Ubriques y de Pantojos,
de Rajoy, de Zapatero,
de los buenos y los malos,
del talante y del pateo,
(sin mentar a doña Espe
que conspira entre pañuelos
de seda con Gallardón
por ver quién levanta el vuelo).
48. Compañeritos de brega:
perdonad mi atrevimiento
de exigir buenas maneras
a oposición y gobierno.
Aunque nos den olimpíadas
y robóticos recreos
y parezca Babilonia
el foro siempre fue un pueblo
con glorietas, bulevares,
con tabernas y museos,
con niños en cada calle
y en cada balcón un tiesto
y en cada verbena un schotis
y en cada zaguán un beso.
49. Sin olvidar santa Eugenia
ni el Pozo ni Atocha, el vello
del alma sigue de punta,
cuando estallan en mis sueños
los trenes de cercanías,
las vías del desconsuelo.
Coleguitas de la peña,
andaluces y extremeños,
gallegos, vascos, murcianos,
asturianos y manchegos,
cuando se acabe la fiesta
mejor que nos coja en cueros
jugando con la parienta
al más dulce de los juegos.
50. Bebed, bailad, disfrutad,
aplaudid a los toreros,
marcaos en las vistillas
el chispún de los abuelos,
subid a los coches locos
atropellando el invierno,
que corra el vino y la risa,
la amistad y el cachondeo,
enrollaos y pasaos,
por unos días al menos,
no sea que vuelva el tío Paco
con las rebajas de enero.
51. Huyan todas las tristezas,
las envidias y los celos,
colocaos, como dijo
aquel alcalde tan tierno,
trasnochad y no dejéis
de mover el esqueleto
con las Supremas de Móstoles,
con Revólver, con Rosendo,
con el Womad, con zarzuelas,
que la música es, pal cuerpo,
el licor más exquisito,
el más sabroso alimento.
52. Madrileños de aluvión,
a gozar que ya habrá tiempo
de volver a la oficina,
a la hipoteca, al barbecho,
a la fábrica, a la lluvia,
a la familia, al colegio.
Y, puestos a desear,
quiero deciros que quiero
para vosotros un mundo
más cómplice y más fraterno,
más solidario y feliz,
tabernario y nocherniego,
cachondo y despreocupado
de prejuicios y complejos
y una vida que sea vida
a la medida del pueblo.
53. Y me despido que es hora
de bailes y no de versos,
madrileños, madrileñas,
de tan cerca y de tan lejos,
enanos, grandes, medianos,
calvos con chupa de cuero,
punkis, raperos, castizos,
carrozas, pijos, roqueros,
acompañadme en el grito
que se me escapa del pecho
¡Viva la gente del foro!
¡Vivan las fiestas del pueblo!