Todas las personas sienten la necesidad de ubicarse en un espacio. Desde tiempos antiguos, las civilizaciones buscaron formas de hacerlo, como referenciando las estrellas, la luna o la salida del sol. Hoy en día contamos con un sistema de ubicación dividido en natural (estrellas, luna, sol) y artificial (brújula, mapas, GPS, Google Maps), gracias a la curiosidad humana.