1. Un vistazo a las últimas publicaciones
Efemérides y rebajas sanitarias racionales
Carlos Coscollar Santaliestra
CS San Mateo de Gállego. Zaragoza.
El 17 de enero de 1812 vio la luz el primer número de New vestigación sufragada con dinero público. «Poner limita-
England Journal of Medicine. Parece que fue ayer. Han ciones en la difusión del trabajo de un científico es una
transcurrido 200 años. Aquel mismo año atronaban Eu- estrategia alarmantemente irreflexiva. La ciencia es ma-
ropa los cañones de Napoleón. En España se promulga, en teria de interés público. Es una responsabilidad de primer
Cádiz, la Constitución liberal, que no tardaría en derogar orden para un editor de textos científicos servir a la co-
«el Deseado». Beethoven compone la Octava Sinfonía y munidad científica. Sus propios intereses y reputación
la heroica resistencia de los moscovitas ante los envites dependen de la confianza que las personas tienen de la
franceses inspiraría, unos años después, a Tchaikovsky la ciencia. Entorpecer la difusión de la ciencia dañará, en lu-
Obertura 1812, recordada por los cañonazos y el volteo gar de mejorar, esa confianza.»
triunfal de campanas de sus últimos compases. Tiempos
de esperanzas y decepciones que, cañones incluidos, no Este enero de aniversario se publicaba en Atención Prima-
resultan hoy del todo extraños. ria un artículo que se proponía averiguar qué revistas mé-
dicas españolas leen, en qué formato y las preferencias
New England, entre tantas, nos ha acompañado desde acerca del idioma, de 300 médicos de Atención Primaria
aquellas primeras consultas en la hemeroteca de la facul- (AP) (192 médicos de familia [MF] y 108 pediatras)3. Sin
tad. De buen grado solventábamos tanto las dificultades de pretender ser exhaustivos, los datos más importantes fue-
un idioma que no acababa de resultarnos familiar, como la ron que los MF consultan preferiblemente Jano (58%),
necesidad de desplazarse y la novedosa jerga del AND, OR, Atención Primaria (20%), AMF (18%), Medicinal Clínica
NOT, NEAR, MeSH, Subheading, Search, Explode, etc. Pa- (17%) y Semergen (16%); y los pediatras, Anales de Pedia-
recíamos un grupo de colegiales aprendiendo las primeras tría (60%), Pediatrics en español (32%), Acta Pediátrica
letras en torno al bibliotecarioa que, con la paciencia del Española (31%), Revista Española de Pediatría (21%) y
maestro de escuela frente a sus párvulos más tardos, repe- Jano (12%). Los MF se decantan por los casos clínicos y
tía lo mismo una y otra vez. La llegada de Internet –mejo- puestas al día (≈ 70%), mientras que los pediatras lo hacen
rando de forma drástica el acceso– revolucionó los usos y por las revisiones, casos clínicos y puestas al día ( 60%).
costumbres, a costa de arramblar con un modelo que la El 48% de los médicos de AP leen semanalmente entre 1 y
memoria recuerda ahora con la añoranza que evocan los 4 artículos, el 33% entre 5 y 10, el 14% más de 10 y el 5%
tiempos de inicios y descubrimientos. Vivimos el espejis- lee alguno eventualmente, sin diferencias entre MF y pe-
mo transitorio de poder acceder de forma libre y universal a diatras. Curiosamente, la edad predispone a la lectura.
los textos completos. British Medical Journal fue la espe-
ranza inicial y el desengaño, al recuperar pocos años des- En cuanto a la forma de localizar la información, un 70%
pués la modalidad de pago. Hoy, iniciativas de Open Access de los médicos de AP ha reemplazado la trasnochada vi-
siguen manteniendo abierta la esperanza, cuando nuevas sita a la hemeroteca por buscadores generales tipo Goo-
amenazas se avecinan disfrazadas de protección frente a la gle o Yahoo, utilizando las bases de datos especializadas
piratería on line. Organizaciones y científicos de diferentes un 29%. El 11% de los encuestados no utilizan ningún re-
áreas se han movilizado para reprobar el «desorbitado pre- curso de Internet para la consulta de revistas científicas y
cio» –por elevado– de las suscripciones individuales a re- un 37% no consulta ninguna base de datos. Finalmente,
vistas médicas, ciertas estrategias comerciales de las edi- y para sorpresa de nadie, un 88% vería con agrado un
toriales médicas y la admisión para debate en el Congreso servicio on line gratuito para consultar revistas de calidad.
de Estados Unidos, de la Research Works Act que incluye la
prohibición expresa del acceso abierto y gratuito a las in- No extraña que al 80% les resulte más útilb leer informa-
vestigaciones financiadas con dinero público1. ción técnica en español que en inglés. Aunque sí es pro-
Un editorial de The Lancet2 manifestaba su desacuerdo b «Útil» es la expresión literal utilizada en el artículo original. Es difícil
con estas medidas, que apremiadas por el bien privado de saber con certeza la intención del autor al utilizarla. Puede parecer un
las editoriales pretenden obstaculizar la difusión de in- eufemismo si la falta de utilidad se refiere a la pertinaz dificultad de va-
rias generaciones con el inglés. Pero también los lectores pueden valorar
a Bibliotecónomo, documentalista. como más útiles aquellos contenidos más apegados a su realidad.
178 AMF 2012;8(3):178-179 64

2. Carlos Coscollar Santaliestra Efemérides y rebajas sanitarias racionales
bable que llame algo más la atención que el 70% conside- ma sanitario público? y ¿es perjudicial para la salud el tra-
re que no existen diferencias de nivel científico y técnico bajo de los médicos clínicos?»c. Volviendo a las posibles
entre los artículos publicados en ambos idiomas. Ojalá les virtudes de los tiempos de crisis, o en términos muy fami-
asista la razón a los 300 compañeros encuestados y, es- liares para los médicos de familia, reinterpretando la crisis
pecialmente, al 14% que consideran mejores los escritos como una oportunidad de mejora, el artículo propone pre-
en español. No vaya a ser este otro ejemplo de hacer de la guntas radicales que buscan respuestas racionales, evi-
necesidad virtud. tando el peligro de respuestas excesivas en las que predo-
mine el ahorro sin más. De ahí la necesidad de interpelar
Con estos datos es más que previsible el chasco de mu- acerca de la mejor distribución de los recursos para «pro-
chos médicos tras el reciente comunicado de la editorial ducir» más salud (educación, medio ambiente, vivien-
Elsevier informando de que tras cuatro décadas de historia, da, alimentación, trabajo, transporte, urbanismo y otros).
la revista JANO, Medicina y Humanidades interrumpe su O sobre el reparto de los recursos destinados a servicios
andadura4. Peculiar modo de celebración, que deja desam- personales (atención clínica) o a la población (salud públi-
parados a tantos médicos y retira de la circulación una de ca). Solo algunos ejemplos para la reflexión que propone
las pocas revistas de humanidades tras la desaparición Gérvas y, en este caso, circunscritos a la actividad clínica:
de la añorada Humana, hace ya unos años. Como consuelo uso de estatinas en prevención primaria, restricción de
se mantiene el dominio www.jano.es dedicado en exclusi- análisis innecesarios de lípidos, utilidad y uso de las ta-
va a noticias médicas. El comunicado califica como de «un blas de riesgo (cardiovascular, osteoporosis, otras) utili-
paso más en su evolución» apostar por un contenido ple- zadas como tablas de decisión, uso razonado de fármacos
namente digital, integrándose el resto de los contenidos en (hipertensión, diabetes, hiperlipemia, antibióticos, anti-
la plataforma Fisterra y, por tanto, abandonando el Open depresivos, inhibidores de la bomba de protones, etc.),
Access y, previsiblemente, los anhelos de sus lectores. abandono de cribados de cáncer (mama, cuello de útero,
próstata, pulmón, colorrectal, ovario, melanoma, neuro-
Los tiempos actuales no parecen los más favorables para blastoma) hasta que se disponga de información conclu-
aventuras Open Access. Sin embargo, los tiempos de es- yente a largo plazo, revisión de los consejos sobre vacu-
trecheces tienen alguna ventaja o, en su defecto, se bus- nas (gripe, virus del papiloma, neumococos), protección a
can. Archives of Internal Medicine, en su inagotable sección las mujeres de excesos de intervención (embarazos, os-
Less Is More, evalúa la tasa de empleo excesivo (overuse) teoporosis, suplementos hormonales, etc.), racionalizar
de procedimientos terapéuticos, test diagnósticos y me- objetivos de control de enfermedades crónicas (diabetes,
dicamentos en Estados Unidos5. Sus autores entienden presión arterial, lípidos), limitar a lo necesario el uso de
que junto con el uso insuficiente (underuse) cuando está métodos diagnósticos (radiología, ecografía, resonancias
justificado y el mal uso (misuse), constituyen problemas y otros) como estrategia para limitar la exposición a ries-
de calidad en la provisión de cuidados de salud. Lo más gos clínicos y preservar la seguridad del paciente.
destacable del estudio no son tanto sus resultados, cir-
cunscritos a una reducida variedad de intervenciones, cuan- Empezamos con los cañonazos de la Obertura 1812 y ter-
to la dificultad que los autores encontraron para localizar minamos con otro tipo de cañonazos que todavía no
estudios que abordaran el problema del overuse (127 artícu- anuncian el volteo triunfal de campanas.
los de un total de 114.831 revisados de los últimos 21 años).
No deja de sorprender que un problema de calidad tan im- Bibliografía
portante como el overuse, con importante repercusión so-
bre la eficiencia de los cuidados y la seguridad del paciente, 1.
The Cost of Knowledge. http://thecostofknowledge.com/
2. The Research Works Act: a damaging threat to science. Editorial.
haya despertado tan escasa curiosidad publicada.
The Lancet 2012;379:288.
3. González de Dios J, Flores Canoura A, Jiménez Villa J, Gutiérrez
Sin embargo, si sorteamos las estrecheces que impone el Fuentes JA. Qué revistas médicas españolas leen y cómo se informan
rigor de la evidencia y nos dejamos llevar por otras fuen- los médicos de atención primaria. Aten Primaria. 2011;43(12):629-37.
tes, merece atención un artículo de Gérvas –fuente abisal 4. Nicolás JM. JANO, siempre al servicio de los profesionales sanita-
de ideas y propuestas– en FMC, que reflexiona sobre la rios. www. jano.es. Consultado el día 6 de febrero de 2012.
5. Korenstein D, Falk R, Howell EA, Bishop T, Keyhani S. Overuse of
racionalidad de posibles rebajas sanitarias en época de health care services in the United States. An understudied problem.
crisis económica6. Estos tiempos exigen hacerse pregun- Arch Intern Med. 2012;172(2):171-8.
tas radicales. El artículo empieza planteando algunas: 6. Gérvas J, Pérez Fernández M. Rebajas sanitarias racionales en
«¿se podrían lograr los mismos resultados con otras me- tiempos de crisis económica. FMC. 2011;18(10):615-23.
didas alternativas, fuera del sistema sanitario?, ¿se po-
dría eliminar sin consecuencias para la salud la financia-
ción pública de algunas prestaciones sanitarias?, ¿se cEl autor asegura que ni esta ni las anteriores son preguntas retóricas.
podría «gobernar» el sistema sanitario con menos políticos Alude, para ello, a la disminución de la mortalidad observada coincidien-
y gestores?, ¿se podría priorizar las actividades del siste- do con algunas huelgas médicas. Obviamente, no fueron en España.
65 AMF 2012;8(3):178-179 179

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