La placenta se forma con la implantación del embrión en el útero, desarrollándose de las células del esperma y el óvulo. Sirve para transmitir nutrientes y sustancias al feto, protegerlo, excretar desechos y producir hormonas. Está compuesta de tejido materno procedente del útero y tejido fetal procedente del trofoblasto, y vive aproximadamente 40 semanas nutriendo al feto a través de la circulación sanguínea en la placenta hasta el nacimiento.