Los reinos cristianos de la Península Ibérica entre los siglos VIII y XIV estuvieron dominados por los reinos de Asturias, León, Castilla, Aragón y Portugal. Estos reinos cristianos gradualmente expandieron su territorio a expensas de Al-Ándalus a través de la Reconquista. La unificación política de los reinos cristianos no se logró hasta el siglo XV con los Reyes Católicos.