El tango fue prohibido por considerarse lascivo hasta el siglo XX cuando comenzó a bailarse en clubes nocturnos y salones. Actualmente existen dos estilos principales y desde 1990 surgieron nuevos estilos que reivindican la tradición. Bailar tango proporciona beneficios para la salud física y mental como mejorar la capacidad pulmonar, aumentar la actividad cerebral y fortalecer el sistema inmunológico.