2. Los estudiosos e investigadores han
comprobado desde la psicología a
la fisiología, desde la sociología a
la medicina, que la convivencia es uno
de los factores más trascendentes no
sólo para el bienestar y la felicidad, sino
para el sostenimiento de la salud total.
Los
enfoques psicosomáticos y holísticos no
tienen sobre esto ninguna duda.
3. La Amistad : Para sentirse feliz, el ser
humano necesita amigos.
Conexión Social : . Además de evaluar
la importancia de factores de riesgo
reconocidos como fumar, la falta de
ejercicio y la obesidad.
La Familia : Una de las formas más
usuales en que se verifica la convivencia
es la familia, unidad básica de la vida
social o comunitaria.
4.
5.
6. "Compartir la vida con otros es propio de las personas. Convivir
es una acción clave para compartir la vida con otros. Actuar
para convivir supone aprender de lo propio y de lo propio de los
otros. Tal aprendizaje implica profundizar en lo nuestro para
abrirlo con generosidad al otro. Y aprender a recibir lo que el
otro nos ofrece. Convivir es, por tanto , ejercicio permanente de
gratuidad y generosidad, es un gesto" '' Los seres humanos
estamos necesitados de convivir y por tanto de aprender a
tomar contacto con lo nuestro y a escuchar y consentir a los
demás. Las emociones involucradas en adentrarnos en nuestra
personalidad y en abrir nuestro corazón a recibir de los otros
supone y sugiere un aprendizaje intelectual y sensible fuerte y
emocionante, a veces lento y paciente. Quizá por eso nuestro
mundo moderno atrapado por la rapidez, la eficiencia, la
productividad y la competitividad se ocupa poco de aprender
a convivir y por eso arrastra las consecuencias de compartir
poco y de convivir a veces con la tortura."
7. Respeto : Cuando establecemos cualquier tipo
de comunicación con otra persona, la primera
premisa es aceptar la dignidad de esta persona
como tal, sin prejuicios ni discriminaciones.
La Afabilidad : Entendiendo ésta como una
actitud positiva en nuestra relación con los
demás.
Inteligencia: En las relaciones sociales, las buenas
intenciones no son siempre suficientes. Cuantas
veces hemos visto a personas que tienen el
dudoso don de la impertinencia y molestan
continuamente sin ser conscientes de ello.
8. Hemos aprendido a volar como los pájaros y a
nadar como los peces, pero no hemos aprendido
el sencillo arte de vivir juntos como hermanos.
Manejar el silencio es más difícil que manejar la
palabra.
Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala
es el silencio de la gente buena.
Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el
corazón, siempre logrará acercar a la gente a
Dios.